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Así suena Indie Club Verano: Tarsitano y Sueño Azul

De cara a su show dentro del marco del festival Indie Club Verano, charlamos con Gabriel de Sueño Azul y Tarsitano sobre su cuarentena, el amor, el arte y su inminente presentación en vivo después de tanto tiempo.


¿Cómo se conocen?

Gabriel: Nos conocemos del ambiente. Tarsi labura con Cherno (Hernán Rojkin).

Tarsitano: Claro, Cherno es nuestro nexo en común.

G: Yo produje mi último disco y lo produjo Cherno. Va por ahí y de tenernos del ambiente. Uno va escuchando cosas que van haciendo los artistas. No personalmente, capaz te vi alguna vez pero nunca tocar algo juntos en particular.

T: Te lo agradezco porque esta posibilidad de tocar me la ofreciste vos. Re agradecido y re feliz de compartir con vos.

G: Lo mismo digo. En ese sentido encontré como… cuando uno arma una fecha va buscando artistas con los que quiere compartir, que estén en la misma que uno o parecida, no hace falta estar en la misma. Me parecía que estaba bueno compartir fecha con vos porque te veo laburando, haciendo cosas re copadas y da ganas de compartir. Indie Club me abrió la posibilidad de tocar con alguien o presentarme solo. Yo nunca invito a quien yo quiero sino a quien pienso que debería estar ahí. Creo que tiene que cumplir un rol.

Los proyectos de ambos son distintos a su manera, ¿Por qué elegiste a Tarsitano en particular?

G: Me gustan sus canciones, me gusta el trabajo que viene haciendo y tenemos gente en común. Me agradan sus canciones y me parecen que son sinceras. Más allá de los estilos me parece que está bueno compartir fecha porque es alguien que hace canciones como yo.

T: Yo pienso lo mismo, el punto en común es la canción. Pueden ser géneros que varían un poco pero es un formato canción con un mensaje con atención en las letras, lo de él también lo siento muy sincero.

Los dos encaran la música desde los sentimientos personales, su música es más intima y sincera.

T: No me considero particularmente diestro con ningún instrumento, pero más allá de eso me gusta priorizar la letra y la melodía. Que no haya nada distrayendo, solo si es necesario que pinte una cosa musical más pirotécnica. Yo creo que es parte de mis limitaciones. Cuando era más joven quizás si me dejaba llevar por el solo, “mirá como suena esa bata”, pero a medida que fui creciendo me empezaron a preocupar más otras cosas, me empecé a interesar por la política, las emociones más genuinas y ya el puente me chupa un huevo. Ahora estoy en esa.

G: Pienso lo mismo, la canción es algo que une a muchos artistas. En mi caso, si armo un show con un músico que es re zarpado doy un espacio para el solo, el vivo se presta para eso. Creo que con Tarsitano tenemos eso de la canción. Yo también le empecé a dar más bola con el tiempo a las letras hacia lo que me interesa.

Eso se nota en tu último disco, Romántico y posmoderno. Te salió algo bastante conceptual.

G: Fue la idea. Hay mucho de eso, hay un amor romántico re Disney pero también hay un amor romántico que yo siento que es el compromiso por el otro, el compañerismo… Una cuestión romántica de la vida que la gente no se está animando a llevarla a cabo. Tampoco está bueno no comprometerse con nada y que todos los vínculos sean desechables.

T: Te entiendo perfectamente. Fui víctima de vínculos así en los últimos años y ningún extremo está bueno. Una cosa es amor libre y otra cosa es libertinaje, que te chupe un huevo la otra persona. Del romance estamos re lejos y hay muchas ideas que quieren abolirlo, sobre todo al amor romántico. Es una forma de encararlo.

G: Quizás hoy el romanticismo sería amar con cuidados a la otra persona, no tener miedo a ser romántico. Yo me siento una persona romántica, hago canciones, si no puedo ser romántico no puedo pensar en hacer canciones.

Es un síntoma de la época, me parece re interesante la propuesta de revisarlo. Cambiando de tema: Los dos van a estar presentando cosas nuevas este sábado, Tarsitano sus singles y Gabi, Romántico posmoderno.

T: De momento tengo “El chiste” y “Cuarenta veces”. También hay uno nuevo que voy a estar estrenando el sábado que se llama “Un aplauso”. Creo que va a ser el último single antes del nuevo disco. Estoy seguro que para este año lo voy a tener, para septiembre.

Me imagino que estarán emocionados de poder volver a presentarse en vivo…

G: Totalmente. Volver a tocar, volver a tener esa presencialidad y sentir los cuerpos vibrando le da sentido a nuestra profesión porque con la pandemia les músiques quedamos desamparados. No podíamos hacer nada básicamente más que preparar material, todo lo que es la presencia física y la fuerza de cantar una canción en vivo no estaba. Empiezan a aparecer modalidades, que obviamente no son las que eran, pero está bueno que pueda suceder sin olvidar que estamos en una pandemia, que la gente se está muriendo. Dentro de ese contexto poder hacer recitales cuidándonos entre todes.

T: Gabi uso la palabra correcta: “desamparo”. Al menos yo lo viví así, me deprimí un montón. En el momento no te das cuenta que fue por eso pero ahora que empezás a tocar, a tener contacto con gente… Yo me relacionaba, me vinculaba con gente nueva a través de esto, por lo que hacía. Eso también se cortó y me sentí muy solo en lo artístico y lo personal. Estamos haciendo arte que vincula las emociones, entonces todo va de la mano.

El arte necesariamente precisa de un otro que la perciba.

T: Para mi el arte hay que compartirlo siempre. Vivimos en comunidad, así como las células forman parte de una cosa más grande nosotros también, y si la célula se queda ahí y no hace nada se muere. Hay que compartir y creo que si no se comparte no tiene ningún sentido para la naturaleza.

G: No hacemos la música para complacer pero si para compartir.

T: Creo que la obra se termina de cerrar cuando alguien la interpreta, porque si te la guardas para vos, ¿qué objeto tiene? ¿qué objeto tiene haber convertido un…? Bueno, capaz en lo personal te ayudó, ¡pero que egoísta! Compartilo así le hace bien a alguien más.

Borges hablaba de que un cuento es muchos cuentos según quién lo lea.

T: Me voy al carajo. La mecánica cuántica dice que el sujeto al observar, modifica ya. El experimento sobre el gato que está y no está en la caja, hasta que no abrimos la caja el gato está y no está también. Es medio complejo, pero la mirada condiciona. Con la obra es lo mismo.

G: No se si a vos, Rodri, te pasa que hasta que no mostrás una canción y necesitas tocarla a alguien a ver qué pasa. Cuando la tocás vos solo sentís una cosa y cuando se la tocas a alguien sentís otra. A mi me pasa que al mostrar una canción a alguien ya pasa a otro lugar. Te den una opinión o no, ya al cantarla es otra cosa.

T: Se convierte en otra cosa, yo le digo transducción. La transducción es cuando una energía se convierte en otra energía, como el voltaje en acústica; cuando pones el CD, va por el cablecito y sale por el parlante y sentís esa cosa que te llega. Yo creo que es un sentimiento que te atraviesa y cuando sale es otra cosa, necesita un receptor sí o sí.


Tarsitano y Sueño Azul se presentarán el sábado 6 en el festival Indie Club Verano. Adquirí tus entradas haciendo click aquí.

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