La banda comandada por Lucio Consolo y Marco Viera desplegó una fiesta ininterrumpida con canciones dotadas por el tecno y el rock.
Un sinfín de canciones tecno y rockeras tuvieron lugar el viernes 1 de julio en la trasnoche de Groove (Palermo). Peces Raros agotó una fecha que, para quienes lograron obtener sus entradas, vivenciaron una fiesta épica con una puesta en escena por demás consolidada.
El grupo surgido en La Plata ya hace tiempo dejó de solo moverse por la escena platense sino que también proyecta su talento en otras ciudades. En lo que va del 2022 se presentaron en festivales como Rock en Baradero y Cosquín Rock.
Varios fueron los recintos de la Ciudad de Buenos Aires por los que pasaron, como La Tangente y Niceto Club. Uno de los lugares en los que les faltaba aterrizar con su música era en Groove junto a su público. “Trasnochar adquiere un valor inmenso junto a ustedes”, expresaron en un posteo de Instagram.
Ir a ver un show de Peces Raros no es ir a un show convencional. Lo que se vive es un efecto recital y fiesta electrónica a la vez. Las canciones se tocan todas continuadas, no se cortan los climas de fiesta con aplausos y silencios. Por lo contrario, Lucio Consolo y Marco Viera expresan tan solo unas palabras de agradecimiento con su público y el resto es puro disfrute ininterrumpido.
Durante el show, presentaron canciones de su último disco Dogma (2022) y no faltaron algunas de Anestesia (2018) y Parte de un mal sueño (2016). No hubo canción que se prestara para la distracción, sino que la atención de les presentes permaneció intacta desde el primer al último tema del tracklist. Algo que hace notar el poder y la habilidad que tiene Peces Raros con su atrapante estilo musical.
El grupo es el híbrido perfecto entre una banda rockera con guitarras y baterías potentes, y el techno dotado de pasajes sonoros hipnóticos. Es difícil destacar momentos de mayor recibimiento y euforia porque todas las canciones se viven como tal. Aún así, “Clericó”, “Cicuta”, “No van a parar”, “Fabulaciones” y “Nenúfares perfectos” fueron en las que más se visualizaban los celulares en alto y se coreaban los estribillos.
Las texturas electrónicas y el deseo de bailar del público se intensificaban aún más con la descomunal puesta en escena. El juego de luces (a cargo de León Greco) y las visuales de las pantallas eran el combo perfecto que llevó al show de Peces Raros hacía otro nivel. Un viaje sensorial no solo a nivel auditivo, también visual. Una dupla complementaria más que necesaria para dar un show íntegro y original.
Luego de este sold out en Groove, Peces Raros seguirá con presentaciones por Mar del Plata (Teatro Vorterix) y luego llevarán su set a, nada más y nada menos, que el Primavera Sound Buenos Aires. El proyecto platense se sumará al emblemático festival el 12 de noviembre en Parque de los Niños. De La Plata, al mundo.