Primal Scream coronó su amor por Argentina con un show épico en el C Art Media
En su sexta visita al país, Primal Scream se presentó en el Music Wins y, por si eso no alcanzaba, le regaló al público argentino una noche más llena de épica y rock en el Complejo C Art Media.
Primal Scream es sinónimo de rock y psicodelia, géneros que van de la mano con el público argentino. Un público que no solo tiene una fuerte conexión con el rock, sino que también fue uno de los mejores en adoptar ese espíritu stone o britpopero. Y si ya se había notado en el Music Wins —donde el grupo de gente podía ser un poco más heterogéneo—, en el Complejo C Art Media se terminó de consolidar ese amor entre la banda escocesa y el público argentino.
Lejos de arrancar tranquilos, la banda liderada por Bobby Gillespie salió a comerse la cancha y tocó “Don’t fight it, feel it”, de su aclamado disco Screamadelica (1991); “Love insurrection”, de su último álbum Come Ahead (2024), desbordando de psicodelia el lugar; y “Jailbird”, mostrando su lado más stone. Luego, por un breve momento, el aire del lugar se detuvo: comenzaron a sonar unas voces angelicales y, con la primera nota de bajo de Simone Butler, ya todos estaban en el trance de “Ready to go home”.
Algo que demostró el grupo es que no venía a vivir de la nostalgia. Continuaron presentando canciones de Come Ahead, y “Deep dark waters” fue uno de los tantos ejemplos de que, después de más de cuarenta años tocando juntos, la magia sigue intacta. Porque Primal Scream es un viaje estrambótico, uno que todos deberían atravesar hasta llegar al éxtasis musical más alto.
“Medication” fue un guiño para los viejos fanáticos, pero solo una breve parada antes de entrar en la psicodelia de “Innocent money”, con un Bobby Gillespie más fino que nunca y que, a pesar de sus sesenta y tres años, sigue siendo un alma joven. Uno de los puntos más altos llegó cuando revivieron su clásico “I’m losing more than I’ll ever have”, en el que más de uno levantó su encendedor y lo coreó con el corazón en la mano. Y si faltaba algo para agregarle mística a la velada, Bobby levantó en alto una camiseta de Maradona y le dedicó “Loaded”, regalando un momento que quedará grabado para siempre.
Después solo vino una catarata de hits: “Swastika eyes”, los himnos “Movin’ on up” y “Country girl”, en una versión extendida que hizo que el C Art Media se volviera una caldera. Se despidieron del público por unos minutos y volvieron al escenario con Bobby con la camiseta de Diego para cerrar el show con “Damaged”, la sentimental “Come together” —que incluyó un fragmento de “Suspicious minds” de Elvis Presley— y “Rocks”.
En su tercera vuelta por el país, Primal Scream no solo volvió a confirmar por qué es una banda emblemática, sino que terminó de afianzar su vínculo con el público argentino. Si su presentación en el Music Wins ya había dejado una huella, con su show en el C Art Media terminó de ganarse el corazón de todos los argentinos.
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