nina suárez bléfari entrevista

Nina Suárez: “Cuando Santiago Motorizado me invitó a grabar, pude romper el hielo”

A punto de lanzar su primer disco, la cantante porteña charló con Indie Club sobre sus influencias, su familia y la forma de encarar la música.


Probablemente, la primera vez que supimos de la existencia de Nina Suárez fue en la participación de Suárez en el Festival Alternativo en 2001. Allí, una Rosario Bléfari de pelo corto y embarazada de Nina se presentaba junto a Fabio Suárez, Diego Fosser y Gonzalo Córdoba en lo que sería una de las últimas presentaciones antes de separarse. Los primeros años de Nina coincidieron con los discos solistas de su madre, los cuales le enseñaron qué era la música y hasta a tocar la guitarra.

En 2021, Santiago Motorizado la invitó a cantar una cumbia para su álbum del soundtrack de Okupas, en lo que fue su debut en las plataformas digitales: “Tuve que reclamar mi perfil de Spotify”, aclara. Cuando ya formó su banda, decidieron no ponerse un nombre artístico y que simplemente apareciera como “Nina Suárez”.

Hoy, Nina ya tiene dos sencillos -se aproxima el tercero y el disco-, tocó en Camping, el CC Recoleta y en La Cúpula del CCK, y en noviembre se presentará en el Primavera Sound, el festival alternativo por excelencia, que desembarca en Argentina. Inquieta y efervescente, Nina planea tocar en donde sea, ahora enfocada completamente en sus canciones tras actuar en obras de teatro y películas.


– Te escuché primero en el disco de Santi Motorizado y al poco tiempo ya tenias dos singles lanzados, aunque componés canciones hace mucho. ¿Cómo es este comienzo de carrera y por qué ahora?

El momento en el que Santiago me invitó a cantar fue muy importante porque pude romper el hielo con la idea de grabar algo, que se suba y que la gente lo escuche. No dimensionaba qué pasaba con eso, fue hermoso. Las canciones mías las estábamos grabando ya, como que se alineó todo. De hecho con los chicos pensamos si le poníamos un nombre a la banda o no, y fue como “bancatelá que es tu nombre”.

Todos estos temas que van a salir ya los tenía, algunos más viejos y otros de la pandemia, de ese año. Después todo el resto de temas que estamos haciendo ahora ya son todos con los chicos, y de hecho se siente porque la estructura de pensar la canción cambia completamente, me gusta mucho más. Buscamos que la canción sea su mejor expresión.

– Tocaste y compusiste desde siempre, ¿tuviste otras bandas en la adolescencia?

Siempre escribí canciones y tocaba bastante sola, o cuando me invitaba mi vieja. En la primaria tuve una banda con una amiga que no sabíamos qué nombre ponerle, los que se nos ocurrían eran malos. Cuando entré en la secundaria, conocí a un amigo que tocaba la batería y con esta amiga de la primaria armamos un trío que se llamaba Menor no Acompañado y llegamos a tocar un par de veces canciones mías y de mi amiga en ese formato.

Después seguí sola tocando mis canciones con la acústica, que muchas de ellas no sobrevivieron, pero fue como un escalón para llegar a la verdadera canción que te gusta. Me doy cuenta cuando una canción la hice y es “meh” o no es LA canción, capaz es una para descartar y que tiene que existir para que llegue una mejor.

– Hay una conexión entre que te gusta el fútbol, que Chicho de Bestia Bebé -una banda que le ha cantado al fútbol- toque el bajo con vos, y tu última canción, “Corrida al arco”. ¿Cómo aparece esta composición?

Todo empezó porque estaba en La Pampa en la pandemia. Ahí empecé a componer “Quequén” medio sin saber qué hacer porque estaba todo cerrado. Entramos con un permiso especial a Santa Rosa y no podíamos salir, fuimos en un taxi hasta allá (risas). Cuando entramos, estuvimos dos semanas en un hotel encerrados por la cuarentena, todo una cosa tan bizarra… Cuando llegamos a la casa de mi abuelo nos dimos cuenta que estábamos como atrapados. Ahí me escribió Camila Fabbri, que estábamos trabajando en una obra de teatro juntas, y me dijo que tenía un cuento inédito, y que le habían propuesto que alguien hiciera una canción interpretando el texto. El texto era de amor disfuncional, como que el novio se iba a jugar al futbol, e hice un demo que está en YouTube. Lo terminé de ajustar y después le encontré mi sentido.

De chica no tenía un sentido de pertenencia con el fútbol como mi familia, que es re de Boca, a mí no me emocionaba ver los partidos o ir a la cancha hasta que conocí a los Bestia Bebé, a Chango (Santiago Motorizado) y a las chicas con las que tenemos nuestro equipo. Ahí le encontré el sentido al fútbol y me enamoré por completo, entendí que era una cosa de amistad, de entenderse con las personas. Para mí la canción es una oda hacia eso: “gracias por enseñarme a disfrutar del futbol”. Es otra manera de expresarse con personas, como tocar o charlar, y es increíble.

– ¿Cómo se dio esta amistad con el grupo de LAPTRA? ¿Tiene algo que ver con que ellos son fanáticos de Suárez, y el círculo se completa?

A mí mamá le gustaban mucho las bandas de LAPTRA y siempre me mostraba sus canciones, ponía los discos de los Faunos, de Bestia Bebé… me acercaba hacia eso, como “esto está bueno”, pero no los conocí hasta que no hicimos el video de Él Mató en La Plata y ahí empezamos a juntarnos después de filmar y se fue generando una relación de amistad. Me acuerdo que mi mamá me decía que la alegraba mucho eso, porque a pesar de la admiración que tenia por las bandas y todo, nunca había tenido una amistad con los chicos. Le divertía que yo me hiciera amiga del grupo.

– Y terminaste grabando tus canciones en Resto del Mundo, el estudio de Pipe Quintans. ¿Va a ser un disco finalmente?

Sí, tengo una idea que quiero llevar a cabo: son seis temas, que cada uno tiene su tapa. Las empecé a dibujar yo y me gustó cómo quedaron, quiero seguir sacando tapas, que cada canción tenga su tapita. Entonces pensé en sacarlas todas por separado y después meterlas en una compilación, con algún tema escondido más para que no salga exactamente lo mismo.

Y mientras, empezar a grabar el segundo disco, que ya tenemos muchos temas con los chicos, y ahí meterle con todo onda “Señor Disco”. En un primer momento no quería hacer muchos singles, pero empezó a crecer en mí la idea. Me gustaría que la gente asocie ese dibujo a esa canción y se genere algo mas que el tema solo, aunque es una excusa para seguir haciendo las tapitas (risas).

– En vivo estás tocando los temas del segundo disco también, como hace poco que tocaste en la cúpula del CCK. ¿Cómo fue eso?

Me escribió Barbi Recanati, que estaba curando unas fechas en el CCK, para que fuera a tocar con banda y fue como “buenísimo, ¡genial!”. Me alegra mucho y me sorprende que muchas personas apuesten en la banda, nos dieron una oportunidad, no tenemos ningún disco, tenemos solo dos canciones, es como una apuesta en la oscuridad. Capaz podríamos hacer esas dos canciones y de repente, no sé, cumbia, u otra cosa que nada que ver. Me divierte ir y demostrar lo que nosotros hacemos.

– Hablando de otros géneros, hay una parte de vos que se metió con el rap, con el hiphop. ¿De dónde viene?

Vino puramente de mí. Hubo un boom de rap español sarpado en la primaria, todos los nenes de todos los años se aprendían las partes de las canciones. Cuando empezó El Quinto Escalón fue como “wow”, porque era mucho mejor. Muy difícil escapar a eso siendo de mi generación. Desde antes había empezado a escribir mucho rap, y tenemos la idea de hacerlo con los chicos; Manolo grabando unas bases y Chicho los bajos. Es una idea muy lejana, queremos llevarlo a algo más bizarro, que no se entienda qué es. En un momento pensamos en unirlo con lo que estamos haciendo ahora, pero hoy en día pensamos en hasta tener mascaras. Igual, la prioridad es el segundo disco, ya me estoy imaginando todo y no terminamos ni el primero (risas).

nina suárez entrevista

– Hablando de tus influencias, al haber crecido en una familia de músicos accedías más naturalmente de chica a un montón de cosas.

Era muy lindo expresar mis sentimientos a través de eso, sentía que era como algo perteneciente a mi casa, algo que sucedía ahí y era bastante acogedor, un elemento de mí y de la familia. Lo que te transmite tu familia, porque no tiene otra opción, porque es lo que hacen, es su manera. Me lo imagino como un juego, como cuando elegís si sos un soldado, o un elfo, y cada uno tiene sus características y todas están buenas. A mí me tocó esta y me alegra, me gusta y me siento cómoda, la paso bien. Es lo que hago, no imagino otra manera de existir.

– Y a la hora de empezar a componer tus canciones, ¿se las mostrabas a tus viejos? ¿Les pedías feedback?

Con mi vieja siempre nos mostrábamos las canciones, ella me mostraba las suyas, yo las mías y aprendíamos y nos criticábamos también. Me acuerdo que una vez volvió de tocar de un viaje y yo le dije “mirá, hice mil canciones para mostrarte”. Tenían todas los mismos acordes y me dijo “son todas iguales, no me gusta eso”, siempre con sinceridad. Desde que empecé a hacer canciones se las mostraba a ella y fue algo como muy nuestro, como tener una amiga con la que se muestran canciones y existe esa confidencialidad. Y si bien es inevitable que fuera algo madre-hija, sentía que pasaba por otro lado, como tener una amiga y eso era lo más, es muy valioso.

– ¿Tenés algún disco preferido de ella?

Hay varias canciones que cantábamos con mis amigas de la primaria, ahora más de grande mi disco preferido es Galope, me gustan mucho esas guitarras locas de “Camión regador”. Las letras me encantan. O “Explosión Madonna”, ese cover increíble. Esto de traducir un cover al español es de las cosas más lindas que tiene nuestro rock indie, como que te lo hacés tuyo. Hay muchas joyas de traducción, es como otra manera de componer. También el disco de Sue Mon Mont; tiene que realzarse, me encantan las letras y la banda es increíble. Hay unas guitarrazas de Gusti (Monsalvo) que son increíbles.

– En tu ADN también quedó la exploración de las artes: actuás, escribís, cantás, ¿cómo se mezclan las artes en vos y qué te van haciendo?

Es como que en realidad son todas la misma cosa de alguna manera, pero siempre siento que escribir o dibujar es algo mas propio y actuar es como que te estás metiendo en algo que es de otra persona, lo estás interpretando. Aunque esté muy mal o muy feliz siempre me dan ganas de interpretar mis canciones o mis cosas, ahora estoy más enfocada en tocar con mis amigos. Me gusta porque actuar me acercó a la exposición, que me filme una cámara cerca es sentir que está sucediendo algo, que está siendo recibido y que está pasando algo. Es lo que pasa al tocar, esa misma reciprocidad.

– ¿Qué artistas te inspiran en la guitarra y en la voz?

En La Pampa empecé a escuchar mucho Lush de Snail Mail, que me encanta, me gustan mucho las guitarras y la voz de ella. Lo quemé, lo escuché una vez tras otra y me inspiró a tocar más la guitarra. Pero yo practico sacando las guitarras de Bestia (Bebé) y toco mejor después. Luli (Zamtlejfer) una vez me invitó a tocar sus canciones, me aprendí los punteos y eso me fue entrenando y me inspiró. Pienso que si te pones un disco de Bestia Bebé y decís “voy a sacar las guitarras de todo el disco” ya salís sabiendo tocar la guitarra.

También otra inspiración son los Arctic Monkeys, letras, guitarras, todo increíble. Ahora estoy mucho con el primer disco y Humbug, pero me gustan todos. A nivel de interpretar algo me gusta también mucho el último disco, pero esos primeros tienen esa cosa de apurados, de urgencia, que esta buenísimo. Y el chabón toca todo eso mientras canta, es muy capo. Me gusta eso de poder tocar la guitarra y cantar a la vez. El tema que pongo todos los días es “A certain romance” es increíble, las guitarras son impresionantes y la letra me encanta, habla mucho de los amigos. Chicho me pasó una entrevista de Alex Turner donde contaba que no tiene hermanos, y encontraba en sus amigos una cosa de hermandad, sus relatos y anécdotas eran de sus amigos por no tener hermanos. Es la amistad que encontré en mi grupo de personas yo también, sin forzar nada.

– Siempre tocaste con guitarra acústica, pero con tu nueva banda pasaste a la eléctrica ¿Cómo fue esa transición?

Hasta que no empecé a tocar con los chicos, no tocaba la eléctrica, tenía una medio pelo que cada tanto la usaba. Un día encontré unos pedales en mi casa y así fui encontrando cosas y se fue armando. Además, descubrí que quiero tocar la guitarra lo más posible junto con cantar. Tengo muchas ganas de saberme todos los temas, es muy difícil, no sé si voy a poder hacer eso (risas). A veces pienso que estoy en un recital y por algún motivo necesitan alguien para tocar la guitarra y preguntan al público si hay alguien que sabe y yo levanto la mano y digo “¡yo las sé!”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Deslizar arriba

Hola! Si querés utilizar esta imagen, escribinos!