En su sexto álbum de estudio, Futuro, Proyecto Gómez Casa explora la pérdida de los vínculos desde la más salvaje electrónica.
Proyecto Gómez Casa es, ante todo, una rareza. Inclasificable, salvaje y atípico, Gómez es toda una figura en el panorama porteño. Conjugando sonidos en constante evolución con una puesta en escena inédita, cada nuevo lanzamiento es una renovación. Camaleónico, trabaja activamente en no quedarse quieto y se acerca sin timidez a los sonidos más jóvenes y atractivos del momento para hacer algo que no suene repetido.
La realidad es que Proyecto Gómez Casa lleva más de veinte años dando vueltas. Sin ir más lejos, su primer disco de estudio, Familixina, cumplió hace pocos días 15 años en un festejo en Niceto Club. Y poco tiene que ver aquel lejano álbum a estos nuevos lanzamientos más allá de esa pulsión por evolucionar y la eterna presencia de una batería desatada que, como pocas, revienta el escenario.
Perder el cariño
Desde lo formal, Futuro es el sexto álbum de estudio de Proyecto Gómez Casa. Grabado y producido en Europa bajo el sello Costa Futuro (España), se aproxima a la electrónica desde un costado más orgánico y humano de lo habitual. La faceta sintética y digital se combina con letras que reflexionan sobre los vínculos humanos e invitan al baile en un encuentro entre la carne y lo virtual. Un sonido típicamente de club que se preocupa por no perderse entre el humo y los samples fáciles.
Sin llegar a ser una crítica, hay, cuanto menos, una preocupación por los vínculos y la crisis que atraviesan. Del mismo modo que en su disco anterior, Post XXXX (2021), hay una insistencia en el intento por acercarse al otro y de qué manera esto se logra o se trunca en el camino. Porque así como insiste en evolucionar estilísticamente, Proyecto Gómez Casa apuesta por el lado más humano de la música y la comunidad.
Desde la apertura del disco con “No quiero estar solo de nuevo” (ft. Doppel Gangs) hasta “Ya no anda más” estos tópicos se repiten. El otro como un fantasma que acecha desde la ausencia es el tema recurrente por excelencia (“¿Por qué te amo si no estás?” se pregunta en “Futuro”) o, por el contrario, una presencia insistente que no cesa pero no sabe más cómo amar. “Este sol ya no es real / tu sonrisa nunca fue real / el amor ya no es real / y mi lavarropas ya no anda más“, canta en “Ya no anda más”.
Pensar el futuro
Otro gran acierto del álbum es la selección de los feats. Contando con cinco invitados entre los que se encuentran figuras de la talla de Dillom para el delirante “Fingir normalidad” o la maravillosa Juana Rozas para el baile desencantado de “Ya ni me mirás”. Simón Poxyran abre el disco bajo su pseudónimo Doppel Gangs con “No quiero estar solo de nuevo” mientras que Daniel Melingo lo corta por la mitad en “Debajo del piso”. Femigangsta como último feat canta en el más extraño “Chakachaka” casi cerrando el álbum.
La proliferación de artistas invitados no es algo raro en el trabajo de Proyecto Gómez Casa. Post XXXX, sin ir más lejos, estaba compusto casi exclusivamente de feats. Esta vez, sin embargo, tanta invitación parece querer decir otra cosa. Pensar Futuro como un trabajo conceptual en donde converge la electrónica con el componente humano invita a pensar esta decisión como una apuesta por el sentido colaborativo y colectivo de la música. Una vez más, los vínculos por encima de cualquier transformación a la que nos invite la tecnología.
De este modo, Futuro no es solo un disco ni un título sino una apuesta por el sentido colectivo de la vida. En un contexto donde la sociedad se vuelve tan agresiva y las relaciones se disuelven, las personas se desdibujan y la vida se pierde en el arrebato del consumo. Pensar el futuro desde este ángulo apunta a combatir el anonimato rabioso y la despersonalización. “Soy tu recuerdo”, anteúltimo tema, parece advertir en ese sentido para engancharse con “Bajada” en un cierre instrumental casi distópico.
Sudor y píxel
El chascarrillo fácil está en decir que Futuro es un álbum que suena al porvenir, que invita a pensar lo que vendrá. Para darle una vuelta al concepto, vale la pena pensar en qué trae Gómez del futuro y qué quiere decir con ello. Memorias que acechan o cuerpos que abandonan son los recuerdos que plagan Futuro. Probablemente el mayor mérito del álbum esté en esta confluencia entre sonidos tan frescos y bailable con la preocupación por los vínculos a un nivel tan profundo. Síntesis perfecta entre sudor y píxel; incongruencia que cobra sentido al darle play.
Así Futuro es un disco que invita a bailar en la misma medida que a reflexionar. Casi como una performance en la que envuelve a su público, pareciera querer despertar en medio de la pista la necesidad de mirar alrededor y encontrar al resto de los cuerpos sedados por la música.
Escuchá Futuro de Proyecto Gómez Casa y más lanzamientos del 2024 en nuestra playlist de Spotify.