El dúo presentó su flamante disco Baño María en el recinto de Villa Crespo y dejó boquiabiertas a más de 17 mil personas con un show histórico.
El viernes por la noche hubo una congregación en el Movistar Arena. 17 mil personas se juntaron para celebrar algo más que un disco, era entregarse a la fiesta que prepararon CA7RIEL y Paco Amoroso. Con el jacuzzi ubicado en medio del recinto, pasadas las nueve de la noche, y como dos ángeles ascendiendo al olimpo, aparecieron los músicos para dar rienda suelta a un show que quedará en la historia.
Desde las alturas comenzaron con “La que puede, puede” y “Baby gangsta”, dándole la bienvenida a las canciones de Baño María, su flamante disco debut. Poco a poco descendieron del anillo de nubes que rodeaba toda la estructura para que suene “Dumbai” (que incluyó samba brasileña y coreo) y explote el baile en el barrio de Villa Crespo. Siguieron con “Mi diosa” y rememoran su primera temporada como banda con “A mí no”, recordando los viejos y confiables hits que los llevaron ahí.
“En el after” fue la antesala del momento solista de cada uno. Con CA7RIEL yéndose a la guitarra, Paco pudo traer toda su estética nocturna a la arena con “Mi deseo” y “Viuda negra”. Su colega, en cambio, apostó por su lado más rockero y experimental con “Muy bien” y “Bad bitch”, demostrando toda su maestría con la guitarra, regalando un hermoso solo que coronó el bloque.
Desapareciendo por unos minutos, volvieron al escenario volando cada uno desde una punta del lugar y resonando fuerte “Sheesh”. Y si para esa altura la excitación era total, cuando apareció Lali para cantar “Supersónico”, todo el Movistar Arena se cayó abajo. Obvio que si quedaba alguna duda, la artista volvió a confirmar por qué es una las reinas del pop nacional, combinando a la perfección con la dupla y despidiéndose épicamente desde las alturas.
Para continuar rememorando los proyectos solistas de cada uno, cantaron “Polvo” de El Disko de CA7RIEL y hasta se animaron a ponerle una pizca de reggae a “Cosas ricas”. Luego volvieron a ponerse la capa de superhéroe y volaron mientras cantaban “Agua”, “Diablo” y “Pirlo”. Esta última fue acompañada por un coro de 17 mil personas que la entonaron como un himno del corazón. Antes de retirarse nuevamente, para que la gente no quede abajo, apelaron a “Chinga sport” del álbum Saeta de Paco y con su ya clásica coreo junto a Anita B Queen y Tío la Bomba, mantuvieron la fiesta encendida.
Recreando su bizarra pelea en el corto de Baño María y todos envaselinados tocaron “Vitamina”, “McFly”, “Todo el día” y “Jala jala”. La arena ya temblaba de los pogos. Para “Ola mina XD”, el dúo poco a poco se iba despidiendo, pero no sin antes cantar “El único” – notándose que la letra pegó por cómo el público la recitó como un poema-, “Ouke” y “Cono hielo”. Ni de Pol-ka invocaron tantas veces a Lamothe como esa noche en el Movistar Arena. El cierre estuvo acompañado de la inesperada aparición de Wanda Nara, yendose los tres con el próximo clásico de culto de la música argentina, “Bad bitch”.
Con una puesta en escena única y a la altura de cualquier show internacional, un setlist excelentemente curado, invitados de lujo y una banda que acompañó a la perfección, CA7RIEL y Paco Amoroso regalaron uno de los shows del año y que quedará para siempre en la historia del dúo. El Movistar Arena fue la consagración de dos artistas que irrumpieron de una patada en el pecho en la escena allá por 2018 y que hoy confirman por qué tienen el lugar que tienen en la actualidad.
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