Con un repertorio variado, sorpresas y anuncios sobre el nuevo álbum, la banda brindó un show con gran calidad de sonido en el que la complicidad con su público hizo de la noche un momento especial.
Los recitales de Mi Amigo Invencible siempre cumplen con las expectativas. Desde su sólida performance musical, hasta el frenesí punk que caracteriza sus presentaciones, el Teatro Vorterix abría sus puertas para convertirse en un espacio de conversaciones, abrazos y alegría, de un público que sería protagonista de la noche. Si la previa a cargo de Luciano Lamtzev propuso un estado de mayor relajación e intimidad con su set, la salida del escenario por parte de la banda irrumpió en aplausos y euforia. Se corría el telón. El show estaba por empezar.
El repertorio fue variado y logró incluir las canciones más queridas por el público, como también los lanzamientos recientes que serán parte del nuevo álbum. Comenzando con “La danza de los principiantes” y “Fósil”, un sonido potente e hipnótico se hizo presente en Vorterix, al mismo que tiempo que los primeros pogos se movían. Siguiendo con “Un par de árboles” y “Mapa” fue evidente que el público también quería tener su rol durante el espectáculo. La gente no espero, y rápidamente empezó a disfrutar de cada canción junto a su banda.
Después, “Bip bip no me hables” y “Suavemente entusiasmado”, una de las referencias del repertorio, hicieron el primer estallido de pogo en lo que ya era una jornada de fiesta. Mismo estado de euforia se vio con “Batalla gigante” y “Máquina del tiempo”, en el que la banda transitó desde el punk al funk, con arreglitos de “Fanky” de Charly García y hasta riffs de Daft Punk. Ese momento terminó con la primera ovación de la noche, para luego compartir los primeros agradecimientos. Sin misterio y con una sonrisa, Mariano di Cesare (el Príncipe Idiota) anunció que el nombre de su próximo álbum va a ser Arco y flecha. Una novedad que el público celebró.
Con “Impecable”, la primera banda invitada fue Ainda para tirarse en más de una ocasión los pasitos prohibidos junto al Príncipe al frente del escenario. Entre abrazos y baile, además de mucha amistad y cariño, la respuesta desde abajo fue correspondida con un gran canto a capella por parte del público. Con “Desayuno continental”, el histórico sample de James Brown de “No me dejan salir” tuvo varias apariciones durante una canción que explotó en su final. Rock, punk, efectos psicodélicos, baile y canto. La secuencia era completa. Para distender, la banda siguió con “Piñas”.
El segundo invitado de la noche fue Lautaro Cura, cantante y líder de Isla de Caras, para que la intensidad nuevamente se apropiará del escenario al tocar “La araña”. El repertorio siguió con “Todo lo que tengo” y “Lejos de todo” en el que Mariano Otero, director musical del grupo, acompaño con la guitarra arriba del escenario para recibir después el saludo afectuoso de toda la banda. La última parte del recital continuaría revisando lo viejo y nuevo. Con “Gato negro pasa” y “Edmundo año cero” la banda lograba un momento musical tremendo, emocionante y de mucha firmeza en las canciones. Como en varios de sus últimos recitales, la banda interpretó una versión acústica y relajada de “Jardín secreto”. Con luces apagadas, la conexión entre el escenario y el público fue total cuando las luces de los celulares se encendieron espontáneamente una tras otra, mientras el coro alcanzaba a todo el teatro.
Otros anuncios importantes llegaron con el estreno en vivo de “Beso relámpago”, canción que Mi Amigo Invencible grabó con Juliana Gattas (que por una gira en México no pudo hacerse presente), pero que acompañará a la banda el 17 de octubre en el C Art Media para la presentación del álbum luego de la gira continental que Mi Amigo Invencible comenzará en las próximas semanas. Noticias para celebrar.
Con “Acto de fe”, el Príncipe alegró al público tirándose sobre las vallas para cantar y después recibir al último invitado de la noche que sería Franco Saglietti, líder de Francisca y los Exploradores, para cantar “Manto negro”, otra gran canción del repertorio. Por último, la banda se despidió con “Olímpica” de su último álbum para concluir una noche especial, íntima y frenética, en el que pudo disfrutar y conectar una vez más con un público fiel y activo que, sin dudas, acompañó cada segundo del espectáculo para irse del Vorterix con una sonrisa, mientras el clásico “África” de Toto sonaba de fondo.
El 2024 será un gran año para Mi Amigo Invencible. Su próxima gira internacional, sumado al lanzamiento de su próximo álbum, solo confirman la aceptación y buena trayectoria que la banda mendocina ha sostenido durante estos años, y que los resultados lo reflejan. Con un teatro completo, un sonido en vivo potente y progresivo, y una propuesta de performance con su público, hacen que cada recital de la banda se convierta en una fiesta de la que nadie quiere salirse. Su noche en el Vorterix no fue la excepción.
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