La segunda edición del evento que cruza músicos y estilos de la escena local en un mismo escenario demostró que el formato llegó para quedarse.
El Gremio cuenta con apenas dos ediciones, pero de mantenerse fijo en la agenda cultural pinta para clásico. El evento entiende a la perfección por qué nos gusta tanto la escena local. Si hay un factor que define al indie argento ese es, en gran medida, el aguante. El del fan que no se pierde una fecha; el de los que hacen lo imposible para llevar adelante sus proyectos -sea un sello, banda, medio o cualquier otra activación cultural-; el de los músicos, que la reman día a día en jugársela por lo que les mueve.
Los ciclos de El Gremio en Camping funcionan, en cierta forma, como celebración de este sentido de comunidad y empuje mutuo: “Todxs juntxs, todxs tocando las canciones de todxs”, promete el evento. Y por segunda vez cumplió, con un fechón en la noche del jueves. Una banda fija -otra vez formada por Ezequiel Cantero en guitarra, Guille Salort en batería, Lautaro Passadore en percusión y Fran Azorai en teclados- formó de base estable para que un seleccionado de algunos de los más queridos vocalistas de la escena se animaran a cantar y jugar desde el escenario entre material propio y covers; solos y dúos; pero siempre con el factor sorpresa como estandarte.
Tras una breve intro instrumental en la cual la banda nos mostró de lo que sería capaz a lo largo de la noche, la primera en tomar el escenario fue Lola Membrillo -conocida por más de uno por ser una de las mitades de Perotá Chingó- para deleitarnos con “Tu casa”, una de las canciones de su EP debut solista Parda (2020). La naturaleza cruda y hogareña del estudio se mantuvo intacta en el vivo, tan nocturna y seductora como cuando le damos play con los auriculares puestos: todo el resto, desaparece – salvo su voz.
An Espil, por su parte, subió al escenario para presentarse con una versión muy libre -y en igual medida encantadora- de “On & On” de Erykah Badu, saltando libremente del español al inglés; del canto a la palabra hablada. Su irresistible fraseo soulero y magnética presencia -monologando y gesticulando con naturalidad, poniendo cuerpo a la presentación- hicieron de su primera intervención uno de los puntos altos de la noche. Al finalizar, GULI, el proyecto solista de Agustín Bucich, retomó inmediatamente la posta para mostrar lo suyo con el pop retro-psicodélico de “Caminata por el Cosmos”, una de las joyitas de su disco Hanganga (2016).
Con confianza, Fermín Ugarte la rompió con “Ruta 2”, balada corte downtempo que estrenó en 2020 con co-producción de Evar (productor de Dillom y Muerejoven, entre otros). Si bien el paso al vivo implicó el reemplazo de los beats del estudio por una backing band analógica, lo cierto es que fue difícil no enamorarse de esta nueva presentación del tema, que ganó fuerza con cada estribillo, en otra de las postales de la noche que quedan para el recuerdo. Y acto seguido, una sorpresa al estilo Gremio: la primera presentación a modo dúo de la velada, con Lola retomando el escenario junto a Facu Castaño de El Zar.
Previo a un breve intermedio, ocasión ideal para aprovechar a tomar algo y bailar con la musicalización de la DJ Cocogorl, Goyo de Bandalos Chinos fue el último vocalista del line-up anunciado en hacer acto de presencia con “Mi fiesta”, uno de los cortes adelanto del nuevo álbum de la banda. La interpretación, para muchos la primera que oyen en formato vivo, confirma que la magia del grupo -en este caso, la voz de su vocalista en particular- sigue intacta, remitiéndonos a ese pop pulido y sofisticado por el que se han ganado su lugar en la escena.
Pero la clave está en las sorpresas y lo que no se anuncia. Así fue como Elmalamía, el proyecto solista del músico y productor chileno Lucas Solovera, otorgó a la noche una cuota internacional, repitiendo presentación tras haber sido parte también del anterior volumen de El Gremio. Esta vez interpretó “Nopidomucho”, uno de los cortes de su aclamado disco debut DRAMA, dejando a más de uno con ganas de otra canción.
El segundo round de los vocalistas de esta edición tampoco decepcionó. Tras el intermedio, Lola regresó para una versión en clave bossa y funky de “Colapso”, uno de sus más recientes sencillos; mientras que Goyo se dio “un gustito” -en sus propias palabras- para una muy lograda versión de “Mapa de tu amor”, clásico de Spinetta Jade. Otro que optó por un cover fue Guli, que reversionó “Pronta entrega” de Virus en sus términos; en tanto que Fermín y An privilegiaron dos temas de cosecha propia: “Luz y fuerza” y “Sade” respectivamente.
Tras los merecidos momentos de brillo de cada miembro de la banda, con respectivos solos y floreos, el cierre de la velada estuvo a cargo de Goyo, con una interpretación cargada de funk de “Ácido” de los Bandalos que puso a bailar al propio intérprete. La segunda edición de El Gremio vino para confirmar lo que la primera nos había mostrado: el evento pide paso como plato fijo de la escena, cumplidor y necesario en partes iguales.
