El nuevo festival, distribuido en cinco fechazas en febrero, tuvo un comienzo de ensueño el pasado sábado en Niceto.
Con el calor imposiblemente pegajoso en la capital y gran parte de la escena porteña –y sus oyentes– mudada a otros destinos durante el verano, el Festival Refresco se convierte en febrero en el oasis ideal para darle una necesaria bocanada de aire a los que aún permanecen en la ciudad de la furia. La propuesta, corta y al pie: Niceto nos convoca una noche de cada fin de semana del mes, con tres bandas por cada velada; redondeando así un total de quince shows para cuando todo acabe en la quinta fecha, el sábado 25 de febrero.
¿El gancho? Un seleccionado ecléctico de lo mejor y más variado de la movida, para todos los gustos y oídos. Nombres que ya son de la casa compartiendo escena con otros que reclaman su propio lugar; rock furioso seguido de coordenadas pop; un momento de pogo que puede tornarse en baile a los pocos minutos. Por el lado A del mítico venue porteño pasarán desde 107 Faunos a Gativideo, y también Jazmín Esquivel y Dani Umpi. Pero antes de adelantarnos, la primera fecha del ciclo, el pasado sábado, ya nos dio bastante tela para cortar: este mes, Niceto se convierte en la meca de los amantes del indie.
La primera banda de la primera noche –y por tanto, de todo el festival– fue El Club Audiovisual, encargados de poner al público a saltar con su rock sónico y textural. Entre toques de noise y shoegaze, pero sin olvidar un costado pop bien cuidado, la banda repasó varias de las joyitas de su discografía, incluyendo algunas del muy logrado disco Ya no estamos tan solos del 2020. Además de favoritas del público como “En viaje” o la melancólica “La quietud”, el cuarteto supo aprovechar la ocasión para debutar material en vivo, y sí, suena igual de bien a lo que nos tienen acostumbrado.
Para el final, el grupo se guardó un movimiento tribunero más que bienvenido: un cover en español del himno shoegaze “When You Sleep”, de My Bloody Valentine. A ver: la icónica banda de Dublin nunca vino al país, y con los elusivos tiempos de acción que manejan –ya van diez (!) años de su disco regreso– bien cabe la posibilidad de que nunca lo hagan. Por lo tanto, más que agradecido el gesto del Club que, por un par de minutos, nos acercó lo más posible a cómo podría llegar a ser esa experiencia. Y con una versión del tema más que notable, cabe destacar.
A continuación, los Winona Riders tomaron el escenario para un show que nos confirma que necesitamos un álbum de estudio lo más pronto posible: con que alcance a capturar al menos un quinto de la intensidad que manejan en vivo, nos encontraremos frente a uno de los mejores lanzamientos del año. Entre las tinieblas formadas por una iluminación tenue y oscura, el sexteto sumergió a Niceto en trance con su rock psicodélico y atmosférico.
Para los que no los han escuchado en vivo –algo más que recomendado, claro está– el grupo sabe mezclar con total soltura guiños al psych, el rock pesado y algo de esa esencia garagera de los 60s/70s, estilo The Stooges. Sus recitales, verdaderas fiestas comunales de pogo y agitación, terminan de redondear la propuesta al permitirle a la banda improvisar estructuras más largas, cercanas a las de una jam. Algunos puntos altos: el cuelgue psicodélico a lo Stone Roses de “Antes que el diablo llegue a casa”, los arranques de violencia de la demoledora “Dopamina” y el infinitamente coreable pa-pa-paaa de “Joel”.
La triple dosis de música de la primera fecha de Refresco alcanzó su fin con Mujercitas Terror, infundiendo su impronta dark y post-punk a Niceto, acogidos ya por la bien entrada noche porteña. Vestidos de un muy apropiado color negro, el trío hizo un repaso directo y más que efectivo de sus canciones, ancladas en un sonido gótico y machacante.
El grupo, que ya supera los 20 años en la escena, tienen su experiencia en estas cosas, y se nota: el público conoce su repertorio –más de uno seguro ha ido por ellos–, el cual avanza con naturalidad y soltura; sabiendo dar respiros cuando es necesario o convocando a saltar y dejarse llevar en otras instancias. Entre los momentos destacables del show estuvieron el ágil ataque de “Ojos de vidrio”, el cual llega y se va en apenas dos minutos de pura intensidad; o la macabra y asfixiante “Actriz”, del álbum homónimo y debut del grupo, editado en 2007.
La acción seguirá el próximo sábado, cuando el Festival Refresco nos llame una vez más para su segunda fecha. Hay razones más que sobradas para ir: los héroes del indie 107 Faunos comandarán una noche que también incluye a los shoegazers Plenamente y al pop luminoso de Niños Envueltos.
