De la mano de Matías Cella y Luca Bocci, la artista se consagra con su segundo disco de estudio, mostrando distintas facetas musicales y exponiendo sus lados más íntimos, permitiendo al oyente que atraviese y sienta el viaje existencial que tuvo estos últimos años.
Parece que paso una vida desde “A la luna” (2017) o Antes (de florecer) (2020), los primeros trabajos de Chechi de Marcos. En el mientras tanto, supo ir acomodándose en la escena y ocupando roles secundarios como corista de grandes artistas -entre los que se encontraba Conociendo Rusia-, y ahí fue armándose. En 2022 dio un paso adelante con su álbum debut Cecilia, el cual no solo mostró su marca propia, sino que también la llevó a tocar en lugares históricos como Niceto Club.
Más armada y con hambre de ir por más, Chechi convocó a Matías Cella (Drexler, Isla de Caras, Hipnótica, entre otros) y a Luca Bocci para que la acompañen desde el lado de la producción y sacar El ángel que soy, un disco que muestra la intimidad de la artista, las dudas existenciales que tuvo a lo largo de estos años y el camino recorrido que tuvo que hacer. Así, poniéndose en la posición de un ángel lejos de ser perfecto, muestra sus diferentes facetas musicales con un sonido crudo y tocado, alejándose de las máquinas y programaciones, y regalando letras íntimas, que reflejan lo más preciado de su ser.
El disco abre con “El ángel que soy”, un rock/pop poderoso donde Chechi revela su incomodidad en el mundo, pero con un ritmo frenético y pegadizo, muestra como busca una salida a los problemas de la vida. “Quiero despegar del suelo / como el ángel que soy / ya no quiero que me entiendan / si estoy rota no fui yo”. Y como un mundo de fantasía, cerrando el tema, se conjuga un mundo donde las guitarras se entrelazan con los sintetizadores para darle forma al universo de Marcos.
En “No te olvidarás de mí”, Chechi retrotrae a ese sonido que tenía Mi Amigo Invencible en Isla de oro y Arco y flecha, un pop atravesado por una línea de bajo pegadiza, teclados retros y una mezcla perfecta entre la potencia de una guitarra acústica y eléctrica. Además, muestra la lucha interna de la cantante por ese deseo de seguir atada a un amor, pero a la vez querer soltarlo y seguir adelante: “Hasta que me olvide yo de vos, no te olvidaras de mí”.
“Vamos a casarnos” sigue la línea rock/pop, pero le suma arreglos de voces que le agregan belleza a una canción que retrata la cruda realidad de la vida, pero que, a pesar de todo eso, hay que aferrarse a lo bueno. “Vamos a casarnos y luego divorciarnos / y ahora quién nos salvará / también eso me creí / algo habrá que hacer / pero estemos juntos”. La frutilla del postre la pone la orquestación de la guitarra que le da el final épico que pedía la composición.
“Alergia primaveral” trae elementos de Fiona Apple para la ambientación, pero dándole lugar a la voz de Chechi para llevarse todo el protagonismo. Y como en los vaivenes de la vida, Cecilia vuelve a desarmarse para rendirse: “Es humano no entender, mirarse al espejo y echarle la culpa a Dios”, pero a pesar de todo, en el fondo sigue ese deseo e intención de mirar y seguir para adelante. “Aunque muero por saber, no quiero morir”.
Siguiendo el álbum, la acústica marca el camino y “Esperanza” comienza a desgarrarse poco a poco, mostrando el lado más íntimo y minimalista de Marcos. “Todavía soy la misma niña que fui ayer”, esboza la cantante, entregándose por completo su ser. En cambio, “Nunca te vayas de casa” tiene dejes de artistas como Clairo y Biig Piig, con un ritmo groovero y lo-fi. Luego la aparición de la guitarra acústica remata y le aporta el color que pide la canción. Ya en el final Cella y de Marcos tiran toda la carne al asador y se ponen lúdicos para coronar uno de los temas que fue corte de disco.
En “Amar sin saber” Chechi deja de lado las sutilezas y se empodera dejando un mensaje fuerte y claro: “Nunca tuviste el valor de amar sin saber / qué puede suceder / por jugar tan cagón / te perdiste de mí”. Además, una característica que tiene Chechi, y que mostró en sus trabajos anteriores, pero que con este disco lo reafirma, es hacer canciones personales, pero con ese poder de, en su sentimiento y expresión, reflejar el de los demás.
Para “Vos y yo :3”, de Marcos se anima meterse un poco a jugar con el hyperpop y los efectos de voces, para dar un giro de 180° al sonido que venía mostrando en los temas anteriores. Después de tanta intensidad, finaliza en fade out a solo teclado y voz. Y por si la referencia a Mi Amigo Invencible parecía coincidencia, Chechi invita al Príncipe Idiota a que la acompañe en “Desaparecí”, regalando un dueto pop perfecto y mezclando el estilo de Ceci con el del mendocino en una amalgama de dulzura, esperanza y groove.
Continuando con las colaboraciones del disco, ahora aparece el chileno Francisco Victoria en “Cena familiar”, y así siguiendo con esa línea e inspiración cordillerana. Ahí, el artista acompaña a la cantante en una canción pop melódica y que habla de un amor perdido. “Si ya no sé nada de vos / tampoco sé dónde encontrarte”, se sincera Chechi. Bello el toque desde la producción de comenzar la composición de una forma minimalista y a medida que las voces de los artistas van tomando fuerza, ir sumándole capas para terminar en un beat explosivo.
El ángel que soy es un viaje por la vida de Chechi, y si faltaba algo para confirmarlo, “Sailor Moon” lo reafirma trayendo referencias a la infancia de la artista. Las guitarras al mejor estilo western y la voz de Lola Parda coronan la canción. “Estoy esperando que decidas lo que vas a hacer / si contarle a todo el mundo o guardarnos el placer”, una letra llena de nostalgia y melancolía.
“Cuarto oscuro” marca el final del camino que atravesó Chechi de Marcos para este disco. Y que mejor para cerrarlo que una canción que se grabó en una toma solo con de Marcos y su guitarra. “Si la tristeza prende un fuego en mí, que la tristeza prenda un fuego en mí”, porque de eso se trata el viaje existencial que tuvo la artista para componer este disco, exponiéndose, desgarrándose, pero también mostrando lo bello de este mundo roto. Porque así se definió ella, un ángel perfectamente imperfecto.
Escuchá El ángel que soy de Chechi de Marcos y más lanzamientos del 2025 en nuestra playlist de Spotify.