Con una propuesta diversa, alternativa y repleta de juventud, el Mutante logró nuevamente representar un espacio de encuentro para explorar algunos de los proyectos independientes que están surgiendo en nuestra escena local.
Domingo por la tarde. Lentamente, por el barrio de Chacarita y su Avenida Corrientes, comenzaban a reunirse decenas de jóvenes que no ocultaban su entusiasmo al escuchar un volumen muy fuerte salir del gran Complejo C Art Media. La jornada sería larga y contaría con un escenario principal para la bandas y otro alternativo para los distintos DJs. Así, por algún motivo quienes entraban tenían la certeza de que esa tarde les presentaría una propuesta distinta a las convencionales, con algunas actividades recreativas y artísticas para complementar. Una tarde atravesada por lo alternativo. Con ese espíritu, el Festival Mutante daba inicio a su tercera edición.
Quienes primero hicieron uso del escenario para recibir al primero público que ya se convocaba con los primeros saltos fueron Las Tussi, un trío de estilo grunge oriundo de Mar del Plata, que repasó parte de su repertorio con canciones como “Tussiclub”, “Sr Policia” y “Cuchillito”, de su EP Sangría. Seguidamente, Nenagenix fue la banda encargada de mantener esa primera expresión de punk y volumen alto en una presentación que compartió canciones de su álbum debut Lo más cercano a caer como “Antes que te olvide”, “Contraluz” y”Dientes de leche”, entre otros, en un giro estético de mayor progresividad y ambientación en sus canciones.
Una primera etapa musical del festival concluía con la presentación de Mujer Cebra, el power trío que también logró llevar el volumen hasta el último rincón del C Art Media. Entre su repertorio destacaron “XXYY”, “De películas”, “Y no me digan nada”, “Nuevos miedos”, “Fantasma”, “SEISDIECISIETE” y “Salto”, ofreciendo a un público ya exaltado momentos de psicodelia y trance para aumentar su climax. A esa hora de la noche, no quedaba ninguna duda de la entrega de los jóvenes que, sin parar, habían saltado desde el comienzo. Esa actitud también se correspondía desde el escenario.
La noche seguiría con un set de O6OO que alternaría el escenario con la carismática aparición de Broke Carrey. En una novedosa fusión de rap, trap y reggaetón, con influencias y elementos del reggae y bachata, el artista compartió parte de su repertorio en un formato de trio al tocar “Montonero”, “X dudas”, “Tokens”, “Señales de humo”, “Full time”, “Me odio”, “Desconocidos” y “La última”. La gente bailaba y saltaba, lo que motivaron unas palabras de agradecimiento y emoción, como también una reivindicación del desafío que comprender hacer en estos días un proyecto artístico independiente.
Finalmente, el último en subir al escenario para dar un cierre a la jornada fue K4. Con un sonido más ecléctico, fusiones de electrónica pesada y punk, la performance arriba del escenario fue acompañada de un repertorio que incluyó entre otras de algunas de sus canciones a “Psicura”, “Paroles de plancha caliente”, “Hisopos y disfraz”, “Quemando hielo” y “A forest”, logrando poner el volúmen del C Art Media a un nivel más alto. Con ello, la jornada tenía su final luego de una extensa tardenoche de pogos y propuestas bastante inusitadas para lo que acostumbra a ver en la escena.
Como ha logrado en años anteriores, la consiga de “mutar” que nos propone el Festival tuvo, nuevamente, un resignificado bajo las distintas expresiones de bandas y músicos jóvenes. Con el ímpetu que motiva a quienes desean compartir lo propio, y desde una posición que a veces es desafíada por la escena local, estos espacios logran una visibilización de quienes persiguen sus proyectos independientes y que de alguna manera alternar, renuevan y cambian lo que acostumbramos. Un ejercicio de diversidad musical en el que, principalmente, las juventudes son su protagonista, y una costumbre que siempre debemos reivindicar para nuestra cultural musical.
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