Tomás y Paloma conversaron con Indie Club acerca de los primeros pasos que está dando su dúo Plastilina, su último sencillo “Tobogán” y cómo influyen sus carreras como actores en el mundo de la música.
Plastilina es un dúo de música pop integrado por Tomás Wicz y Paloma Sirvén. Sus sonidos surgen de lo genuino y de las ganas de moverse cuando todo estaba quieto y extraño. El proyecto nació en plena pandemia y fue la excusa ideal para que ambos pudieran salir de esa quietud y mostrar su faceta musical. “El 2020 nos ayudó mucho a potenciar la decisión de hacer música porque sentíamos que nadie nos estaba viendo. Hacer música nos hizo mover en un momento de mucha quietud”, reconoce Tomás.
Luego de haber editado su EP debut El hechizo (2020) y La sombra (2022) y dar a conocer su sensibilidad y atrapante personalidad, la dupla estrenó “Tobogán”. Esta canción fue una de las primeras que compusieron, en el año 2018, y solo la habían presentado a sus fans en los shows en vivo. Este single hace mención a un “disfraz”, un disparador clave para esta entrevista en la que Tomás y Palu contaron a Indie Club sobre la dualidad de ser actores y músicos y los primeros miedos antes de mostrar su arte.
¿Qué historia hay detrás de “Tobogán”?
Tomás: Se llama “Tobogán” porque mi primer beso fue en un tobogán, a mis cuatro años. El germen de la canción apareció en un momento que estaba atravesando en una relación: empecé a percibir que lo que estaba sucediendo no iba para ningún lado. Las relaciones que uno va teniendo son un poco acumulativas y da la sensación de que uno se enamora de la misma persona pero con distintos nombres una y otra vez. Es un loop del desamor, te encontrás siempre en el mismo lugar ocupando un lugar que no querés ocupar.
Palu: Se convirtió en una balada romántica, pero no tanto para que alguien se quede, sino entendiendo que fingir ser alguien más no lleva a ningún lado. La idealización duele un montón y a veces el otro ni siquiera tiene la culpa de todos nuestros deseos.
En ese mismo single hablan de un disfraz, ¿qué tanto de “disfraz” hay en Plastilina? ¿Cuánto hay de ustedes mismos y cuánto de personaje?
Tomás: Es difícil darse cuenta cuándo estás siendo vos honestamente, cuándo usas un disfraz, o cuándo ese disfraz que estás eligiendo ponerte tiene que ver con vos también.
Palu: Tal cual, y eso aplica para la vida, más allá del proyecto. Creo que dentro de Plasti estamos encontrando la manera de que sea algo genuino y buscamos amplificar eso. Hay algo nuestro que es performático pero también genuino y eso se nos escapa, nos da intriga saber cómo nos vemos desde afuera. A veces cuando leemos cosas notamos lo que transmitimos y ni nos damos cuenta.
Tomás: Es genuino porque siempre estamos en búsqueda de sonidos que sintamos propios, y con los que estamos alineados. Por ejemplo, cuando vamos a sacar una canción sufre modificaciones hasta último momento porque queremos que tenga coherencia con lo que sentimos al momento de querer sacarla.
¿Cómo mechan sus roles de actores y músiques?
Tomás: Como actores trabajamos mucho en la autogestión, estamos siempre comprometidos para que los proyectos independientes caminen. Así que siento que aprendemos de eso y lo aplicamos también en la música. La música nos salva un poco de la actuación que es un poco enloquecedora.
Palu: Sí, es enloquecedora. La actuación es mi primer amor, pero en la pandemia siento que nos refugiamos mucho en la música. Podíamos desde nuestras casas hacer canciones, luego tocarlas en vivo y ver que hay gente que canta lo que escribís. En la actuación a veces tenés que esperar si el otro te elige o si querés trabajar con un director en especial. En cambio en la música notamos que es un lugar de pertenencia muy fuerte, pero sin la actuación no estaríamos en este camino porque es una re escuela.
¿Les dio miedo el qué dirán al momento de hacer música?
Tomás: Sí. Fue dar un salto hacia lo desconocido, mucha adrenalina. Partiendo de lo que dijo Palu y del disfraz, al momento de actuar estás interpretando a un personaje y diciendo algo que necesariamente no escribiste vos. En cambio en la música sos vos hablando y tomando todas las decisiones. Nos dimos mucho tiempo para entender desde dónde queríamos partir. Por eso, al momento de salir a la luz ya estábamos súper segures de lo que estábamos por hacer. El 2020 nos ayudó mucho a potenciar esa decisión porque fue la sensación de que nadie nos estaba viendo y sentirnos muy en contacto en el presente. Hacer música nos hizo mover en un momento de mucha quietud.
Palu: Teníamos la sensación de que nadie nos estaba mirando. Si algo te prende y lo querés encender a mi me hace bien, no sentís algo raro en eso, simplemente lo compartís. No importaba que no seamos músicos, estábamos empezando y éramos eso. La velocidad en la que viene la música te abruma, pero ahí fue como darnos cuenta que había aparecido algo fuerte. Entre los dos armamos algo muy lindo porque es de los dos, no es de uno ni del otro, se inventa un ser nuevo. Acá hay sentado un ser nuevo (risas).
Tomás: Shh, Plasti, callate (bromea).
¿Cómo fue el primer contacto con su gente?
Tomi: Para mi fue increíble, no terminaba de percibirlo como real. El primer show fue en Camping y lo agotamos, era todo muy raro. Veíamos el fruto de nuestro trabajo y fue flashero porque pensábamos: “¿Pagaron para vernos? No entiendo”.
Palu: La gente tenía muchas ganas de vernos y de ir a un show y eso se sentía.
Pasaron de tocar en Camping al Hipódromo de Palermo abriéndole a la fecha a El Zar…
Tomás: Eso fue casi traumático (risas).
Palu: Fue re lindo, caímos después que le abrimos a El Zar. Ellos nos encantan y podrían haber elegido a un montón de artistas más pero nos eligieron a nosotres. Ese día había gente que nos conocía y otra que nos conoció ahí.
¿Con quién les gustaría hacer un feat?
Tomás: Tenemos dos. Una es Juana Molina y otra es Miranda!. Siempre soñamos con hacer algo.
Palu: Hacer una colaboración es elegir a una persona que le va a sumar algo y que habla un lenguaje parecido a nosotros. Como nos paso con Clara Cava.
¿Próximamente qué se viene para Plastilina?
Tomás: Tenemos temas que todavía no salieron, que surgieron después de El hechizo. Creemos que tenemos que terminar esa tapa, cerrarla y ponernos a hacer un álbum debut que sea todo desde cero, pensarlo con un concepto nuevo.
Palu: Todo lo anterior necesita cierta mutación y eso nos genera terror, entretenimiento y fascinación a la vez. Un disco es una nueva presentación, tenemos que correr ese riesgo, es nuestro sueño.