Tras siete meses de su primera visita a la ciudad, Dum Chica volvió a Rosario con su primer disco editado bajo el brazo y un público local que esperaba con ansias su regreso.
El pasado sábado 20 de mayo tuvo lugar en Capitán Bar la tercera edición de Electric Monkeys, un ciclo local pensado para dar a conocer nuevas propuestas musicales como también darles un lugar a los proyectos que buscan consolidarse y se enfrentan a las dificultades para presentarse debido a merma en los espacios disponibles para hacerlo. El line-up de la noche incluía a Saturnalio vs Los Androides, Miedo Puro (La Plata), los míticos Bubis Vayins y Dum Chica para cerrar la noche.
Apenas pasadas las 20:30hs, los Saturnalio vs Los Androides rompieron el hielo con su rock futurista que mezcla el new wave con sonidos propios de las décadas de los ’80 y ’90. La banda rosarino-firmatense cuenta con un EP de nombre homónimo publicado en 2018 y “Lose”, un single que lanzaron en 2021. También realizaron algunos covers para completar la noche.
En su primera visita a la ciudad, les siguieron los Miedo Puro, banda oriunda de La Plata conformada en el año 2021. Con un sonido oscuro y contundente, se vienen consolidando dentro de la escena platense junto con algunas otras bandas que se vienen enmarcando en “nueva ola” del under regional. Hasta el momento cuentan con Cuarto del ruido, EP que lanzaron a finales de 2022 y que repasaron en vivo.
Por su parte, los Bubis Vayins abrieron con “YouTube”. Sabiendo de ante mano que contaban con poco tiempo para tocar y que el programa debía ser lo más puntual posible buscaron sacarle provecho al tiempo que tenían. La seguidilla de temas icónicos como “Pizza de arroz”, “Me re cuesta abrir el corazón”, “Ansiedad” e incluyeron su más reciente lanzamiento “La flecha envenenada“.
Sin dudas, Bubis es una de las bandas más queridas del circuito independiente rosarino y en cada fecha queda claro lo consolidada que está en su público que, no solo crece, sino que le demuestra su cariño acompañándolos en cada una de sus presentaciones. Además de colmar el bar cuando estaban por tocar, también escucharon atentamente una canción nueva que “aún no la escuchó nadie ni está grabada siquiera”, según Maru (vocalista y guitarrista). Hacia las 23:00 se despidieron con “Barrio Los Fresnos”, con cierta amargura por haber tenido que recortar la lista ya que se quedaron sin tiempo.
Finalmente, Dum Chica se subió al escenario. Mientras Juana Gallardo (bajo) y Ramiro Pampín (batería) se acomodan en sus instrumentos, Lucila Storino (voz) se pasea por el escenario de una punta a otra. Cuando estuvieron listos para arrancar, empezaron a sonar in crescendo los instrumentos mientras la frontgirl se reía dramáticamente hasta casi empezar a jadear, un jadeo de quien busca atrapar todo el aire disponible, una búsqueda casi tribal.
Arrancaron un “Ey ey”, canción que inaugura DUM, material debut que lanzaron en febrero de este año. Durante los 35 minutos del show repasaron el disco de principio a fin. El público se mostró muy receptivo, emocionado y acompañó cada canción como si se trata de lo último que iban a corear en sus vidas. No había una sola persona que no se supiera una letra. Lucila los arengaba con esos sonidos guturales que son tan llamativos, esos que están al borde del homenaje de grandes bandas argentinas que supieron inspirar a las generaciones argentinas que nos precedieron y que aún nos encandilan como Sumo o She Devils.
“Terremoto”, tema que fuera el primer adelanto del disco allá por octubre del 2022 y que viera la luz apenas días antes de su desembarco en la ciudad, fue uno de los picos más altos de la euforia colectiva. Pogo, mosh, cantos al cielo, manos alzadas, luces rojas que bailaban al compás de la música, cabezas que se movían dejando que el pelo se moviese en vaivén de derecha a izquierda.
Con “Virna” y a casi 10 minutos de la media noche como si de Cenicienta se tratara, Dum Chica se despedía una vez más. Antes de irse, agradecieron a las bandas que acompañaron la noche y se retiraron prometiendo volver pronto.