El grupo sigue deslumbrando a su público con sus diez fechas en Niceto, donde repasan toda su discografía e invitan a grandes invitados, convirtiendo a uno de los lugares más míticos de la escena en una fiesta.
¿Qué hacés después de llenar un Luna Park, girar por toda Latinoamérica, Europa y con una nueva aventura en camino para tocar por todo Estados Unidos? Bueno, Bandalos Chinos decidió no olvidarse de su público y de la casa que los vio crecer, y sacó diez fechas en Niceto Club, en donde la noche del martes se pudo ver cómo, a pesar de que ya era la tercera función, el grupo no piensa bajar la intensidad.
Abrieron el show con “En el aire”, marcando lo que significa estos shows para la banda, ya que volvieron a uno de los primeros lugares que los vio brillar y crecer, agradeciendo a toda la gente que los acompaña desde el primer día. Después siguieron con “Mi fiesta” para pasar al primer pogo de la noche con “Departamento”. Ya para “Paranoia pop”, entró Pablo Vidal en el saxo, que junto a Maxi Sayes en percusión e Ine Maguire en coros, son algunos de los grandes músicos que se subieron al barco de los Bandalos Chinos para acompañarlos en esta aventura.
Otra decisión clave que tomaron para estos diez Niceto, de no solo darse el gusto de tocar, sino también homenajear toda la música que los inspiro para llegar a querer dedicarse a esto. Para esta ocasión tocaron “Canción para naufragios” de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y “No soy un extraño” de Charly García. Este último incluyó un invitado de lujo que fue Fernando Samalea -conocido por tocar con el propio García o Gustavo Cerati-, quien los acompañó con el bandoneón y también estuvo presente en “Una propuesta”, “Hermanos” y tocando una marimba en “Fulnabis”.
El otro protagonista de la noche fue Conociendo Rusia, que se subió al escenario como un rockstar para cantar “Demasiado”, “Cabildo y Juramento” del propio Ruso y cerrar con todo su participación con una potente versión de “No llores por mí, Argentina”, la cual vio como el ruso junto a Iñaki Colombo destrozaban las violas y ponían al público en un éxtasis total. El cierre fue directamente una fiesta, con la seguidilla de “Tu órbita” y “Vámonos de viaje”, los Bandalos pusieron a saltar y bailar a todo Niceto.
El mensaje de Bandalos Chinos con estas fechas es simple y claro: volvemos a casa. Para ellos es recordar de donde vinieron, tanto por el lugar como por la música, es tocar con amigos y es regalarle a la gente shows un poco más “chicos” e íntimos. Obvio que también es la oportunidad para la banda de venir a cosechar todo lo que consiguieron en estos más de diez años de carrera.
Si todavía uno la tiene la posibilidad de asistir a alguno de estos recitales, es el momento ideal para hacerlo y poder disfrutar una de las grandes bandas de la escena actual, que con su estética propia, levantan el guante de la música nacional y poniéndola en lo más alto.
Mirá más fotos del show
