Luna Sujatovich entrevista

Luna Sujatovich: “Me llevó mucho tiempo llegar hasta acá, a veces hay que vivir la vida antes de encarar el desafío de un disco”

La compositora lanzó Desafío guerrero, su primer disco con su proyecto solista. De cara al lanzamiento, conversó con Indie Club sobre el mismo y lo que significa para ella poder cumplir con este objetivo.


Luna Sujatovich es una reconocida cantante, compositora y pianista dentro del mundillo de la música nacional, además del teatro y el cine. Forma parte de la banda de Coti Sorokin y del ensamble latinoamericano La Colmena y también dirigió algunos proyectos como “Se trata de nosotras”(2015) y “Fórmulas perfectas”(2020). 

Sin embargo, no había grabado nada propio hasta el momento. Este 15 de junio por fin vio la luz su álbum debut Desafío Guerrero, que incluye tres singles adelanto “En la mañana”, “Vamos a nadar” y “Esta noche” ft Conociendo Rusia. Luna conversó con Indie Club sobre la decisión de lanzarlo, el proceso creativo y de grabación. También opinó sobre el lugar de las mujeres en la música  y su apellido. 


El 15 de junio va a salir tu primer disco, pero tu trayectoria musical viene desde que sos bastante chica. ¿por qué ahora? ¿Cómo fue que decidiste grabarlo? Casi no tenés nada grabado sola…

Tal cual, venía grabando cosas  de forma muy esporádica, en especial para la facultad. Que si bien me las terminaba apropiando, por ejemplo, cosas para piano solista, trabajos instrumentales o de ensamble. Venía componiendo, pero no cosas como para largar de la forma que yo quiero en este momento. Ahora quiero salir a cantar y tocar mi música, Acá -el disco- pude combinar todo lo que me gusta con lo que me interesa, que es poder mezclar y jugar con diferentes géneros en formato canción. Me llevó mucho tiempo llegar hasta acá, a veces hay que vivir la vida antes de encarar el desafío de un disco, que nos pasen cosas para que nuestra producción tenga un contenido más interesante. Antes no me sentía lista. 

¿Por qué elegiste “En la mañana”, “Vamos a nadar” y “Esta noche”? Pudiste elegir “Desafío guerrero”, por ejemplo… 

“En la mañana” es la canción más ecléctica, una muestra de la paleta de colores que es el disco. Funcionó como una especie de prueba de fuego (risas) porque es difícil de categorizar. Y la letra habla de esto de salir, de hacer el propio camino. En cambio, “Vamos a nadar” es la contrapropuesta, es más estructurada, más pop, más liviana y alegre. Y “Esta noche” muestra la pata folclórica del disco. Las 3 son un pantallazo del álbum. 

También estás muy activa en proyectos de otres músiques, como ser parte de la banda de Coti Sorokin. Todo eso lleva su tiempo. 

Desde el 2012 formo parte de la banda de Coti y también de La Colmena, que es un grupo de música latinoamericana de voces y percusión, somos 17 personas. Estos dos proyectos me mantuvieron muy activa, haciendo muchas cosas. Y, además, también participando de otros proyectos que iban surgiendo. Por ejemplo “Se trata de nosotras” estaba destinado a la problemática de la trata de mujeres.  

Foto de tapa: Guido Adler.

¿Cómo fue el proceso creativo del disco? ¿Cómo surgieron las canciones? ¿Las fuiste haciendo y archivando, y llegado el momento las seleccionaste? ¿Cómo fue grabarlo? Lo alcanzaste a hacer  justo antes de la pandemia, y muches otres artistas no corrieron con la misma suerte.

De los ocho temas que componen el álbum, el primero fue uno que se llama “Rumor”, lo compuse en 2015. El resto surgieron a partir de un taller de canciones que hice con Edgardo Cardozo, un músico y compositor de nuestro país que es espectacular. Él hace muchos años que da estos talleres que son grupales, vos llevás tus ideas y partiendo de consignas que te va tirando se arma una especie de mesa de debate y opinión que hace que te vayas a tu casa con un montón de movimiento. Creo que este taller fue lo mejor que me pudo pasar porque yo venía trabajando sola, probando hacer canciones sola y no me estaba funcionando, no me gustaba lo que pasaba (risas). Le mostraba lo que hacía a amigues y era un rotundo “ni a mí me gusta esto, ¿porqué estoy esperando que le guste a otres?”. Asique fue en ese taller que pude concretar las ideas de todos mis temas, menos de “Vamos a nadar” que lo compuse mientras ya estábamos produciendo el disco. El taller fue durante el 2018, y en 2019 empezamos con la etapa de producción con Nico Btesh, que fue quién lo produjo. Musicalmente venimos de palos diferentes, el viene más del palo indie -Francisca y Los Exploradores, Conociendo Rusia, Feli Colina, viene en ese plan-. Y yo no, vengo de otro lado. Esa diferencia estuvo buena, él me ayudó mucho a bajar un poco a la tierra en algunas cosas, a no irme por las ramas, realmente estuvo muy buena esa yunta. Yo tenía los temas en piano y voz, ese era mi boceto, y con Nico empezamos a probar cómo vestir a esas canciones. Cada una fue un desafío particular, si te enfocas en un género tenés que llevar la canción a ese lugar, a ese tipo de instrumentación. Pero no podíamos hacer eso con estos temas, entonces fue un laburo muy respetuoso con la canción, decíamos “bueno, a ver qué pide esta canción? démosle bolilla. Si este tema da a folclore, pero no tradicional, que sea así. Vamos a ponerle un bombo legüero, pero una armonía que no viene del folclore”. Lo mismo con el candombe, hay una canción que se llama “Ensueño”, que también pega en el palo y ni siquiera hay unas cuerdas de candombe tocando. Así que fue un laburo re lindo, y en un punto el título del álbum -que es Desafío guerrero– nace de una canción incluida del mismo nombre, que habla justamente del desafío que implica este primer material y de la diversidad de músicas que se me presentaban. 

Mas allá de esta diversidad señalás que existe entre las canciones que lo componen, se nota una presencia muy fuerte de cierta identidad rioplatense que funciona como marca identitaria y como hilo conductor entre ellas. La presencia de Nico es una sorpresa un poco inesperada y realmente deja que cada una fluya a su manera. ¿Qué tal les músiques que te acompañaron? 

La verdad que se sumaron totalmente a ciegas (risas), yo no tenía fecha, no tenía banda, no tenía nada. Para mí el compromiso de elles fue increíble. Son: Juan Gimenez Kuj en bajo, Guille Salort en batería, ambos tocan en Conociendo Rusia, hay una especie de cocina familiar (risas). También Tomás Fraga en guitarra, el viene del palo del jazz de Buenos Aires. Y Facundo Guevara, y viene de otro plan también, un musicazo. Sumamos un cuarteto de cuerdas conformado por Guillermo Rubino, Matias Scheines, Elizabeth Ridolfi y Paula Pomeraniec, hemos laburado mucho juntes y trabajamos varias veces haciendo arreglos para otres artistas. 

¿Y toda la otra etapa de posproducción? Por lo que tengo entendido, fue ya durante la primera etapa de la pandemia. ¿Cómo viviste eso y la relación con esa etapa? 

El disco se terminó de grabar a fines de 2019, y el 2020 fue un año de ir recibiendo las mezclas por mail. Tuc, tuc, tuc, ida y vuelta, ida y vuelta. Lo escuchaba acá en casa y todo así, por teléfono, a Ezequiel Kronenberg -que mezcló el disco- lo vi una sola vez (risas). Literal, cuando se pudo me fui hasta el estudio, le dimos el cierre, un moñito y a mastering. Eso fue a fines del 2020, y se encargó Pablo López Ruiz en Estudio 332. Y mientras pasaba todo eso empecé a trabajar la parte estética, tapas, vestuario; que lo hicimos con Guido Adler (fotógrafo),  Max Rompo (diseñador) y Fede Castelló (vestuarista). Con Guido craneamos la identidad, nos fuimos y volvimos, y él es un fotógrafo muy requerido y justo lo agarré en un momento ideal por la situación que estábamos pasando, que cuando se reactivó todo ya casi no tenía tiempo. Así que tuve esa suerte. A fin de año ya teníamos las fotos de donde salieron todas las tapas, y terminamos el año con la programación de la grabación del videoclip de “En la mañana”, que terminó siendo en abril por doble postergación. Una porque me enfermé yo, el día anterior a filmar di positivo en Covid y tuvimos que postergarlo. 

Foto: Guido Adler.

Saliendo un poco del disco y enfocándonos más en tu carrera como música, un mundo en el que te insertaste a muy temprana edad y en el cual te desempeñaste en roles muy importantes como dirección o como parte de otros proyectos. ¿Qué pensás de la participación de las mujeres y diversidades en este contexto en el cual, si bien siempre existieron grandes músicas argentinas, no había el grado de compromiso y visibilidad que tenemos actualmente?

Me parece que era hora que se deje de subestimar a las mujeres, porque está esa cosa del chabón que se la cree y que el cambio más grande va ser cuando deje de existir la creencia de que no estamos a la altura. Yo, en lo personal, me siento afortunada de casi no tuvo que lidiar con el machismo -casi, eh(risas)-. Tengo algunas cositas que puedo contar, algunas experiencias desafortunadas con alguna que otra persona que me ha dicho cosas que no me gustaron, me tuve que fumar alguna que otra. Incluso de colegas que no se dan cuenta y te dicen “¿por qué decís eso si no es así?”. Sin dar nombres porque no tiene sentido, pero cosas como “a vos te respetan porque sos la hija de Leo Sujatovich”, y me lo han dicho compañeros de trabajo que me conocen hace años, y yo digo “¿de verdad pensás que es así?” porque me conocen y saben lo que hago y cómo trabajo, y me siguen eligiendo para trabajar, diciéndome que mi trabajo aporta, ¿por qué seguís pensando que me eligen por ser la hija de? De verdad creo que no se dan cuenta, en el fondo no quieren aceptar que las mujeres podemos hacer las cosas.

-Un poco por ahí iba mi pregunta, no sé si por Leo, pero sí por “el peso” del apellido Sujatovich en la música argentina, me imagino que te debe haber condicionado más de una vez. Que si bien supiste desarrollar tu trayectoria por tu cuenta, en algún punto te pueden haber pasado factura por el hecho de ser mujer. Y nos parecía importante conocer tu opinión al respecto.

Me parece excelente que haya ley de cupo, por ejemplo. que en la grilla de los festivales se garantice nuestra presencia, incentiva a que nos pensemos en esos lugares, tal vez no tanto a las que ya estamos, pero sí a las que vienen detrás. Ojo, es una postura muy personal, no sé cómo cada una se siente con eso. Reitero, siempre me sentí muy acompañada y muy afortunada, y tiene que ver con mis privilegios. Nací en una familia de músicos que siempre potenció todo lo creativo y lo artístico que me abrió las puertas a muchas cosas que hice. En ese sentido lo siento más como que soy parte de una familia de músicos, que nos generó a mi hermano y a mí mucha visibilidad previo a nuestros proyectos personales. Pero también soy consciente de que no es la realidad de todo el mundo. 

-Respecto de la presentación en vivo, ¿ya estuviste pensando en eso? ¿Cómo lo harías? ¿Qué idea tenés?

Ya tengo una banda que está ahí medio esperando que podamos presentarlo, sería en formato cuarteto -dos mujeres y un varón-, que en realidad es un formato medio pandémico. Como para empezar, algo chico que me permita moverme, que nos permita tocar donde sea. Hay ganas de tocar, pero también cuidarnos. Hay algunas cositas dando vueltas, por ejemplo Lito Vitale nos invitó a tocar a su estudio, pero bueno ahora no podemos ensayar. Ya veremos, habrá tiempo para todo. 

-¿Estás contenta? 

¡Sí!, estoy re contenta(risas)

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