En el marco de la fecha Boedo Antisocial Club, el grupo mostró su segundo videoclip en el año.
Encarnando el espíritu autogestivo del indie, Sueño Azul organizó una fecha para presentar su último videoclip en la casa de su cantante. Acompañados de Melile, Juana Rozas y Gastón y su ego, formaron una noche íntima y musical.
Gabriel Kerman, cantante y frontman de Sueño Azul, nos recibió en su casa, rearmada para convertirse esta noche en la sede del Boedo Antisocial Club. Melómanxs, fotógrafxs, poetas, músicxs, todos disfrutando distintas expresiones artísticas en el marco de una presentación especial por la banda anfitriona.
Melile comenzó la noche con su show unipersonal. Armado de sintetizadores, computadora y guitarra, su música fluyó al igual que sus movimientos, tan importantes como las letras y sonidos que emanaban de los parlantes.
Le siguió Juana Rozas, una de las figuras emergentes de este año en el indie. Acompañada de guitarra y percusión, reversionó muchas de sus canciones y sumó covers de boleros y tangos al show.
La música encontró un interludio con la lectura de poesía vinculada al tarot por Kika, para continuar con Gastón y su ego. Armado de su guitarra y una computadora, el artista repasó su primer álbum Chicos normales (2018), y anunció la grabación de un segundo disco para el 2020.
El cierre llegaba con Sueño Azul, pero antes tocó la presentación del videoclip de “Apagar el fuego”, tercer corte de su LP Dónde está el amor (2019). Realizado por Ramiro Antico, fue proyectado y recibió el aplauso de les presentes para dar comienzo al recital.
La banda tocó su repertorio completo, sumando una versión de “Pronta entrega”, de Virus. Con luces apagadas y solo las visuales formando el ambiente, el grupo cerró una noche auténticamente indie.
📷 Pedro Henestroza