Indie Club habló con Orlando Fernández, uno de los dos integrantes del conjunto mexicano, sobre el proceso de su último álbum de estudio, su conexión con Argentina y cómo Destellos se convirtió en un disco de culto.
Clubz surgió allá por 2014 de una relación de amistad entre Orlando Fernández y Coco Santos. De esa simbiosis entre los dos salió Texturas (2014), Destellos (2018) y el más reciente Radio kono (2025), revolucionando la escena mexicana y logrando un sonido retro-futurista que sería un sello distintivo de la banda.
En una charla con Indie Club, Fernández contó cuanto duro el proceso de composición de su último álbum, sus influencias, la partición y amistad que tienen con músicos argentinos, y por qué Destellos se convirtió en un disco de culto.
– ¿Cómo te sentís ahora que ya pasó un tiempo después del lanzamiento de Radio kono? ¿Cómo viste la devolución del público?
Bien, desde que salió el álbum la reacción ha sido muy positiva. Sí me ha sorprendido un poco, porque nos tardamos mucho tiempo en sacar el álbum, más de seis años entre éste y Destellos. Ya habíamos visto que a la gente le habían gustado las canciones que habíamos sacado, porque “Cortes modernos” salió en el 2023 al igual que “Discomania” y “Fútbol rock”. Incluso nos dimos cuenta de que los que las habían escuchado como single, en el disco les gusto más todavía.
Además, teníamos esa presión de que al disco anterior le fue muy bien, y no sabíamos si iba a llegar a superar la expectativa de la gente, sobre todo tantos años después. Recibimos comentarios como “pensamos que Destellos era su peak y que no se iban a poder superar, pero lo hicieron”. Así que pensamos que es un álbum que va a ir agarrando fuerza con el tiempo, porque lo mismo nos pasó con el anterior. También fue un gran cambio en el sonido y nos arriesgamos, porque nunca queremos repetir. Entonces con el tiempo como que el público lo va digiriendo y va agarrando más potencia.
– ¿Cuándo comenzó el proceso de composición de Radio kono? Porque, como decís vos, pasaron seis años de Destellos a éste.
Sí, de hecho, empezó poco después de que salió Destellos, porque salió a finales septiembre del 2018 y nosotros en el 2019 ya lo empezamos a componer. Es más, me acuerdo de que en mayo del 2019 ya teníamos unas ideas, tanto Coco como yo, y lo que hicimos fue montar una banda. Entonces empezamos a tocar esas ideas que tenía cada quien con una banda en vivo. Me acuerdo de que ahí ya teníamos del álbum, al menos unas siete u ocho canciones del disco. Ya teníamos el demo al menos de “Cortes modernos”, “Cinema Terror”, “Número uno” y alguna otra cosa. Fue algo que hicimos muy rápido, porque nosotros justo con el disco anterior nos tardamos mucho en salir. En Destellos tardamos cuatro años y medio en hacerlo y lanzarlo, y con este álbum irónicamente fue “sabes que no queremos tardar nosotros cuatro o cinco años en sacar otro álbum. Vamos a empezarlo lo antes posible”. Entonces desde el 2019 empezamos a hacer este disco pensando que tal vez en el 2020 lo sacábamos, pero bueno, ya sabes lo que pasó. Llegó la pandemia y los dos tenemos familia e hijos.
Y justo en el 2020, durante la pandemia, se embarazó la esposa de Coco y su hijo nació a finales del 2020. Mi esposa se embarazó de una niña también en el 2020 que terminó naciendo en el 2021. Entonces con las esposas embarazadas no nos podíamos arriesgar mucho a salir. La verdad es que en el 2020 y 2021 pudimos avanzar un poco, pero no demasiado.
En el 2020 sacamos una canción que se llama “Pronto” y en 2021 “Estadio estudio” y “Meteoro”, canciones que eran parte del álbum, pero después ya sentimos que estaban muy lejanas a la salida del disco, y, por otro lado, cuando grabamos esas canciones en pandemia, que es lo único que pudimos como realmente avanzar, sentimos que la producción era muy apegada a los setentas, de cierta manera un poquito más purista con el sonido. Y sentimos que tal vez esto era una percepción propia, que tal vez se nos pasó un poquito de la raya del sonido o la producción retro, porque siempre nos gusta tener inspiración de otras épocas, pero que a su vez suene algo nuevo, con una producción retro pero moderna, como retrofuturista. Eso nos hizo replantear un poquito el sonido que queríamos. En el vivo son canciones que a la gente igualmente les encantan, entonces nos gusta mucho tocarlas, pero cuando de ahí empezamos a agregar temas nuevos, el disco empezó a tomar otra vida y con este switch de la producción empezamos a cambiar. Pasaron muchas cosas en el camino y por eso nos tardamos tanto tiempo en sacar el álbum.
– ¿Cuál creés que fue el salto que más pegaron de Destellos a Radio kono? En este se animaron a poner arreglos de cuerdas en algunos temas.
Sí, en Destellos luce mucho el saxofón, que es un elemento muy importante. El bajo es todo hecho en sintetizadores y usamos prácticamente tres sintetizadores en todo el álbum y cajas de ritmos. Entonces lo que hicimos para éste fue cambiar las machines por baterías reales. Los sintetizadores que usábamos no los usamos, y los cambiamos por electric pianos. Todo esto cambia la paleta de sonidos. Por ejemplo el saxo ya no lo quisimos utilizar en Radio kono, entonces ahora lo cambiamos como tú dices por cuerdas. Ya cambiando eso y componiendo con una banda en vivo, se fue transformando todo.
Antes éramos Coco y yo poniendo un beat en una caja de ritmos con un sintetizador e ir grabando todo en la computadora. Ahora que se empezaran a introducir estos amigos ayudó a que cambiara naturalmente la producción y un poco también la composición de las canciones. Y son decisiones muy conscientes. O sea, fácilmente podríamos haber puesto el saxofón en el disco, pero fue una decisión de “tenemos que cambiar y estos mismos nos van a obligar a crear un sonido diferente”. Así fue que entramos por primera vez a un estudio profesional, siempre lo habíamos hecho en home studios. Y era como “un estudio profesional nos va a obligar a sonar mejor o a simplemente vivir una experiencia nueva y diferente”.
Un ejemplo de esto fue las baterías, que queríamos que suenen como una caja de ritmos y no como en vivo, con ese sonido seco. Ahí en un cuartito de El Desierto que tienen que es muy seco y con los ingenieros microfoneando la batería y la afinación lo logramos. De hecho, ahí estuvo Guille Salort que es una máquina y nos ayudó a grabar las baterías. El toque que tiene junto con el estudio logró un sonido espectacular. Si escuchas el disco parece que siguen siendo como samples, es una mezcla entre un robot humano prácticamente.
– Definiste la banda como retrofuturista y es verdad que se puede ver desde los Bee Gees hasta Daft Punk en el sonido del disco. ¿Qué influencias tomaron para Radio kono?
Sí, por un lado, cuando hicimos las primeras canciones del álbum, donde estaban “Estadio estudio”, “Meteoro” y “Pronto”, ha habido una influencia muy de los setentas, porque cuando empezamos el álbum fue así. Nos gustó mucho Wings, esa gran banda de Paul McCartney, y estábamos escuchando mucho ese disco, sobre todo el Greatest Hits, pero luego nos clavamos en toda la discografía del grupo y fue como “creo que este camino está bueno”. Lo que hizo McCartney en los setentas está bien chido, interesante y obviamente ese disco era como muy referencia. También empezamos a escuchar mucha música de los setentas, sobre todo finales, no tanto de principios y mediados. La verdad es que es infinita la lista, va desde Bobby Caldwell, Ambrosia, The Doobie Brothers y sobre todo lo que hizo Michael McDonald como solista. También muchas referencias a Pages, una banda muy poco conocida.
Empezamos mucho por ese camino, pero después nos preguntábamos cómo podíamos traer ese sonido a ahora. Porque en el disco anterior la referencia era Thriller de Michael Jackson. Entonces era “cómo podemos agarrar un poco de esa movida de los principios de los ochentas”. Pero luego, cuando empezamos a tocar de nuevo, cuando se empezó a abrir el mundo de la pandemia, como a finales del 2021, principios del 2022, empezamos a tocar también muchos DJ sets, porque era lo más fácil para nosotros y porque todavía había ciertas restricciones y demás. Ahí comenzamos a hacer una selección de música y nos empezamos a acordar de estas canciones de Daft Punk, Modjo, Justice y de toda esa movida del french touch y vimos que la gente reaccionaba muy bien y ahí vimos que teníamos que incorporar esa cuota bailable nocturna.
– Bueno, la canción “Radio kono” es muy Daft Punk.
Sí, ese sí salió hacia finales del álbum, o sea, porque queríamos tener algo que fuera así y fue sin querer, porque te voy a decir la realidad: Coco tiene una agencia que hace música para comerciales y películas y cosas así. Esa canción la había hecho con Kiddziee que estuvo involucrado en nuestro álbum como coproductor. Esa canción la hicieron ellos para una marca y no la escogieron, y Coco me la enseña y me dice “mira esta canción para este comercial no se va a usar, ¿como que está buena, no? La podríamos sumar al álbum” y yo le dije “sí, está buena”. En el estudio El Desierto ya la trabajamos más, le metimos las voces de radio y se volvió como en el tema chido del álbum (risas).
– Bien, quería pasar un poco por la conexión que tienen con Argentina. Algunos ya lo mencionaste, pero preguntarte por Guille Salort y Bernardo Ferrón (Telescopios), ¿cómo los conocieron y por qué decidieron que participen en su disco?
A Bernardo principalmente lo conocemos por Kiddziee. Él tenía una banda Noah Pino Palo y dio con Rubén Ordoñez, un cordobés, porque vio que a un artista argentino le había masterizado su trabajo y lo buscó entonces para que le masterice su banda. Resulta que Rubén trabaja muy de la mano con Berni: generalmente él mezclaba y Rubén masterizaba. Entonces así fue que ya estaba en comunicación con ellos dos, que también laburaron muy de la mano con Coco en su agencia y un día vino y me dijo “estos argentinos son muy buenos para mezclar y masterizar, deberíamos apoyarnos en ellos”. Y cuando sacamos “Pronto”, “Estadio estudio” y “Meteoro” las masterizaramos con Rubén con asistencia de Bernardo Ferrón, y cuando fuimos en 2022 a tocar a Buenos Aires ahí conocimos a Berni en persona, lo mismo con Guille.
Con Gigi fue distinto. No recuerdo si nosotros lo empezamos a seguir en Instagram o él a nosotros, y lo conocimos por un video que él salía tocando sobre una canción de Charly. Y fue ahí que nos empezamos a ver los videos y él nos escribe diciendo “chicos me gusta mucho su música, yo hago sesiones a distancia y puedo grabarles si quieren”. Y para nosotros nos pareció una re buena idea intentarlo y en plena pandemia nos mandó “Cinema terror” a distancia y lo hicimos a modo de prueba. Pero la realidad es que nos gustó enseguida. Y cuando vamos en el 2022 resulta que ya se conocían Gigi y Berni, y ahí se terminó de armar una amistad profunda. De hecho, grabamos una sesión en el estudio de Cerati en Unísono, donde Guille toca la batería y Bernardo la guitarra.
Lo más gracioso de todo fue que esa vez estuvimos como diez días en Buenos Aires y una noche en Gris Gris, capaz pasados un poco de copas, se acercaron los dos para pedirnos por favor participar en nuestro disco. Esto era en junio del 2022 y a finales de agosto ya íbamos a El Desierto a empezar a grabar, y bueno, fue así como con un speech muy emotivo de los dos fue que nos hicimos un trato de que los íbamos a llevar. Y pues nosotros cumplimos, cumplimos y los volamos, los llevamos, estuvieron ahí y no nos arrepentimos de nada. Es divertidísimo tener a un par de argentinos entre puro mexicano.
La verdad que el aporte de Guille en las baterías fue sensacional, porque él tiene la costumbre de grabarse mucho y sabe diferenciar mucho el toque en el estudio con el del vivo. Hay una seguridad en los argentinos que envidiamos nosotros, porque son muy seguros y son muy buenos. Y todo lo que sumó también Berni con guitarras. Él llevaba el orden de todo el álbum, estructuró quién grababa, qué seguía y llevaba el control de las sesiones. Berni tenía un poco el rol de host, como que él veía un poquito todo y pues nada, felices de tener también ese toque argentino en el álbum.
– Y si hablamos de Argentina, también les tengo que preguntar por la amistad con Isla de Caras, que incluso los invitaron a participar del disco.
Eso es muy loco, al mismo tiempo que pasaba lo de Berni y Gigi, también estábamos hablando con Lauti (Cura) que nos escribió porque quería que grabáramos unas voces en el álbum de Una caricia que todavía no salía. Empezamos a platicar, y a mí ya me gustaba su banda desde Chango porque me había salido como recomendación en Spotify, entonces yo ya sabía quiénes eran y ya se lo había enseñado a Coco.
Nosotros estábamos en todo esto que te platiqué. Esposas embarazadas, bebés naciendo, pandemia. Al mismo tiempo tratando de avanzar en lo que podíamos con el álbum y él nos buscó en la fase final de Una caricia y necesitaban las voces en dos semanas y para nosotros fue imposible. Después nos conocimos cuando fuimos en 2022, es más, Lauti nos fue a buscar al aeropuerto (risas) y ya antes nos habían propuesto sumarnos a su show en Niceto y eso también terminó en fechas en Córdoba y no me acuerdo donde más. Y la verdad que ese combo funcionó muy bien, inclusive ellos nos pidieron cerrar el show, más bien porque por el estilo de música a ellos les hacía más sentido.
No te voy a mentir que teníamos miedo de que la gente se vaya después del show de Isla de Caras, pero no, muy bien. Sé que la gente en Argentina no les gusta cualquier cosa. O sea, no es fácil impresionar a los argentinos. No es fácil porque a los argentinos les gusta mucho el rock nacional, o sea, les gusta mucho lo que está hecho en su país, lo cual está buenísimo. Por eso fue una sorpresa muy linda y yo sí siento un “algo” ahí con los argentinos. Entonces estos shows fueron la revancha para colaborar juntos.
Después vino “Fugazi”, que esa canción yo la empecé en el 2017 y pudo haber estado en Destellos. Poniéndonos con el nuevo disco, encontramos los demos que ya debían tener dos o tres años y la comenzamos a trabajar y fue un proceso, como lo fue todo el álbum, que los temas evolucionaron mucho a lo largo de los años. Me gustaría en algún momento sacar esos demos de varias canciones del 2019. Y bueno, con “Fugazi” estaba muy trabado, tenía la melodía y la letra no me salía bien y no me gustaba, así que fui con Lauti y me dije en el peor de los casos me ayuda con la letra y le doy la coautoría. Pero le dije “si te gusta la canción y si te gusta sacarla en colaboración, adelante. Si no ayúdame a salir de este embrollo”. E hizo algo muy fresco, hizo variaciones de melodía, cambió la letra y me la mando. Le hicimos unos pequeños cambios más y como le gusto, la sacamos en colaboración. Luego la estrenamos juntos en un show en Córdoba y ellos en Colombia me invitaron a cantar en “Terca”, que encima mi esposa e hijos son fans de Gran turismo.
– Después las otras dos colaboraciones son con Little Jesús y Solo Fernández.
Cuando hicimos “Fútbol rock” llegó la música y la melodía del coro, entonces faltaba como la melodía del verso y ya sonaba muy estilo Jesús. Entonces sentimos que le podía quedar muy bien a la banda y se la mandamos a Santi (Casillas) y le gustó. Luego un día en Ciudad de México fuimos al estudio de los Molotov y básicamente fue una sesión de composición de letra y melodía. Y él le metió eso de “Loco como Maradó. Diez en la espalda, telecaster blanca. Flasheando. Como el Bofo en la cancha de Boca. Saliendo escoltado, ganando” y nada, fluyó todo orgánicamente.
Después “Algo nítido” tiene una historia interesante. Casi no la metemos al álbum, fue la última que entró. ¿Viste que te dije que con “Fugazi” estaba trabado? Bueno, se la mandé a Solo Fernández y le dije que si se le ocurría alguna idea, le metiera. Básicamente le mandé la sesión entera para que pudiera jugar y tocar lo que él quisiera. De repente aparece y dice “les mando esta propuesta para “Fugazi”, a ver que opinan”, y era “Algo nítido”. Nosotros estábamos tipo “Esto es otra canción, ¿qué hiciste?”. Había quedado como un Frankenstein, pero bueno, muy bueno. Son como tres canciones en una y lo vimos como si fuera un bonus track del disco y Coco me comenta por qué no la usamos como cierre del álbum y quedó.
– No sé si ustedes se dan cuenta de que Destellos es tomado como un disco de culto.
Se generó como eso alrededor, yo siento que sí. O sea, tal vez suena raro que yo lo diga, pero lo siento. Lo veo en los comentarios en los videos de ese álbum y en diferentes redes como que “este disco es una joyita”, “es un tesoro oculto mío” y que las personas que lo recomiendan se lo mandan a gente de confianza que saben que lo van a apreciar, como que “te comparto este tesoro para ti”. Hemos notado mucho eso de “yo los conocí por este disco o por esta canción, que me lo enseñó mi mejor amigo o mi ex”, y hasta en los casos de exparejas sostienen que jamás van a dejar de escucharlo. Lo notamos también con comentarios de fans que tienen esa necesidad de que quieren tanto a la banda que nos quieren ver crecer y quieren que todo mundo nos conozca, pero al mismo tiempo no quieren que seas mainstream, como ese sentir de nicho y que sigamos siendo de culto.
Algo que nos gusta mucho es que el álbum ha ido madurando muy bien. No importa cuándo lo escuches, va a quedar bien y ese es el mayor logro para nosotros. Creo que lo más difícil es hacer un disco atemporal, porque en el momento a ti te puede sonar atemporal, pero solo el tiempo lo va a decir. Que hasta ahora, casi siete años después, siga sonando bien, lo sigan descubriendo y que les siga gustando es como misión cumplida. Por eso teníamos ese peso, ese reto con Radio kono. No podemos repetirnos. Y la gente esperaba otro Destellos, querían más “Nagano”, más “Poposcuro” y no lo podemos repetir, aunque queramos, no podemos. Por necesidad propia tenemos que hacer algo diferente.
De este modo, y con tu primera pregunta, a la gente les ha gustado este y es como que okay, parece que no les pesó tanto el tiempo que nos tardamos, porque todos eran “¿para cuándo el álbum?”, así que ya no podíamos con esa pregunta. Y yo me imaginaba comentarios tipo “tantos años para que sacaran esta mierda”, yo ya veía venir eso y no, en general todo positivo. Pero nosotros sí hemos tratado de hacer ese statement de que no, claramente no somos esa banda, no vamos a sacar un disco cada año, cada dos años. O sea, sorry, somos una banda de pocos discos, pero esos pocos valen la pena. Igual ahora sí tenemos la misión otra vez, no sé si lo vamos a lograr, de sacar algo rápido. De hecho tenemos muchas ganas ya de entrar a grabar porque tenemos canciones y demos. Ya queremos componer algunas ideas que tenemos y grabar algo, estamos tan claros con el álbum, tantos años y demás, que ahora lo único que queremos es grabar y sacar algo rápido, aunque sea tal vez un EP o la primera parte de un álbum.
– ¿Qué es lo que más te gusta venir a tocar Argentina? ¿Y qué podemos esperar del show de Niceto?
A mí lo que más me gusta es la euforia de la gente, nunca es estático. Además, yo tengo ahí como un amorío con Buenos Aires. Me fui de intercambio un semestre en el 2007 y regresé en el 2009 porque mi esposa, en ese momento novia, imagínate cuántos años llevamos juntos, también se fue a estudiar alla porque me visitó y le gustó tanto que cuando ella le tocaba irse de intercambio en la universidad también eligió Buenos Aires. Yo en el 2009 la fui a visitar y luego ya no volví hasta el 2018. Luego ya no regresé hasta el 2022.
¿Pero sabes que me gusta? Que desde 2022, 2023, 2024 y ahora 2025 nunca deje de ir. Cada vez hacemos más amigos y me encanta. Si le preguntabas al Orlando del 2007 que iba a volver al país dentro de 15 años con su banda a tocar, no sé si se lo creía. Además, la ciudad nunca deja de cambiar y me sigue pareciendo exótica, imagínate que yo la primera vez que fui el billete más grande era el de $100 (risas). Que a los argentinos les guste mi música es impensable, pero bueno, ahí tenemos un amorío y que ojalá siga creciendo y que más gente nos conozca.
Yo creo que va a ser un show muy energético y eufórico, va a ser un muy buen espectáculo. Aparte de eso, ahora la puesta es nueva y va a ser mucho más largo, estamos tocando casi los dos discos completos. Entonces creo que en Niceto nos podemos tocar unas dos buenas horas y seguramente también haya invitados argentinos. Solo falta definir quién abre el show.