Juan Ibarlucía: ”Tomo esta nueva etapa como la posibilidad de colaborar en múltiples direcciones”

Juan Ibarlucía estrenó recientemente La Tempestad, su primer disco solista tras década y media de experimentación con diferentes lenguajes musicales que se ponían en tensión en Pommez Internacional.


La tempestad es el resultado de un proceso de sedimentación y maduración de años de búsqueda y experimentación por parte de Juan Ibarlucía. Oscuro por momentos, optimista en otros, encarna la intuición y el autoconocimiento como forma de percibir lo que nos rodea. Es un disco sobre el deseo y sus consecuencias. A poco más de un mes del lanzamiento de su nuevo disco solista, el cantautor lo presentará el próximo sábado 22 de abril en el Teatro Xirgu.


– ¿Qué significa para vos el lanzamiento de La tempestad? ¿Cómo fue llevarlo a cabo?

Hay un punto donde el significado de un disco, y sobre todo un disco que no es ni de cerca el primero que hago, pero es el primero solista, el primero que firmo con mi nombre, tiene por supuesto un significado muy especial. En mi caso fue muy deseado porque por las particularidades también del proceso con Pommez Internacional, que es mi anda anterior, había un camino natural que me llevaba a esta situación. En un sentido muy subjetivo y personal para mí es algo muy lindo de haber podido hacer, creo que es como el inicio de muchas cosas interesantes que van a pasar pronto o que están pasando. Es un momento de mucha satisfacción, estoy viendo bastante movimiento con el disco. Escriben cosas, la gente lo escucha, vamos hacer una sala mediana. Es muy lindo sacar algo y que haya una audiencia que está resonando con un material que tampoco es algo que tenga que ver con la hegemonía comercial, es un material que se corre bastante de ese eje.

– Bastante experimental, digamos…

Sí, me identifico con el termino y –además- en un punto vengo de esa escena, pero también a veces “experimental” es una forma de llamarle al juego. Es un disco hecho a partir del espíritu lúdico, con un ánimo creativo en esos términos. Desde un punto artístico/cultural está bueno que eso lo vean los demás.

– A primera escucha solemos intentar encasillar en algún lugar la música para tratar de enmarcarla. Es interesante que hagas hincapié en como ese “espíritu lúdico” juega un papel en tu forma de componer. Es un disco oscuro, pero sin perder de vista cierto optimismo que contrasta y recrean diferentes escenarios.

Es un disco que arranca muy oscuro, pero que después pega una vuelta y va hacia otro lugar. Justamente tiene que ver con lo lúdico que mencionábamos antes, busca la presencia de una oscuridad que se vincula más con una perspectiva compensada de las cosas que a un sentido nihilista. Habitamos un mundo de luces y sombras, el disco tiene luces y sombras. Intenté muy a conciencia que el disco no terminara en una suerte de pantano negro sino en un lugar que fuera más propositivo, no tanto positivo, que diera cuenta de esa multiplicidad de sentimientos que yo siento que es representativa de mi forma de experimentar la realidad, la música y no solamente la mía también la de mucha gente. No estamos felices todo el tiempo, u oscuros todo el tiempo, nos movemos entre espectros todo el tiempo y siento que eso contamina la música de una forma muy orgánica.

Foto: Mariano Nocitto

– ¿El disco incluye la participación de voces femeninas en tres diferentes canciones, ¿Cómo se dió eso?

Lo central sobre las colaboraciones es que están pensadas a partir de la polifonía, es un disco polifónico. Hace poco me preguntaron por esto de que sea un proyecto “solista” y el termino me parece un poco gracioso porque si bien está mi nombre y yo lo compuse, participaron muchas personas. El espíritu colaborativo esta súper presente en todo el material. La presencia de Paula Maffía, Marina Will y Ximena Giménez le imprimen vocalmente mucha personalidad y ellas tienen lugares muy protagónicos en las canciones. Pero, además, en todos los temas intervienen colaboradores muy importantes. Javier Crespín y Nicolás Rey en “Rencor”, Julián Tenembaum en “Tatuaje”, Carlos Britez en “Animales Nocturnos”. Aunque parezca paradójico, decidí hacer un disco sin mi banda porque quería abrirme, no cerrarme. Había algo del entorno de la banda y de cómo funciona que estaba haciendo que todo fuera muy endogámico. Tomo esta nueva etapa como la posibilidad de colaborar en múltiples direcciones. El espíritu colaborativo para mí enriqueció el disco, lo mejoró, lo amplio y hace que tenga la contundencia sonora que hoy tiene y que no es ni de cerca merito mío solamente, sino del colectivo. 

– La Tempestad vio la luz hace mes y medio, ¿cómo te sentís con la presentación?

Son muchas emociones juntas, una mezcla de vértigo, de felicidad, de entusiasmo, de nervios. También entendiendo que me gusta darle otra dimensión a las cosas. Un disco es algo que nadie me obligó hacer o la presentación es algo que nadie me llevó hacer, es algo que hago por mi propio deseo. Hay entonces momentos de nervios y momentos de estrés vinculados al trabajo o a los desafíos diarios. Vivo de hacer música en Argentina y eso es una locura, el hecho de componer para otros, para cine, para teatro, producir, dar clases, dirigir un espacio artístico como Territorio. Entonces cuando me pongo un poco nervioso me gusta recordarme eso como para darle a los problemas una dimensión real, para no ahogarme en un vaso de agua.

– ¿Qué expectativas para esta nueva etapa?

Gran parte de lo que yo espero tiene que ver con lo que ya estoy haciendo. Lo que espera primero era poder hacer dos singles al nivel o mejores posibles que el repertorio con mi banda, la banda que me llevó de gira por el mundo. Primero hice eso, después fue hacer más canciones nuevas. Ahora intentemos que esto le guste a alguien, o que le llegue a alguien más que le guste. Ahora intentemos tocar en una sala de 80 personas y que esté llena, ahora una de 100 y que este llena, ahora intentemos una de 150 y que esté llena. Ahora intentemos sacar el disco, ahora toca presentarlo. A lo que voy es que intento plantearme cosas que tenga que ver con la práctica de esas mismas cosas porque tengo sueños y anhelos como cualquier persona. Trato de plantearme los objetivos en función de escalas que pueda ir abordando escalonadamente. ¿Qué tengo ganas de hacer ahora? Y ahora tengo ganas de disfrutar de la presentación que estamos preparando. Quiero seguir haciendo esto, seguir pudiendo hacer música solo y con otros, poder seguir tocando más y en mejores lugares, en nuevas ciudades, conocer nuevas personas, tener nuevas aventuras, hay un punto que se trata de eso. Cuando llegás a alguna posta, el camino no se termina, el camino siempre continúa y hay que seguir haciendo.

Juan Ibarlucía presenta el disco este sábado 22 de abril en el Teatro Margarita Xirgu (Chacabuco 875, CABA) desde las 20hs y contará con invitados especiales. En venta por sistema Passline.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Deslizar arriba

Hola! Si querés utilizar esta imagen, escribinos!