El artista se presentó con su banda Las Paritarias para festejar a lo grande su último disco de estudio en una noche que reivindicó al trabajador argentino y al rock nacional.
Este miércoles Niceto Club se vistió de celeste y blanco para celebrar a los laburantes. En la entrada ya recibían al público con escarapelas y chacareras de fondo, mientras tanto los protagonistas se iban preparando. Para alrededor de las 21.30, de traje, con whisky en mano y cada uno ubicado en su instrumento, aparecieron Fonso y Las Paritarias para celebrar y presentar Día del Trabajador, el último disco del artista.
Tanto para este último álbum como para el vivo, Fonso cumplió bien su rol de sindicalista y cerró las mejores paritarias que había. Piter Mazda en guitarra, Martín Luchina en teclados, Sebastián Puntillo en batería, Octavio Majul en percusión y Elena Radiciotti en bajo son los artífices de que el artista consiga un sonido limpio pero potente. Además, entre todos transmiten desde el escenario esa sinergia que se tiene cuando uno toca con amigos, donde el disfrute y el goce sobran.
Ya para dar rienda suelta a lo que fue una fiesta patriótica, la banda tocó “No me afecta”, “Enemigos de la fantasía” con Mazda demostrando toda su magia en la guitarra, “Distinto a lo que creía” y “Esmeralda”, dando cierre al primero de los tres bloques de la noche. Para la segunda parte, Fonso se acordó de los que lo siguen desde Cemento y cantó “8” de su disco Wedding (2020) y “Gettown” de Some Plays (2017), rememorando su etapa más indie y progresiva, y permitiendo que todo el público apreciara el poder que tenían Las Paritarias, que durante toda la noche funcionaron como un relojito suizo.
Para “Motín” apareció El Príncipe Idiota, siendo el primer invitado y dando lugar a los primeros pogos de la velada. Luego, en “Cuento las horas” la banda sumó un violero más, llegando a ser siete músicos arriba del escenario, regalando una interpretación profunda y directa. El cierre se lo llevó Fonso cuando tomó la armónica y, por qué no, dio reminiscencias a Ciro. Luego vino “Chan chan”, que lo utilizaron como cierre de bloque y de interludio para ir preparando lo que sería un final de show más que perfecto.
En “Entre las paredes” se juntaron tres generaciones para llenar de rock a Niceto: Daniel Melingo, mítico integrante de Los Abuelos de la Nada y Leandro Lopatín, guitarrista de Turf y productor del disco acompañaron a Fonso. Con “Anmeldung”, el artista terminó de repasar toda su discografía y dio paso al momento más álgido del show, donde entró Marilina Bertoldi a cantar “Salir del confort”, poniendo en un estado de éxtasis total a la gente y dando paso a los pogos más grandes de la noche.
Para esta altura, si algo se sabía era que nadie quería bajar ni que termine, y entendiendo eso, la banda aprovechó el momento y cantó con todas sus fuerzas “No llores por mí, Argentina” de Serú Girán con un gran solo de Piter y cerrando con un breve fragmento de “Demoliendo hoteles” de Charly García, dejando al público saltando y cantando a capella uno de los hits más grandes de nuestra música nacional. Ya para ir despidiéndose tocaron “Consumir” y volvieron a invitar a Lea Lopatín para cerrar con todo con “Eso no es amor”.
La imagen final del show con Fonso con la banda presidencial esparciendo soda al público y con el himno nacional de fondo fue un breve resumen de todo lo que fue una noche perfecta, donde la banda no solo plantó y defendió la bandera de nuestro rock, sino que también, con Melingo y Lopatín (además de los temas de Serú y Charly), rindieron tributo a nuestra historia.
Desde aquel Niceto de Feli Colina el 9 de julio que no se vio una fecha así de patria. Fonso y Las Paritarias no solo celebraron al trabajador, también pusieron en lo más alto ese sentimiento de ser argentino.