El grupo habló con Indie Club sobre el proceso creativo de Líneas generales, la participación de eminencias del rock nacional en el disco y su próximo show en Vorterix este 11 de septiembre.
Isla de Caras lanzó este año Líneas generales, su cuarto disco de estudio y el más crudo hasta el momento. Un trabajo que cruza el cancionero nacional con influencias del britpop, pero por sobre todas las cosas, muestra como es el sonido de la banda en vivo, sin maquillajes ni decoraciones.
En una charla con Indie Club, Lautaro Cura, Panchito Villa y Nicolás de la Puente contaron cómo fue el proceso de su último disco de estudio, el privilegio de grabarlo en El Desierto y la experiencia de trabajar con Marcelo “Cuino” Scornik y Alejandro Ros, dos eminencias de la historia del rock nacional. Además, contaron qué se viene en su show presentación en Vorterix el próximo 11 de septiembre.
– Quería arrancar primero por el sonido de Líneas generales. Además de su sello ya característico, para este los vi con una cruza entre el rock nacional y el britpop. ¿Cómo fue esa búsqueda y qué influencias tomaron?
Panchito Villa: Sí, efectivamente una búsqueda más ligada al britpop, también en cruce con el rock nacional. Un poco se trató de volver a ciertas raíces de discos que escuchábamos de chicos. Con Lauti reconectamos con Suede y Oasis, grupos que quizás en el trajín de la vida uno va como profundizando y escucha cosas más locas, y de repente volvimos con estos discos que nos influenciaron de chicos, que también escuchaban nuestros viejos, como Charly o Calamaro. Esta fue una beta menos experimental, o menos de laboratorio y más de la banda tocando en vivo. Y creo que eso tiene mucho que ver con el concepto de banda, que también es algo re britpopero.
Lautaro Cura: Estoy recontra de acuerdo con lo del cancionero nacional y con un acercamiento, pero sí es clave decir para mí que no fue una cosa buscada desde el vamos. Nos encontramos haciendo estas canciones, y de pronto a la mitad del camino nos dimos cuenta de que tenían una cosa medio del cancionero nacional, y en ese proceso también fue que surgió la idea de sumar a Cuino (Scornik) como un letrista ya consagrado e icónico de mil canciones y mil himnos de nuestro país. Y también trabajar con Ale Ros después, que obviamente es un dios de la mitología argentina. No fueron decisiones tomadas, sino que fueron pulsiones que fueron apareciendo y nos dimos cuenta a medida que avanzamos que teníamos eso en común. Sí, por ejemplo, la cosa britpopera en el final de “Veneno” es Screamadelica (1991). Y ahí si ya teníamos una referencia clara de que suene más expansivo. Matemos al indie.
PV: Pero sí, el empuje inicial tenía más que ver con una pulsión y no tanto con “queremos sonar a esto, queremos sonar a lo otro”.
LC: Teníamos una sola regla que era no usar chorus en todo el disco, o usarlo lo menos posible. Aunque sea una tentación, es más para salir de nuestro lugar de confort. Tomamos bastantes decisiones en base a no repetir decisiones pasadas. Es como que “no tenemos tan en claro lo que vamos a hacer, pero sí tenemos en claro que no vamos a repetir lo que hicimos”. No porque no nos guste, pero sí porque es como una especie de dogma que en algún momento se instaló como una verdad fundamental de la banda.
PV: Esto de que cambiar y transformarnos a veces es como una lucha contra la corriente, como racional incluso, más allá de lo espontáneo o de lo no meditado de algunas decisiones.
– Fueron a grabar el disco a El Desierto, ¿cómo fue esa experiencia y por qué eligieron ir hasta allá?
LC: Era un sueño que teníamos desde el principio. Mati Cella está con nosotros como productor desde Chango (2018), que es nuestro primer disco, y él siempre nos había envalentonado a que vayamos algún día a El Desierto. Él ya había trabajado con Natalia Lafourcade, y siempre estaba re manija de que fuéramos. A nosotros se nos hacía un poco lejana la posibilidad, pero de pronto nos dimos cuenta de que teníamos una semana libre al final de la gira del año pasado y que podíamos ir al estudio. Mati conseguía como una especie de trato especial también, entonces si queríamos grabarlo teníamos cinco días y para grabarlo en cinco días teníamos que hacer una buena preproducción inicial. Fueron como siete meses componiendo y pre produciendo los temas e ir con el rompecabezas lo más resuelto posible, cosa de caer al estudio y ya soltar las canciones.
Las grabamos en vivo mirándonos entre todos, entonces conserva un poco ese espíritu de la banda de gira y es lo más fiel a quienes somos los cinco sin tanto artificio ni maquillaje como puede haber en otros discos de Isla. Este es crudeli crudeli, acá somos los cinco tocando en vivo. Hay alguna que otra pistita dando vueltas, pero está lo más cerca del núcleo posible.
Nicolás de la Puente: Más allá de que fue un montón de laburo, muy concentrados, estar ahí era un placer total. Había unas señoras mexicanas que nos cocinaban todo el día, te lavaban la ropa, había unos perros, estábamos en el medio de la montaña, era increíble.
LC: Estás aislado. Estás a una hora de Ciudad de México, ahí aislado, no tenés escapatoria. Tenés que volver a las canciones todo el tiempo. Te vas a fumar un cigarrillo, volvés y estás ahí, no tenés a donde irte.
– Fueron mencionando varias personas, y quiero hacer un repaso de gente que colaboró con ustedes. Primero, Matu Cella como productor que está desde el primer momento. ¿Por qué lo siguen eligiendo a él y qué es lo que más sienten que les aporta?
PV: Yo creo que inevitablemente nos sentimos cómodos trabajando con él, y después, él tiene muchas facetas de personaje, entonces como que a veces funciona como un amigo productor, a veces es netamente productor, a veces es ingeniero productor, a veces tu papá… entonces se va reinventando el vínculo que tenemos y las dinámicas. Y él es, más allá del profesional que es, un melómano groso. Entonces tiene un abanico de referencias muy amplio y siempre trabaja en función de la canción, que eso no es tan fácil de encontrar en los productores.
LC: Y es un entusiasta, pone las fichas del ajedrez en movimiento y hace parecer todo muy sencillo también. Un productor tiene que ser un facilitador y no ponerse en un lugar de “yo y mi ego”, y a Mati le sale bárbaro. Es lo más solidario con nuestras ideas que hay, y siempre está abierto a seguir dándole una vuelta extra a nuestra neurosis.
PV: Y cuando no le gusta una idea dice “para el otro disco va a estar buenísimo” o “para tu disco solista va a estar bueno” (risas).
– Después en materia de letras mencionaste a Cuino y a Landa. ¿Cómo fue ese acercamiento y qué canciones le acercaron primero?
LC: Fue por Warner, donde estamos ahora, que siempre pone a disposición sus autores de la casa, pero además Cuino para nosotros ya era un héroe. Con Panchi somos muy fans de Andrés (Calamaro) desde el principio de nuestras vidas. Volvía del colegio y escuchaba en mis auriculares “mi amigo Marcelo ´Cuino´ Scornik”, y decía “quién será este personaje”. Y además, muchas veces que nos juntamos a tomar cerveza y componer, veíamos vídeos de entrevistas viejas de Cuino, ósea que lo idolatrábamos un poco. Y nos juntamos una vez acá con ellos dos, y después nos juntamos con Cuino en casa varias veces y no fue tanto como componer con él que es algo que deberíamos hacer en algún momento, sino que fue más que él pasara su ojo clínico por las canciones que ya habíamos escrito y dijera “no, esto funciona así mejor” y yo decirle “uy, hijo de puta”, sí, funciona mejor, claramente. Alguna que otra vez hemos hecho una discusión, pero finalmente él es muy abierto y de última decidimos sin él.
NP: Sí, o también que él diga este estribillo está bien si estábamos dudosos.
LC: Te envalentona y te da como una especie de aprobación externa consagrada porque es the king Scornik. Y también nos dio historias muy graciosas, no solo escuchándolo contar historias viejas, sino historias con él. Él estaba alucinado con un estribillo de una canción nuestra que él inventó y que no quedó, y decía “es lo mejor que escribí en mi vida”(risas).
PV: Y nosotros no la vimos ni en pedo y pasó una semana y volvía y decía “¿che y no pensaron lo del estribillo que les dije? Yo me quedé pensando en eso toda la semana y en el disco no está ese estribillo” (risas). Me acuerdo de que se llamaba “El kilómetro no alcanzó” y él estaba bastante contento. Capaz lo usamos en otra.
LC: Y Nico Landa también es un señor cantor y escritor de canciones. Trabajó con Zoe (Gotusso) y es lo más. Siento que ellos son una muy buena sociedad de autores. Se entienden muy bien, funcionan como un tándem.
– Por la última persona que les quiero preguntar es por Alejandro Ros. ¿Cómo fue crear el concepto de la tapa con él?
PV: Fue un proceso largo. Lo primero que nos dijo fue “miren que el proceso es largo”. Y fue largo. Pero por suerte es una persona que siempre confía en su propio proceso, porque nosotros, como nunca trabajamos tan intensamente con un diseñador para hacer una tapa, y en general eran amigos nuestros o gente con la que habíamos trabajado ya previamente, nos abocamos a confiar en él para el proceso. Y de a ratos también estaba esta noción de cómo desapegarse de lo que uno está convencido de que es, y confiar en él que sabe lo que funciona, y aparte se lo tomó también como parte del catálogo de su obra, como parte de su obra, entonces no lo desestimó.
NP: Sí, también a último momento, cuando ya estaba cerrada la tapa dos semanas antes, -ósea ya se subía- dos días antes nos mandó un mail diciendo “che chicos la tapa es está igual”, y mandó otra versión y quedamos todos descolocados. Faltaba un día para entregar la tapa y él la cambió.
LC: La única discusión de banda que tuvimos en nuestra historia fue por ese mail. Él tenía que entregar la tapa de un single y entregó otra tapa del disco que ya estaba subida. Ya habíamos subido la tapa del disco y la habíamos mandado a todos los periodistas, y de repente no era esa la tapa. No sé si tendríamos que decir esto (risas), pero igual terminó quedando y nos encanta la tapa que quedó, está increíble y fue un aprendizaje también confiar absolutamente en el criterio de una persona y que nos entregue algo que nos gustó mucho.
PV: Y él vino con la idea de las pajitas, entonces como que un poco le dimos la derecha de que podía reformularlas como quisiera.
– Como dijeron, en este disco se escucha mucho a la banda tocar, sin colaboraciones. Pero a su vez son una banda a la que le gusta trabajar con muchos grupos de afuera. España, México, incluso Australia, ¿cómo es la curaduría de Isla de Caras para hacer colaboraciones?
PV: Hay curaduría, pero no hacemos nada con nadie que no nos guste, eso sin dudas. También fuimos a México – que yo personalmente no había ido nunca en mi vida- ahora vamos a España, que yo tampoco fui, y como viajamos y nos hacemos amigos de bandas que no conocíamos, de repente además de que nos guste la música hay una química de “che, no nos conocemos, pero podemos armar algo que está bueno”. Entonces es un proceso nuevo de revisar.
LC: Sí, y es completamente anti método de cómo se hacen hoy los feats, que capaz un manager manda un mail a otro manager y los artistas tienen que estar medianamente de acuerdo. Acá somos amigos que nos pusimos en pedo mil veces, como por ejemplo los Clubz o Disco Bahía, digo feats que se vienen y que estoy adelantando en este momento. Entonces es el proceso inverso, es mandar un WhatsApp “¿estás ahí?, no sabes la idea que tuve”, más orgánico. Y a las dos semanas ya está todo grabado, ya sabes más o menos hasta en qué estudio graba, qué tiempos tiene la banda de tus amigos y a partir de ahora medio que se instaló esa dinámica para hacer colaboraciones, son amigos nuestros.
PV: Y tenemos el criterio de que este disco último lo pensamos como un disco nuestro propiamente y por fuera de eso vamos a trazar estos puentes con otras bandas de otros países, es un carril paralelo al concepto del álbum que pensamos nosotros este último tiempo.
Vuelven a Vorterix después de la presentación de Gran turismo, ¿cómo se vienen preparando ustedes y para los fans que pueden esperar del show?
NP: Nos venimos preparando muy organizados. Creo que desde que salió el disco tenemos ensayos ni siquiera para Vorterix, sino para ir puliendo los temas del disco y ya tenerlos. Y ahora ya últimos ensayos y sí, vamos a tocar el disco entero, sorpresas, temas que nunca tocamos y también una apuesta muy linda de parte de Lolo y Lauti que también nos ayudaron con el Coliseo.
LC: Estamos re manijas, queremos tocar nuestro disco para nuestra gente, para nuestros amigos y sí, olvídate, yo me quiero tirar de cabeza tres veces. Ya estoy mirando la valla de Vorterix.