Las cantantes derrocharon sensualidad en un show muy movido a puro whisky, jazz y r&b.
Un miércoles preferiado patrio fue la fecha elegida por Abril Olivera y An Espil para su primera presentación juntas en Buenos Aires con su show “Abril & An”. Luego de haber girado por el interior probando el formato, finalmente aterrizaron en Niceto Club con un show muy sólido. Con una química inigualable, la sensualidad y el talento de cada una se hicieron sentir de principio a fin.
A las 20:30 Niceto ya estaba estallado de gente. Cada rincón estaba lleno de fanáticos expectantes que pasaban el tiempo haciendo largas filas para comprar un trago. Un jazz suave envolvía el ambiente, creando una atmósfera íntima que prometía una noche inolvidable. Pasadas las 21:30 y al grito y aplauso del público, arrancó el piano con los primeros acordes de “Cada vez”, se abrió el telón y aparecieron ellas.
El escenario estaba ambientado como un gran living. Con veladores de luces cálidas, un sillón principal donde cantaban sentadas Abril y An, y detrás una pantalla cubierta por grandes cortinas que simulaban un ventanal, la escena lograba una sensación de intimidad total a pesar del tamaño del venue. Vestidas iguales como The Blues Brothers, con blazer, camisa blanca y corbata negra pero sin pantalones, con botas altas y medias, las artistas comenzaron la puesta melosamente entrelazadas para luego dirgirse al público en el centro del escenario.
Juntas entonaron la canción del álbum de Abril y dieron comienzo a la velada. Continuaron con un cover de “Sé que te voy a amar” de Caetano Veloso cantado principalmente por An, para luego seguir con “Todo el tiempo”, un bossa nova del repertorio de Abril. La guitarra de Martin Allende tuvo su primero de varios solos acá. Si bien las cantantes fueron las convocantes, estuvo claro desde el principio que este show era un ensamble de grandes músicos, unidos en un todo muy sólido, pero en el cual cada uno tuvo su momento de brillar.
Luego de los primeros duetos que dieron comienzo al show, llegó el momento de las expresiones individuales. La primera canción sola de An fue “Deta”, composición hecha en conjunto con el tecladista Cirilo Fernandez, el mismo que acompañó a An en sus shows “piano & voz” y en el mismo Niceto. Fue realmente un deleite escuchar a ambos profesionales hacer su magia en vivo. Whisky en mano, An siguió con “Tu vereda”, otro despliegue de su instrumento vocal. Al terminar, se retiró del escenario agradeciendo a Cirilo y dio lugar al mini set de su compañera.
Subiendo la temperatura del show, Abril primero cantó “Giro”. La balada r&b dejó los beats electrónicos de la original a favor de la excelente banda que acompañaba, como la baterista Cuki Lopez y especialmente Brune La Cava, que tuvo un solo jazzero de contrabajo excelente. Luego vino “Toda la noche”, otra balada en la que Abril demostró todo su talento y sensualidad, enloqueciendo a todos los fanáticos.
Entrada la segunda mitad del show, empezaron a llegar los invitados. El primero no fue otro que Magamo, el compañero de ambas en Nafta. Juntos los tres cantaron “A mi lado” del ábum Nafta II. Éste fue sin duda uno de los momentos más especiales de la noche. Más allá de los fuertes coros del público, hubo una magia en la combinación de las energías y voces de los tres que nos recordó qué es lo que hace a Nafta tan especial.
El siguiente fue Juan Pablo Alfieri, que acompañó a An en la guitarra para “Las minas tristes”. Luego, An continuó con “Inflexión” y “Amor de instagramer”. Ahí volvió Abril y juntas cantaron “Tan especial que me aburrió” y “Nos vimos”.
Otro momento especial se dio cuando Abril invitó para cantar “MKOB” a Moah, su primo también músico, y a Laucha Pasadore en percusión. Moah interpreto la parte de Fito Páez y, al igual que su prima, demostró un enorme talento vocal, improvisando mucho y divirtiéndose con la canción.
Subiendo el ritmo, vino un mashup de “Falta” de An y “Con mi amiga” de Abril. Para esta última subió al escenario Acus, cantante, rapera y tecladista afroargentina. Luego, otro mashup de ambas de “Algún lugar” e “Ilusión”. Falso final de por medio, la velada terminó con “Por el bien” y “Loca”. A puro whisky y porro toda la noche, las cantantes terminaron literalmente rodando por el piso al terminar la última canción, al grito ensordecedor del público. Dos profesionales, amantes de la musica, disfrutando mucho en su elemento.
Fue un show con esencia improvisada pero que a la vez fue muy coherente. Con muchísima complicidad, Abril y An dieron cátedra de lo que es sentir la música y ponerle cuerpo y alma. Cada una con matices muy distintos en su individualidad pero unidas por el soul con el que interpretan, más allá de que su color de voz se complementa a la perfección. Tranquilamente podrían haberlo hecho perfecto separadas, pero eligieron hacerlo juntas y ese disfrute se sintió en todos los músicos del ensamble, que nos regalaron una noche soñada.