El artista chileno se corre de su lado más lumínico y bailable para adentrarse en un mundo de oscuridad y casi sin esperanzas.
Alex Anwandter lanzó Dime precioso, su quinto disco de estudio y sucesor de El diablo en el cuerpo, uno de los mejores álbumes latinoamericanos del 2023. Pero, lejos de quedarse con ese éxito, el artista se adentró en el estudio y, un año después, creó y produjo una pieza que lo corre su zona de confort y nos muestra un lado más oscuro del artista. Casi como si fuera un lado B de su anterior disco. Uno era la causa y el otro la consecuencia.
El tema que abre el disco es “Perdido”. Entre programaciones y sintetizadores, el bajo te va llevando por el relato oscuro que plantea Alex, dejando completamente de lado ese sonido bailable que tiene en la mayoría de sus trabajos. Ya pasando poco más de la mitad de la canción, aparecen los arreglos de guitarra que terminan de darle forma a la pieza. Para “París, tal vez?”, se muestra la faceta más house del artista, donde la base sigue en un loop infinito, mientras que arriba Anwandter juega con los teclados, demostrando su maestría en la mayoría de los instrumentos.
“Gaucho” es el tema que más sigue la línea de El diablo en mi cuerpo, entregándose completamente a esa cepa popera y disco que tiene el chileno. Se pueden ver reminiscencias a la música de artistas de la talla de Kylie Minogue o Jessie Ware. En cuanto a “Tu nueva obsesión”, suma arreglos de vientos que le dan frescura y rompen con la monotonía de la canción y que conectan directo con esa búsqueda que tenía Maquillada en la cama de Juliana Gattas, disco que también produjo el chileno.
En “QTDE” el saxo crea un ambiente lleno de intimidad y sensualidad, para que poco a poco las demás capas empiecen a aparecer. En lo que parece un beat pop y casi bailable, el cantante esboza: “¿Qué tan deprimido estoy? / acá bonito en la miseria / cuéntame una cosa buena / que nadie sepa si me voy”, rematando con “Desaparezco sin aviso / me tiro desde el quinto piso / me quiebro un poco más el corazón”. Un estribillo que muestra la belleza en la tragedia y la desolación. “No me molesta” viene a cumplir esa función que tiene “Ciudad de la paz” de Por cesárea de Dillom. Es la esperanza después de todo lo malo. “Yo tampoco lo logré / ¿Y sabes qué? No me molesta / siempre lo pasamos bien / Y aunque nunca haya dinero, podemos hacer la fiesta”.
Ya para ir cerrando el disco aparece “Ave del campo”, que retrotrae directo a ese sonido que tenía Latinoamericana, tercer LP de estudio de Alex, dándole más protagonismo a la guitarra y jugando con pequeños arreglos de percusión. Un rock/pop clásico, pero pasado por el filtro Anwandter. “Conspiración en el bar” es la canción más íntima de Dime precioso, una balada donde el centro está en lo que va contando Alex, mientras que el saxo va creando un ambiente estrecho y profundo por detrás de todos los instrumentos.
“Dime precioso”, single que le pone nombre al álbum y que le da fin, tiene una sumatoria de todo lo que mostró antes. Un bajo groovero, sintetizadores y programaciones que llenan de melodías bailables la canción, una guitarra que va y viene -y que suena al mejor estilo Lenny Kravitz- y arreglos de vientos con un sonido sensual y atrapante.
Así, Alex Anwandter vuelve a demostrar por qué es uno de los artistas más revolucionarios de Chile y de Latinoamérica, donde trabajo a trabajo vuelve a sorprender con su versatilidad y sus distintas inquietudes musicales. A diferencia de sus trabajos en los que se tomaba su tiempo, para Dime precioso el artista aprovechó el impulso y lanzó sin pensarlo mucho una obra de nueve canciones que traen un lado completamente nuevo del chileno.
Escuchá Dime precioso de Alex Anwandter y más lanzamientos del 2024 en nuestra playlist de Spotify.