Bándalos Chinos no sacaba un disco hace mucho tiempo. Había que remontarse al 2012 para encontrar su último LP, homónimo, y luego solo estaban los EPs Nunca estuve acá y En el aire, sumados a un puñado de singles. Por eso, cuando el grupo de zona norte comenzó a dar indicios de la grabación de un nuevo álbum, generó una expectativa enorme entre sus fans.
El misterio fue desvelado el 3 de agosto, y su nombre fue BACH (producto de un juego de palabras: BAndalos CHinos). Aclamado por la crítica, rápidamente se ganó el amor de miles, y su destino parecía certero: el éxito absoluto. Grabado en el mítico estudio Sonic Ranch y producido por Adán Jorodwsky, no fue sorpresa cuando el disco fue nominado a los Premios Gardel como mejor álbum pop (y su single, “Vámonos de viaje”, a mejor canción).
Así, junto a artistas de la escena indie como Aínda Dúo, Conociendo Rusia, Marilina Bertoldi, Salvapantallas y otres, los Bach viajaron a Mendoza con la esperanza de poder conseguir una estatuilla. La categoría Mejor Album Pop estaba, además, integrada por Criaturas (SER), SMS (Salvapantallas), Clásico (Hipnótica) y Un regalo tuyo (Rayos Láser).
Fue uno de los primeros galardones en ser anunciados y el grupo de Beccar no pudo ocultar su éxtasis, antes de que comenzara la transmisión oficial, ya compartían en historias de Instagram fotos con su primer Gardel. Un reconocimiento a la trayectoria y el gran trabajo de los Bándalos Chinos que, sentimos, es más que merecido.
