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Santiago Motorizado en Vorterix: Nuestro antihéroe preferido

Santiago Motorizado despidió Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro en Vorterix con la tranquilidad de un artista que sabe dónde está parado y qué representa en la música.


Santiago Motorizado formó Él Mató a un Policía Motorizado en 2003, vivió el bache under de Cromañón -cuando tocar en el Vorterix, que se llamaba Teatro Colegiales, era algo imposible- y terminó convirtiéndose en el cantautor de su generación, una que hace lo que puede con lo que tiene, y que está más o menos bien.

Hoy en día, cuando Él Mató no está girando por Latinoamérica o grabando en Estados Unidos, “el Chango” se da el gusto de tocar en solitario las canciones que más le gustan, más otras de su banda, en un repertorio al que últimamente le sumó sus composiciones para Okupas, en su primer álbum solista titulado Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro (2021).

Así fue como, tras el synthpop de Media Hermana -dúo conformado por Raquel Luco y Henry Navia-, Santi se presentó en Vorterix, con banda completa y con el agregado del festejo de su cumpleaños, que empezaba pasada la medianoche.

Mil derrotas que comparto junto a vos

La apertura del show se dio con Pipe Quintans tocando el teclado mientras una voz inconfundible, a lo lejos, cantaba “Soy rebelde”, de la cantante londinense Jeanette. Al llegar al estribillo, Santiago Motorizado apareció entre aplausos con aires de crooner, micrófono en mano y recorriendo el escenario.

“¿Vieron Okupas? Está en Netflix”, consultaba Santi antes de avisar que la canción que seguía la había compuesto el propio creador de la serie, Bruno Stagnaro. Con “Tanto tonto” zarpó el primero de los temas full band, que se completaba con Tom Quintans en la batería y Chicho Guisolfi en el bajo.

Inmediatamente después, Florián apareció en las teclas para hacer a dúo dos versiones de Él Mató, “Ahora imagino cosas” y “Más o menos bien”, en tonos nostálgicos que daban más lugar a las letras. Como no podía ser de otra forma, los celulares bien en alto demostraban la importancia de estas composiciones clave en el cancionero popular.

Santiago Motorizado Vorterix
Foto: Vicky Greco

Esta es la mejor versión de mí

En sus shows en solitario, Santiago está tranquilo. No es que cuando toca el bajo en Él Mató se lo vea nervioso, es que en sus propios recitales él se pone a jugar como un actor, haciendo las mímicas de las letras, caminando el escenario como un personaje y hasta rompiendo la cuarta pared, como cuando preguntó “Estuvo buena mi entrada mientras cantaba, ¿no?”, buscando la complicidad de que no hay lugar para la solemnidad, sacándole la seriedad de un saque a la noche de Vorterix.

También ese humor se nota en las introducciones a lo largo del setlist: “Esta canción es de mi banda preferida”, que dio lugar tanto a “Alguien como yo” de Embajada Boliviana, como a “Jazmín chino” de 107 Faunos (que contó con Gato de 107 Faunos) y “Europa” de Las Ligas Menores. Entre ellas, pasaron clásicos de su autoría -aunque inéditos- como “El pastor me dio su mano”, “El camino de piedras” y “El gomoso”.

“Estas son las últimas veces que vamos a estar tocando las canciones de Okupas, advertía Santi para los presentes, aunque después aclaraba “Nah, es mentira, no tenemos más canciones si no las tocamos”. Si bien al público acostumbrado al rock le costó seguir el ritmo de las palmas folklóricas, disfrutaron “Muchacha de los ojos negros” y “La juventud” de la misma forma que cualquier otro tema.

Santiago Motorizado Vorterix
Foto: Vicky Greco

Un momento que yo nunca imaginé

Los últimos momentos fueron una intimidad compartida entre el Chango y el público. Después de saludar con toda la banda, nuestro personaje se sacó el disfraz y, lejos de la solemnidad, volvió a una actitud neutra pero segura, en la que no se cree más que los que lo vinieron a ver, ni tampoco fuerza emociones en sus acordes. Un antihéroe del rock.

En una seguidilla de covers de Él Mató, la primera fue “El tesoro”, que trascendió el under y suena en los costados más mainstream, seguida por “El mundo extraño”, también de La síntesis O’konor (2017), su último disco hasta que salga el que presentarán en el Luna Park el 16 de septiembre.

“Medalla de oro” y “Diamante roto” -últimos singles de la banda platense- tuvieron su presentación en formato solista, mezclados con otros más clásicos como “El día del huracán” y “Chica de oro”. Para el final quedó “Mi próximo movimiento”, en el que se desató un pogo igual (o mayor) al que había sucedido en Niceto. En una segunda lectura, quizás la gente no esté rellenando en su mente los instrumentos faltantes para hacer el pogo, sino que la canción ya traspasó cualquier versión, y tan solo con esos acordes, letra y melodía pueda transmitir la energía de lo que significan Él Mató y Santiago Motorizado para toda una generación.

Santiago Motorizado Vorterix
Foto: Vicky Greco

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