El entusiasmo indoblegable que genera un nuevo amor queda descrito en el nuevo sencillo de la banda bonaerense.
Barco lanzó a finales de noviembre “Brotan margaritas“, una invitación a sentir las relaciones y la transformación de los sentimientos desde una perspectiva optimista, ambientada con un beat ideal para prender fuego cualquier pista de baile. Quienes escuchen este nuevo lanzamiento tendrán la formula pop con la que Barco nos viene acostumbrando satisfactoriamente desde hace varios años.
Desde el inicio de la canción, tanto las guitarras, los sintetizadores y la voz se encuentran más frontales y enceradoras en comparación con las producciones anteriores del conjunto, haciendo esperar, hasta la mitad del track, la entrada de los ambientes espaciales que caracterizan a la banda. Con el pasar de unos minutos “Brotan margaritas” pasa a ser de una canción acústica a una obra techno-pop con tintes retro, cortesía de los arreglos de sintetizadores que se entrometen abruptamente en el estribillo.
“Tal vez las margaritas rebalsen este suelo / quiero hacer perfume para vos” confiesa el protagonista de este amor en el estribillo, dejando en claro el nivel de entrega ante este enamoramiento que brota y crece entusiasmada y constantemente. Sin embargo, en los párrafos anteriores la letra sugiere una perspectiva del amor más libre y exento de ego al repetir “Ahora creo que el amor no pesa / Quita el peso”.
El nuevo lanzamiento de Barco estuvo acompañado por un videoclip realizado por Sol Campanella & Guido Barbosch. La superposición de los planos, correlato de varias escenas y diversas herramientas cinematográficas, ayudan a trasmitir la intensidad y la pasión de esta nueva relación. Pero, por otro lado, genera la sensación de cercanía y distancia entre ambos enamorados, incitando al concepto de la libertad y el “no ego” en una relación.
Entre los responsables de la cocción de este lanzamiento se encuentran Julian Ares, Rodrigo Humeres y Joaquin Buñuelos, quienes han aportado desde la producción de “Brotan Margaritas”. Mientras que la mezcla y el mastering fueron obras de Javier Buñuerlos y Dylan Lerner.