El artista presentó PM, su último disco, en lo que fue su debut en uno de los escenarios más gloriosos de la escena porteña.
Martín Oliver es uno de los nuevos artistas que, poco a poco, se están abriendo en la escena, y el miércoles pasado tuvo su noche soñada en Niceto, realizando su show más grande hasta el momento. Ahí presentó PM, su último disco de estudio y repasó sus clásicos de sus dos anteriores álbumes. Además, para la ocasión preparó una banda única, que sonó y acompañó a la perfección al artista y una puesta en escena con grandes visuales.
Respetando el orden de PM, Martín abrió el show con “Las horas”, ya mandando al saxo al frente y mostrando lo que habían preparado con la banda. Luego le siguió “Lo-fi”, donde el cantante agarró la acústica por primera vez. Para terminar de asentar el ambiente cantó “Febrero”, donde el público ya estaba entregado a lo que el cantante había preparado para esa noche especial.
Para levantar la intensidad del show, Oliver trajo sus clásicos de Cómo crear monstruos (2021), su anterior disco, y cantó “A veces es mejor no hablar”, seguido de “Principiantes”. Después tocó “Parkour”, un single suelto, pero que él remarcó que esa canción abrió el camino de PM. Para los que lo siguen desde el principio, Oliver les regaló una hermosa versión de “Chascomús”, de su primer disco, Psicosis Radio (2018). Además, aprovechó la ocasión para agradecerle Fernando Laprida de Silvestre y la Naranja, quien lo acompañó en la producción de sus dos últimos LP.
El momento íntimo del show se lo llevo “Cómo crear monstruos”, donde Martín tocó solo a piano y voz, haciendo emocionar a todo el público presente. Igual, no se estancó mucho tiempo en ese mood. Enseguida invitó a Santi Muk a cantar con él “Otros planetas” para terminar después de explotar todo con “Casino”, uno de sus más grandes hits, en el cual se pudo apreciar la potencia que tenían los músicos que acompañaban a Oliver.
Sin bajar los decibeles, siguió con “Perdido en la ciudad”, abriendo el tema con un solo de saxo y con él parándose al frente con la guitarra eléctrica. La frutilla del postre después la puso con “Por si algún día me muero”, contando lo lindo que fue colaborar con Cruz Hunkeler de 1915 para la canción.
El cierre del show estuvo a cargo “Fisu”, “PM” y “Manifiesto”, finalizando una velada mágica llena de épica y gloria. Así, Martín Oliver tuvo su noche soñada, donde demostró porque poco a poco se va cada vez instalando más en la escena actual. Habrá que seguir de cerca la carrera del cantante, ya que todavía no se sabe cuál puede llegar a ser su techo y donde se puede ver un futuro más que prometedor.
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