Tras un impasse, el proyecto de Franco Saglietti volvió al escenario porteño con una estética perfecta, complementando su música con distintas ramas del arte para consolidar la nueva etapa de Francisca.
La gente está sentada en el piso, compartiendo algo para tomar con sus amigues, mientras diferentes tipos de pájaros pían de fondo. La imagen bien podría ser de una plaza, pero las cuatro paredes nos revelan que nos encontramos en La Tangente, aguardando por Francisca y Los Exploradores. Concordando con la oscuridad del lugar, finalmente las aves dejan de cantar, un piano con un timbre suave y manso como de canción de cuna aparece para suplir a los animales y hacernos entrar en el plácido rumbo del show.
En ese estado se exhibe Fran Saglietti y su banda. Sobre una base percusiva folklorica (Bruno Dante) y coros largos y reverberantes (Feli Colina) despliegan la primera sorpresa inédita de la noche: “El temporal”. Casi inmediatamente después, el fill de batería nos enmarca en “Cuentagotas”, segundo track de Hermafrodita, el último disco del grupo y el más bajado a tierra. La bajada a tierra también la hace Fran al término del último estribillo, yéndose a bailar con el público en el medio de la pista. El final del tema tarda en llegar ya que la gente se queda coreando los pegadizos “pará-papá” por más de un minuto, mientras el artista cordobés vuelve a la tarima para agradecer.
“La flor” fue el segundo estreno por parte de Los Exploradores. Aquí, Saglietti canta “Todavía estoy vivo / tengo mucho que hacer / Cuánto tiempo perdido / no sé cómo volver, quizás haciendo referencia a la ausencia de la banda en sus redes durante varios meses del 2019. La canción se mantiene sobre dos acordes hasta llegar al estribillo, siempre moviéndose en un terreno mid tempo de vibra pop-rockera. Según se pudo ver en su Instagram, ya fueron grabadas varios tracks de su nuevo lanzamiento, por lo que “La flor” podría ser una gran apuesta para ser uno de los singles de esta etapa.
“Cántenla, esta se la saben”, fue el guiño que el público captó de inmediato, sabiendo que se venía “Aspirinas”, editada en 2016. La balada fue uno de los momentos más altos del show, que, tal como en el disco Franco, fue continuada con “El destino”, otro hit que cuenta con la participación especial de Adrián Dargelos.
Para esta altura ya había quedado claro que la obra en vivo no se quedaba solo en lo musical. Además de la guitarra empapada de efectos y los procesos en vivo de la voz de Franco (ejecutados por él mismo), el diseño del espacio que Pía Barberis propuso (empezando desde el flyer del evento hasta terminar en el decorado, como la Venus de Milo modificada que tenía un lugar privilegiado en la escena) confluía perfectamente con la actitud de la banda. A la música y al arte plástico se le sumó la teatralidad de Feli Colina y Chacal, quienes parecían improvisar coreografías puntuales para cada uno de los actos.
Al término de “El Enemigo”, los demás integrantes abandonaron el escenario por unos momentos, dejando solo a su líder para tener un momento íntimo y acústico con el público. “¿Cuál toco?” pregunta el cantante, quien, a fuerza de la respuesta del los espectadores, se ve felizmente obligado a probar una canción nueva llamada “La carta”.
Ya en la parte final del recital, Francisca y Los Exploradores desplegó su faceta más espacial y ruidosa con “Automático” y “Odín” de su segunda placa, Ra (2015). Los pasajes estrambóticos predominan, la batería llega a su máximo volumen y hasta una trompeta aparece en este breve período que deja su lugar al baile con “El invierno”.
La noche, que tuvo cinco debuts, es cerrada por “El día de la lenteja”. Después de más de seis meses sin presentarse en vivo, la audiencia de Capital Federal le dejó en claro al quinteto que esperan con ansias el nuevo lanzamiento cuyo primer bocado (“El temporal”) será publicado en septiembre.