mi amigo invencible teatro coliseo

Mi Amigo Invencible y su Coliseo de juegos

Una noche armoniosa donde proliferó la calma del Teatro Coliseo, el juego de MAI y el baile de la gente.


La vuelta a los recitales nos tiene extasiados, los fines de semana nos invitan a las noches de clubes culturales o bares. Pero esta vez, la cita cobró una dimensión enorme -colosal-, la combinación entre el crecimiento de una banda y aumento de aforo, marco perfecto para situarse y darse la oportunidad de exhibirse en algún teatro.

El lugar elegido fue el Teatro Coliseo, gigante e intimidante, y un gran desafío para MAI, quienes venían de hacer una sesión acústica en el ND Teatro, aunque sin público. La vista era amplia, limpia, sin obstáculos y, una vez apagadas las luces, los juegos comenzaron.

Mi Amigo Invencible Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte

Una vez ingresados nuestros protagonistas, se les dibujaron sus siluetas con luces cálidas, rojas y naranjas. Ya en sus posiciones, se ve la mímica organizativa de Mariano, que señala y mira que todos estén listos.

El comienzo es suave y delicado. Un arranque con “Todo pasará” seguido de “Nadie en casa” marcan los primeros pasos para mimetizarse en el gigante Coliseo. Todo se da como una especie de bienvenida al recinto, nos envuelve y lanza a los sonidos estrepitosos de “Batalla gigante” y “Entre cuerpos”, donde en esta última los juegos de luces combinaron con los bailes y dieron un pequeño primer cierre.

El retorno es inmediato al baile, con una pausa para comenzar de nuevo. Tranquilo y paulatino se da “Piñas”, con unos tonos de intimidad centrada en el grupo. La mano de Mariano llama a la primera invitada, Esme Escalante (Ainda), para cantar “Nuestra noche” y dar una danza junto a Mariano alrededor de la banda y por todo el escenario. La vibra del lugar se torna lúdica y atenta, esperando el siguiente paso.

Mi Amigo Invencible Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte

Este microclima continua en “Dutsiland” y desembarca en “No me hables”, con la gente ya de pie, bailando, aplaudiendo y dándole la razón al agite y desahogando las ganas de saltar que se acumulan. Nuevamente, la banda toma el control de la sala y baja la intensidad, esta vez con “Suavemente entusiasmado”.

En ese momento, sucede una pausa y con ella, la subida al escenario de Anyi para interpretar “Quizás el fuego ayude”. Este es otro momento de intimidad, luces muy bajas y un silencio hermoso del público para poder escucharla detenidamente. En cada estribillo la voz bajaba de volumen y crecía en intimidad, un reflejo claro de los juegos que le interesa realizar a MAI en vivo.

Luego de ese instante, la banda vuelve para entonar “Desayuno continental” y sumar a su tercer invitado, Goyo Degano (Bandalos Chinos). El ingreso es totalmente festivo y lo demuestra cuando canta: “Un poco de silencio / y un pan para tostar / mamá te ves cansada / de tanto improvisar” y el público envuelve el teatro en aplausos al ritmo de la batería.

Mi Amigo Invencible Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte

Bailes a la par, entre Mariano y Goyo cierran el tema, aunque la algarabía de la gente continúa con “Días de campos minados” acompañado por una mini fiesta arriba del escenario.

Poco a poco fuimos viendo como la banda fue copando el teatro hasta que en un punto todo fue suyo. Sonaba “Máquina del tiempo” y el juego trascendió el escenario, ya Mariano caminaba sobre un pasillo y miraba a su alrededor hasta determinado punto donde volteaba observando a su banda.

En ese momento MAI se adueñó del Teatro Coliseo, una mirada rápida hacia los asientos, un camino recorrido y una consagración hacia el lugar, dando saltos y subiéndose a asientos. Un pequeño festejo que significó la contundente noche que tuvo la banda.

Mi Amigo Invencible Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte

Luego, el desenlace fue largo y festivo, con un cover de Eduardo Mateo -“¿Por qué?”- y una versión larga de “Noches de ciencia ficción” y “Freelance”, donde los invitados volvieron a subir y participar acompañando y bailando.

El cierre fue extendido, con saludos y nombre a cada uno de sus músicos, cerrando con un festejo y un abrazo de gol. El hecho de brindar una noche memorable, con tanto amor y compromiso, hizo que se quedasen un poco más solo para escuchar los aplausos de los que no querían dejar de aplaudir.

Mi Amigo Invencible Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte
Mi Amigo Invencible Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte
Mi Amigo Invencible Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte
Mi Amigo Invencible Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte
Anyi Mi Amigo Invencible Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte
Mi Amigo Invencible Goyo Teatro Coliseo
Foto: Ignacio Piedemonte

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