Con colaboraciones del Indio Solari, Dillom, Gustavo Santaolalla y Natalia Lafourcade, el artista lanzó su tercer álbum de estudio.
Luego de una espera de tres años, Wos lanzó Descartable, su tercer disco de estudio y sucesor de Oscuro éxtasis. Al igual que en los demás, la producción estuvo a cargo de Evlay, uno de los productores más reconocidos de la escena y que viene acompañando al rapero desde Caravana, su álbum debut. En este trabajo el cantante se entrega a su lado más rockero e invita a Dillom, Natalia Lafourcade, Gustavo Santaolalla y al mítico Indio Solari a colaborar con él.
La canción “Nuevas coordenadas” es la encargada de abrir el disco, y capaz el nombre no sea casualidad, ya que desde el inicio muestra el nuevo camino sonoro que decidió tomar Wos. Ahí, el tema presenta un pop sintético en el cual poco a poco se va a ir sumando la guitarra, convirtiendo el sonido en un rock alternativo que te va preparando para el resto del viaje que armó el rapero. Para no perder el tiempo, le sigue “Descartable”, single que le pone nombre al álbum y que enseguida decide subir los decibeles con un rock con espíritu western, similar a esa búsqueda que tuvo Babasonicos en la época de Jessico, siendo “Pendejo”, “La fox” y “Soy rock” como los mejores ejemplos de esto.
Y si faltaba algo para comprobar que Wos dejó libre su espíritu más punk y rockero, viene “7/8” con una pared de sonido que es capaz de comerse todo lo que se le ponga enfrente. Todos los reflectores se los lleva “Quemarás”, en donde a los veinte segundos hace su aparición estelar el Indio Solari, prócer de la música nacional y líder de los Redondos. “Quemarás el dolor / en el fuego más sagrado de hoy / y buscarás el amor / en un rastro ciego de lo que ya no sos”, esbozan los dos en una letra atravesada por la retórica de Solari. En cuanto al sonido, la guitarra acústica se une a los sintetizadores y la batería para ir llevando el tema, siendo la viola la que se lleve los momentos más minimalistas. Para el cierre, Evlay reencarna en la piel de Skay Beilinson para darle el cierre rockero que merecía el tema.
Este vínculo entre Wos y el Indio se viene construyendo desde los comienzos de la carrera del rapero, cuando utilizó el riff de “Luzbelito y las sirenas” (1996) para “Luz delito” y cuando lo citó en “Canguro” reescribiendo su verso en “Fijate siempre de qué lado de la mecha te encontrás”, frase que menciona Solari en “Queso ruso”, de La mosca y la sopa (1991). Ambos temas son pertenecientes a Caravana, su primer disco de estudio.
No hay mucho para decir sobre lo que sigue. “Cabezas cromadas” es un punk-rock hecho y derecho, y qué mejor que invitar a Dillom para que acompañe este track de alto voltaje. Ya en “Ola de suicidios”, Dylan había demostrado que le quedaba muy cómodo el género y que lo podía hacer muy bien. El plus lo pone Tomy Sainz, el encargado de todas las baterías del disco, que con sus transiciones termina de darle la potencia que pide la canción.
Para ir bajando un cambio viene “Morfeo”, un beat casi lo-fi con una línea de bajo bien groovera. Esta pieza tiene la misma alma que otras composiciones de Wos como lo son “Melón vino” o “Mirá mamá”. Ya para “Caída libre”, el cantante se despoja de todo, centrando todo en su voz y en el piano que lo acompaña, mostrando la cara más profunda y minimalista del disco.
Al igual que en Oscuro éxtasis, que había un lado A y un lado B bien marcados, Descartable no es la excepción. Para pasar de lado utiliza de interludio “Pausa”, un sample todo deformado de “La grasa de las capitales” (1979) de Serú Girán de la mano del productor, y que podría decirse que sirve como canción premonitoria de lo que viene con “La cochería”, donde Wos invoca la esencia de ese rock nacional que tenían discos como Alta suciedad de Andrés Calamaro y Especial de Viejas Locas. La frutilla del postre la pone Evlay con un magistral solo de guitarra para cerrar.
Dando una vuelta de 180° viene “Melancolía”, una cumbia bien latinoamericana que evoca a las primeras épocas de Calle 13 y que suma a Gustavo Santaolalla, que entre él y su famoso ronroco terminan de darle forma a la canción, teniendo un arreglo de vientos al final para terminar de disparar el carnaval. De ahí pasa a “Estímulo”, un glam rock con tintes poperos de los 2000 y “Ermitaño”, un hip-hop con sonido denso y atravesado por el nü metal.
Siguiendo con su experimento sonoro, Wos trae “Que se haga tarde”, un rock electrónico que muestra el lado más ceratiano del artista, retrotrayéndote a Siempre es hoy (2002), uno de los discos más experimentales de Gustavo, que mezclaba el rock con la electrónica. Ya para ir cerrando y dejando de a poco todas las capas que fue mostrando a lo largo de Descartable, el cantante va a sus raíces folklóricas y su lado más íntimo para unirse a Natalia Lafourcade en “La niebla”, donde el corazón de la canción está en la guitarra acústica y la unión de sus dos voces.
Llegando al final aparece “Sur”, un tributo al amor, a los amigos y a la vida, donde las barras de Wos se apoderan del tema. A su vez, los coros de cancha y la explosión de la guitarra eléctrica terminan vistiendo un discurso en un grito de guerra. La canción encargada de cerrar esta aventura es “Arrancármelo”, un hit que quedará para la historia por la presencia que tuvo durante Mundial que ganó la Selección Argentina de Futbol en 2022. Ahí solo quedan él y Evlay, sin nadie más al lado. Solo una voz que marcó una generación y una acústica acompañándolo.
Así, Wos vuelve a afirmar una vez más porque es uno de los artistas más grandes de la generación actual. Por su hambre insaciable de conseguir más. Por nunca querer sentirse cómodo, probando siempre nuevos caminos sonoros. Y ante todo, por ser alguien que demuestra amor por la música y que expresa sus valores a través de la misma. El cantante junto a Evlay quedarán en la historia como una de las duplas musicales más exitosas de estos últimos diez años. Ahora solo les queda su presentación en el estadio de Racing Club de Avellaneda el próximo 20 de abril.
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