Canciones con más de diez años y filtradas por Messenger, un álbum en YouTube que se volvió de culto y letras que atraviesan el corazón de cualquier ser humano. Todo eso se puede encontrar en el primer disco solista de Santiago Motorizado.
El retorno, el flamante disco debut de Santiago Motorizado, es un viaje en el tiempo. Él Mató a un Policía Motorizado todavía tocaba en antros, la gente se hablaba por MSN y YouTube era una plataforma más ajena a lo que es en la actualidad. Entre todas esas cosas, un 29 de mayo de 2014 apareció un supuesto álbum solista de Santiago con canciones que se filtraron por la ex plataforma de chat y que durante años se volvió de culto.
Lejos de enojarse, Motorizado lo adoptó y tal vez eso fue lo que encendió la mecha para que este disco se haga realidad. En 2016 el cantante convocó a Tom Quintans (Bestia Bebe) para la batería, a Pipe Quintans para el rol de productor y encargado de los demás instrumentos y a Eduardo Bergallo, eminencia del sonido y que trabajó con Él Mató, Soda Stereo y Cerati entre otros, para que lo acompañen a Sonic Ranch, en Texas, Estados Unidos, a grabar lo que sería su álbum debut. Aunque parecía todo listo, hubo que esperar varios años más.
Pospandemia, Santiago volvió con el mismo equipo y al mismo estudio a regrabar todo, y ahí por fin comenzó lo que sería el lanzamiento de un disco nuevo, pero con alma vieja. En una charla con Indie Club el año pasado, el artista ya había adelantado que este año podríamos por fin disfrutar de El retorno, su primer trabajo solista por fuera de las composiciones que hizo para la película La muerte no existe y el amor tampoco y la regrabación del soundtrack de la serie de Okupas llamada Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro.
El disco abre con “Camino de piedras”, que con una intro tanguera dispara las guitarras acústicas con un sonido western. Ese “estilo Nashville”, como decía Gustavo Cerati cuando grabó Fuerza natural, su último disco de estudio. La letra, y con una pequeña referencia a Volver al Futuro, es casi como la combinación de “Más o menos bien” y “Amigo piedra” de Él Mató, pero con una contracara. “Ey amigo buscas la verdad de forma salvaje / pero te quiero amigo porque vos buscás la verdad”, canta Santi y responde con “Tengo miedo, juro quiero ser un buen pastor / pero el camino está lleno de piedras”. La amistad como la luz al final del túnel, pero con la incertidumbre de no saber cómo va a terminar la historia.
Luego sigue con “Amor en el cine” que, siendo un disco de Santi, no podía faltar el romanticismo y el “ey nena”, pero por sobre todas las cosas, el amor por las películas. Lo que parece un tema más íntimo, para el minuto termina explotando el lado más ramonero del cantante. Entre distorsiones, sintetizadores y una batería que por momentos parece una aplanadora, Santi abre su corazón y canta que hay lugar para todos. “Oh nena en la oscuridad del cine, te diré cuanto amo estar en el cine / pero también hay espacio para vos en mi corazón, porque nena, estoy enamorado de todo”.
Después viene “Google Maps”, el primer corte del disco y que se podría decir que es una oda al amor y al conurbano argentino. Un recuerdo melancólico de los recorridos que habrá tenido que hacer durante años Motorizado desde La Plata hasta Capital Federal. “No me acuerdo si era Banfield, Turdera o Castelar / eras una chica del conurbano tan sensual”, de solo cantarla ya se pueden visualizar los encendedores iluminando el lugar, los de corazones rotos llorando y las parejas melosas abrazándose como si no hubiera un mañana. Los pases de guitarra en el medio del tema terminan de darle el poder que pide este himno cargado de emociones.
En “La revolución”, Santiago, lejos de correrse de la actualidad social, afirma su postura, defendiéndola con sus armas y con lo mejor que le sale hacer: canciones. Con una base que rememora el estilo de La dinastía scorpio, pone su voz en lo más alto y grita “Con mi fusil yo voy a cambiar todas esas cosas que a este mundo le hacen mal / y con los días llegará la revolución / y así por fin voy a llamar tu atención”. ¿La perla? El videoclip del tema tiene referencias a distintos momentos icónicos de la vida de Diego Maradona y una conexión directa con su relación con Claudia, mezclando así en una sola composición sus valores y su amor por Diego.
Y hablando de La dinastía scorpio, “No me trates tan mal” fue una canción que en un principio fue grabada para ese disco, pero no quedó. Y como si fuera una canción de The Smiths pasada por el filtro de Él Mató, Santiago se desquebraja y se rinde ante un amor perdido. Porque hasta en la ausencia, la persona puede ser humana con el otro, y en la despedida, irse con lo mejor de los dos. Además, el videoclip viene con un hermoso tributo a Bob Dylan.
“Pienso en vos” tiene el alma en la acústica y la voz de Santi, con una letra cargada de referencias a los gustos de él, pero todas transportándolo al mismo destinatario. Desde la película Hechizo del tiempo (1993), dirigida por Harold Ramis y protagonizada por Bill Murray, el conjunto Cannibal Corpse y la banda amiga 107 Faunos hasta los famosos discos que marcaron una era como 69 love songs (1999) de The Magnetic Fields. Todas marcan una época de su vida y terminan con el mismo final: “En mi biblioteca tengo un libro de cuentos de amor / y lo saco y leo siempre que pienso en vos”.
“El pastor”, sin ser una broma o chicana, es una composición que tranquilamente podría sonar en una misa donde todos se congregan para encontrarse, buscando la libertad de la mano de lo que cada uno elija creer, aceptando las virtudes y miserias propias. “Sé que soy medio traumado, pero ahora el pastor me dio su mano / es culpa de la carne, yo quiero ser libre”. Los arreglos de guitarra casi princeanos de Pipe Quintans llegando al final terminan de darle color al tema, cerrándolo a la perfección.
“El gomoso” ya pone sobre la mesa la pregunta: ¿quién no ha sido el gomoso de alguien? A veces sabiéndolo, otras no. Pero todos hemos pasado por el sentimiento de mantener con vida algo que en realidad es solo unilateral. Y solo Motorizado puede hacer que esa situación suene bien y romantizada, sin dejar de lado toda la parte dolorosa del proceso. De las canciones más melancólicas y minimalistas del álbum.
“Jazmín chino” es el único cover del disco, y vuelve a invocar a los 107 Faunos con el tema de su disco Últimos días del tren fantasma (2014). Acá, Santiago le aporta un poco más de potencia y épica que a la versión original. El teclado te pone en clima, para luego adentrarse en el mundo de arreglos de guitarra de Quintans que son magistrales y sellan una reversión fantástica.
Ya para ir cerrando el disco, en “Te pido perdón” Santi se despoja de todo, abre sus heridas y muestra un espíritu derrotado, pero en el fondo con un sentimiento de redención, regalando una de las canciones más intimas del álbum. El último track de El Retorno, “Oh Dana”, es el final perfecto y la representación del ser argentino por naturaleza. Romántico, nostálgico y patriota.
Así, con El retorno, Santiago Motorizado regala un disco íntimo y con corazón, mostrando su viaje personal durante todos estos años y uniendo todas sus pasiones -el fútbol, el cine y la música- en una obra que nos vuelve a recordar porque Santiago hoy es uno de los intérpretes argentinos más importantes de la actualidad. Su voz, sus letras y su espíritu quedarán marcados para siempre en toda una generación.
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