Emmanuel Horvilleur puso de fiesta la noche de Niceto

Con un repertorio de más de veinte canciones atravesando toda su trayectoria solista y grupal, Emma desplegó un show completo en el histórico templo de Palermo. Complicidades, sonrisas y mucha sensualidad hicieron de su espectáculo una noche para recordar.


La baja temperatura durante el viernes por la noche hacía necesario un poco de movimiento. Más bien, bastante. Con tranquilidad y mucha puntualidad, el público comenzaba a llegar a un Niceto que, como tantas veces, sería el espacio para que la amistad, las conversaciones y los romances pudieran disfrutarse bajo el fondo de la música a la espera de un nuevo espectáculo. En esta ocasión, el DJ encargado para recibir a la gente fue Andrés Balaciano. Para las 21:15, las luces bajaron, la música se detuvo y los gritos se escucharon. Emmanuel Horvilleur se hacía presente en el escenario.

Ese momento de euforia inicial tuvo una primera respuesta contundente al empezar el show con “Yo soy la disco”, el hit de su último álbum Aqua Di Emma. La fiesta había comenzado al ritmo del funk & disco, para luego seguir con “Te daría” y “Alucinante”, que introdujo el primer solo rockero de la noche. Con la siguiente, Emma agarraría la guitarra, y con la talentosa participación de Abril Olivera en los coros, sumado a una gran banda, tocarían “1000 días”. La primera prueba para el público sucedió con el estribillo de “Llamame”, una tarea difícil, pero que demostró que además de bailar se cantaría con el mismo compromiso.

Fotos: Rocío Bustos

La estética pop del sonido, sumado a la propuesta visual del show, hacían de Niceto un espectáculo en sí. Con esa ambientación, el repertorio continuó con “No como”, “Gato perdido” y “Amor loco”, para sorprender después con una versión de “Sintonía Americana” de Los Abuelos de la Nada. De repente, las primeras notas de “19” se escucharon desde el teclado, generándose el primer estallido de la noche. Por detrás, Juan Saieg, cantante de Usted Señalemelo y además único invitado de esta noche, apareció en el escenario para homenajear la voz de Gustavo Cerati y aportar su enorme talento para darnos un momento emocionante. Los abrazos del final compartieron, además, el enorme afecto que ambos artistas tienen entre ellos.

El show seguiría con más baile y el primer salto de todo Niceto fue al tocar “Tu hermana”, para pasar posteriormente a un breve repaso del álbum Música y delirio, su primer trabajo solista grabado en 2003, empezando con “Soy tu nena”, “Té de estrellas” y “Hermano Plateado”. Para ese momento, la banda estaba atravesando un momento musical muy sólido, combinando percusiones, ritmos, voces y groove para que Emma haga todo su despliegue sobre el escenario. Con “Somos nosotros” y la potente “Negra monamour”, ambas del álbum Xavier, la fiesta continuó. Una parte del repertorio comenzaba a terminar con “12:30” y “Pitada” porque, por algún motivo, se estaba viendo que la noche tendría más sorpresas. No se terminaría rápido. Y no defraudó. Comenzaba el momento Illya Kuryaki.

El repaso incluyo canciones completas y muy recordadas como “Discovery buda” y “Galaxia”, ambas del álbum Versus grabado en 1997, en las que la banda hizo un gran homenaje al sonido Kuryaki y Emma, obviamente, a su espíritu. No era un momento de melancolía sino por el contrario. Baile, funk y mucho, mucho, delirio lírico. El repertorio continuó con un compilado de grandes canciones de la banda integrada por Emma y Dante Spinetta, como por ejemplo “Fabrico cuero”, “Abarajame” y “Ula ula”, y en un estado de euforia, terminar la pasada con unos segundos de “La Macarena” y por último “Jugo” de manera completa. Qué mejor homenaje a las influencias, la cultura y la propuesta artística disruptiva que Illya Kuryaki and the Valderramas aportó a la escena musical de nuestro país desde su aparición en la década de 1990.

Fotos: Rocío Bustos

Con un público alegre, festivo e hiperactivo no podía faltar el hit que, también, ha definido una parte del estilo de Emma. Hablamos, por supuesto, de “Radios”. Nuevamente, Niceto se movía por completo. Luces, pop y una canción moderna hicieron el climax más intenso de la jornada para que la despedida tuviera que terminar, necesariamente, con un poco más de tranquilidad al tocar “Abrazarnos”, de su último álbum. Con la satisfacción de haber dado una entrega total sobre el escenario, un sonido trabajado y una banda de músicos de mucho talentoso y versatilidad, el show terminaba con una enorme y merecida ovación para la figura de la noche.

Con más de treinta años de trayectoria, Emmanuel Horvilleur sigue convocando a que sus encuentros sean una fiesta caracterizada por el baile, la sensualidad, una buena estética y mucha alegría. Con un dominio notable sobre el escenario, como pocos han logrado desarrollar, sus movimientos y actitud hacen que difícilmente quien lo escuche o vea pueda mantenerse sin acompañarlo. Tiene, sin duda, esa atracción que mantiene a un público bailando por más de 2 horas. Con tres recitales sold out, Emma compartió nuevamente un momento de diversión y mucho espectáculo para que la noche fresca de la frenética Buenos Aires se convirtiera en un momento especial y cálido que, esperemos, se repita pronto nuevamente.

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Fotos: Rocío Bustos
Fotos: Rocío Bustos
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