1915 entrevista

1915: “‘Ceremonia’ es una propuesta de volver con esperanzas”

La banda habló con Indie Club sobre su último disco de estudio, el rol de Evlay como productor, cómo viven la actualidad del país a través de su música y la preparación de su show en el C Art Media el próximo 14 de noviembre.


Con el EP La promesa (2025) como transición, 1915 lanzó Ceremonia, su quinto disco de estudio y sucesor de Fuera de lugar (2022), que de la mano de Evlay en producción, apostaron por un sonido más electrónico y sónico, atravesando sus distintas facetas sonoras, logrando un cambio de rumbo rotundo en la carrera de la banda.  

En una charla con Indie Club, Cruz Hunkeler (voz y guitarra), Federico “Penzo” Penzotti (teclados) y Alejo Freixas (bajo) contaron cómo fue el proceso de composición de Ceremonia, la presencia de Evlay como productor y cómo viven la actualidad del país y del mundo. Además, hablaron sobre el aniversario de Dual, su primer disco de estudio, y la preparación para su show en el Complejo C Art Media el próximo 14 de noviembre. 


– Acaban de lanzar Ceremonia y yo siempre digo que Fuera de lugar es su tesis rockera y está la más electrónica. ¿Cómo fue el proceso en la búsqueda del sonido de este disco? 

Cruz Hunkeler: Fue muy diferente a todos los demás discos. En diciembre nos juntamos por primera vez con Evlay, el productor del disco, un poco para ver cómo funcionaba la cosa, si había química entre nosotros. Ya veníamos con la intención de laburar con él desde Fuera de lugar y no se pudo dar porque tenía giras y otras cosas, y terminó surgiendo un disco completamente diferente. Entonces nos juntamos en diciembre para ver cómo funcionaba la cosa y funcionó muy bien. Compusimos algo de cero, que fue “Dos partes”, una de las canciones que terminó en el disco. Seguimos la producción de esa manera, llegando al estudio con ninguna idea, laburando algún beat con él y generalmente terminábamos en un día más o menos la canción. Después yo escribía la letra y la melodía y la íbamos cerrando, pero fue una producción muy rápida, muy diferente a lo que habíamos hecho previamente y creo que el sonido es un poco la mezcla entre nuestros recursos, los que se fueron pasando de disco a disco y también el audio característico de Evlay. 

– ¿Qué influencias sienten que los atravesaron a medida que iban componiendo? 

Alejo Freixas: En la previa del disco estuvimos escuchando bastante Magdalena Bay y Todd Terje. También siempre estamos muy atentos a todo lo que lanzan los artistas argentinos, escuchamos a todos por igual. No precisamente influencias, pero estamos muy atentos a los lanzamientos del día a día, estamos tratando de estar actualizados no solo en la escucha, sino también en la forma en la que sonamos, por eso también la búsqueda del audio de este disco. Tratamos de hacer algo que fuera moderno, que fuera disruptivo, al menos en nuestra discografía, y creo que lo logramos, así que contentos por eso. Precisamente no sé si hay alguna influencia que haya quedado tan marcada en el disco, pero sí estuvimos muy atentos a las cosas que se escuchan en el día de hoy. 

– Les quería preguntar por el germen de dos canciones en específico del disco. La primera, “Eco”, que entra como una patada a los dientes y tiene esa explosión de sintetizadores.

AF: Esa fue una idea de Evlay, que un día que llegamos a su estudio había armado ese arpegiador de sintetizadores con el que arranca la canción y tenía eso y el triángulo. “Tengo estos dos elementos y esta mezcla de elementos me encanta”, nos dijo. Por un lado, algo supertecnológico y basado en secuencias y, por otro lado, un simple triángulo. Y él estaba enamorado de la conjunción de esas dos cosas. Ese fue el germen, a partir de ahí se hizo la canción. Luego apareció el riff de guitarras y no sé si esa misma juntada u otra apareció después lo que es la armonía del estribillo y el outro.

CH: En la letra no me lo imaginaba todavía como primera canción del disco, y lo que es curioso es que es de las pocas que tiene esta cuestión más anterior nuestra de ver qué es lo que pasa alrededor y comentar al respecto de las miradas de la gente en Buenos Aires y de la desesperación del día a día. Además, esa fue de las primeras letras que escribí. 

– Para de a poco ir metiéndome en las letras, otra de las canciones por la cual les quería preguntar es “Caminos paralelos”, que tiene ese tono oscuro antes del final esperanzador del disco.

Federico Penzotti: Esa creo que ya fue en Romaphonic en el estudio C, arriba de todo, que partimos primero desde la guitarra haciendo los acordes del verso con acústica. Después, cuando armamos el estribillo, hacíamos lo del outro, pero era demasiada data y dijimos “no, dejémoslo como lo otro”. Como que lo dejamos afuera un rato y volvimos a hacer un estribillo más redondito. Pero sí, esa canción surgió en Romaphonic y con participación también de Nicolás Ejchenbaun, productor y más conocido como Neekl. Él también trabajó bastante en ese tema. 

– En cuanto a las letras, en La promesa tienen la canción “Los 90”, que tiene una letra bastante directa. Y en este disco, en cuanto a las composiciones, tiene una búsqueda más onírica, sin escaparse de la realidad y la actualidad que los atraviesa, pero más abiertas a la fantasía del oyente, ¿por qué este cambio? 

CH: Por ahí no es aplicado al momento, no es lo más justo para esta etapa que es tan extremo todo lo que estamos viviendo y que está bastante fácil pegarle al tipo que nos preside, pero sentimos que no queríamos llenar de solemnidad el mensaje del disco y que sea una bajada de línea directa, porque un poco ya lo hicimos.

Queremos evolucionar y hacer cosas diferentes, y realmente sentimos que la batalla que queremos dar ahora está en un plano más casi de lo espiritual o de lo simbólico, que es esa la pelea que queríamos agarrar más que ser directos con una gestión de gobierno o no, que lo hemos hecho y también está perfecto y recontra válido y muchas de las cosas que pensamos las decimos, pero capaz a través de estas canciones musicalmente pedían otra cosa. Como la música la hicimos antes y tenían un tinte tan visual y tan metafórico desde la música, creo que pedían eso las letras y de otra forma no hubiera combinado tan bien.

AF: El mundo está pasando por un momento de un exceso de realidad y está sobresaturado el mercado de información. No sentíamos que le hiciera falta a nadie otra opinión más, por lo menos no directa o no tan coyuntural. Como dice Cruz, lo que buscamos fue plantearnos sobre cuestiones más espirituales, más de la persona, de las sensaciones que puede estar teniendo la gente atravesando esto y no los hechos que van sucediendo, no meternos en el contexto y en el día a día porque está acelerando de una manera que una banda como nosotros, que hace discos, que requiere que el público se detenga a escuchar ocho canciones, y que probablemente por un año y medio o dos no hagamos otro, no podemos estar involucrados en cuestiones coyunturales que cambian minuto a minuto. Cuando empezamos a hacer el disco, el mundo y el país pintaba muy distinto a lo que es ahora. Y todo se derrumba y se vuelve a construir en cuestiones muy rápidas. Pero descubrimos que sí hay cosas que están atravesando la época y queríamos expresarnos sobre esas. 

– Tanto en el disco como en la película que acompaña, el personaje comienza solo y después se encuentra con el otro, terminando todo con un final esperanzador. ¿Personalmente ustedes tienen más esperanzas como el final del álbum o atraviesan una etapa más de abatimiento?

AF: El disco es también un reflejo de la dualidad del humano y de este camino del individuo a lo colectivo. Tiene las dos caras de la misma moneda y uno en el día a día va pasando por las distintas que hay. Creo que estamos planteando una visión esperanzadora nuevamente y nosotros mismos pasamos por la etapa de aislamiento, de soledad y de sentirse un extranjero, de sentirse fuera de lugar y Ceremonia justamente es una propuesta de volver con esperanzas de que se pueda. A través de la música, pero con un mensaje para el humano en sí. 

– El año que viene se cumplen diez años de Dual, su primer disco de estudio. ¿Son conscientes del trayecto que tienen hasta ahora? 

Penzo: Sí, hablábamos el otro día que se cumplían diez años. No sé cuál va a ser el festejo, pero seguramente grande. Y sí, fue un disco que hicimos apenas terminamos el colegio secundario, que fue quizás el que más desafío nos trajo, porque fue un antes y un después en un grupo de amigos de colegio que hacían canciones de nueve minutos, a pasar a tener un poco más de noción de un concepto, de un álbum, de un arte de tapa.

Creo que es un buen momento estos diez años porque entre Dual y Ceremonia hay cinco obras conceptuales que dejamos y Ceremonia de algún modo es una forma de resignificar ese mensaje de dualidad, resignificándolo y al mismo tiempo dándole un sentido más esperanzador. Así que seguramente estos dos discos combinen bien para hacer algo el año que viene. 

– Él Mató hace poco regrabó su primer disco por los veinte años. ¿A ustedes les gustaría hacer algo parecido con Dual

CH: Estaría bueno, pero algunas cosas ya nos quedan un poco ajenas. O sea, si bien seguimos teniendo esa cosa de rareza de un acorde que no usaría o que generalmente no se use, o que tenemos algún ritmo raro o lo que sea, está más esparcido en elementos específicos de cada tanto. Por ahí la búsqueda de Dual musicalmente y armónicamente estaba muy influida por el rock progresivo y por toda la música datera que escuchábamos, y si bien eso sigue en nuestro gen por ahí no es lo que haríamos exactamente hoy en día, pero en un sentido de celebración si, recontra. Estamos muy contentos con Dual, lo escuchamos cada tanto y nos da nostalgia y alegría. 

– ¿Cómo se preparan para el show del C Art Media? Tengo entendido que este disco replantea mucho su vivo.

CH: Creo que siempre que tocamos en un lugar nuevo o que nos presentamos en Capital, que suele ser una o dos veces por año, siempre tratamos de que sea un escalón más para la banda, tanto en lo técnico como en lo personal, en nuestras interpretaciones. Humanamente yo sé que todos lo vemos como un checkpoint al cual hay que llegar y para el cual hay que construir un montón de cosas alrededor, no solo musicales, sino personales. Yo voy a clases de canto o entreno más, los pibes también practican sus instrumentos, Penzo está montando las pistas para un show zarpado. Desde lo técnico y lo personal, que ambas cosas se cruzan mucho, la fecha y el lugar donde se desencadenan un montón de cosas y creo que eso la gente lo va a ver. Va a ser un nuevo 1915, al igual desde que salió Ceremonia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Deslizar arriba

Hola! Si querés utilizar esta imagen, escribinos!