Bandalos Chinos entrevista

Bandalos Chinos: “Matamos lo que éramos y jugamos a ser otra cosa”

En una charla con Indie Club, Goyo Degano e Iñaki Colombo de Bandalos Chinos contaron cómo es reinventarse luego de tantos años con Vándalos y detalles de la presentación del disco el próximo 14 de agosto en el Movistar Arena.


2025 será recordado por el regreso de Bandalos Chinos. Con su nuevo disco Vándalos, marcan una nueva etapa de la banda, trayendo un sonido nuevo, pero sin dejar de lado su pop electrizante y característico. Además, tendrán una cita el próximo 14 de agosto en el Movistar Arena, siendo su show más importante hasta el momento. 

En una charla con Indie Club, Goyo Degano e Iñaki Colombo contaron cómo fue el proceso del nuevo disco, qué les aportó Fermín Ugarte en producción, la necesidad de reinventarse y cómo preparan su show en el Movistar.


– ¿Cómo se sienten con el disco afuera y cuánto duró el proceso de grabación? 

Goyo Degano: La verdad es que este disco se siente como una nueva etapa. Primero fue hacerlo por debajo de la superficie y ahora toca salir a mostrarlo. Pero me siento liviano y entusiasmado de que se vienen cositas. 

Iñaki Colombo: El año pasado comenzamos con el disco. Había algunas ideas y canciones que tienen más tiempo y que venían de acumulándose desde hace dos o tres años. Pero el álbum, o sea, la grabación propiamente dicha, comenzó en junio del año pasado y duró seis meses. 

– Pasó poco tiempo pero, ¿cómo sintieron el primer feedback de la gente?

G: Es bueno, la verdad que tengo una buena sensación. Y como fuimos sacando algunos sencillos, el impacto no es tan fuerte, pero es verdad que una vez salido el disco se termina de completar la foto. Y, como te decía recién, es arrancar una nueva etapa de la banda, ver qué le pasa a la gente con este álbum. La parte de recibir los frutos del trabajo va a venir después, pero me encanta todo lo que está pasando, yo estoy muy copado con la música y eso ya está buenísimo. 

I: Siento que es un disco que pide varias escuchas. Recibo muchos mensajes de familiares, amigos o algún comentario aislado por ahí de que siguen descubriendo cosas nuevas. Y la verdad que nosotros lo hicimos así, no fuimos por lo primero que nos llamó, sino que tiene capas que fuimos dejando y que requieren profundizar en la escucha. 

– Alguna vez escuché que Babasonicos hasta no saber el concepto del disco no se sientan a grabarlo. ¿Ustedes cómo encararon el proceso de Vándalos y cuándo se fue gestando? 

G: Para este trabajo hubo mucho de sentarnos a charlar y definir un concepto en ideas, imágenes, referencias y vivencias. Tratar de entender para donde queríamos ir. Veníamos de hacer tres discos con el mismo productor en un estudio en el medio del desierto, en veinte días, con un proceso y una manera de hacer música muy puntual, y había una necesidad de cambio. Desde el contexto, la forma de hacerlo hasta el resultado. 

Entonces sí hubo una previa de mucho sofismo, juntadas y charlar sin tocar una sola nota. Solo hablando de que queríamos y para donde queríamos que vaya la nueva etapa de la banda. 

I: Hubo esa idea de un preconcepto bajo el cual encarar las canciones y elegir cuáles entraban en el disco. 

G: Había muchos demos y empezamos a definir este concepto hasta que poco a poco se fue achicando, y obvio que hubo canciones que naturalmente fueron quedando afuera y que ni las trabajamos. 

– En este disco hubo como un regreso al sonido que tenían en los principios de la banda, ¿fue intencional o se dio inconscientemente? 

I: Un poco las dos. El productor Fermín (Ugarte) también nos decía que el disco era muy Bandalos Chinos pero de la primera época, con más sintetizadores o con mayor intensidad. Además, sí se distingue de los tres últimos discos de la trilogía Jodorowsky, que era todo más sedoso y matizado, acá es como que es todo más “bruto”. Vándalos tiene temas muy fuertes, algunos más íntimos y todo tiene como una mayor amplitud dinámica. En la lírica también es todo más crudo. 

G: Es loco lo que decís, porque un poco nosotros charlando antes de entrar al estudio hablábamos de la profesionalización de la banda, y esto de grabar el disco en veinte días y tener que rendir porque lo alquilaste y sale un montón de plata. Entonces era como volver a jugar y divertirnos en el estudio. Por eso es que hay algo que tiene relación con esos primeros discos. Como que la banda en esa época estaba en desarrollo y era todo muy lúdico. La forma de hacer música era sin demasiadas pretenciones, entonces sí hay algo de esa vuelta a los inicios, que inconscientemente nos lleva a que suene parecido. 

– Mencionaron a Fermín Ugarte, ¿por qué lo eligieron a él como productor y qué le aportó al disco? 

I: A Fermín lo conocimos en la escena. Yo me acuerdo de que lo primero que escuche de él fue Orden y progreso y me encantó. Después nos fuimos cruzando y él empezó a laburar con un amigo nuestro de manager, entonces terminó haciendo la apertura de algunos shows nuestros en La Plata y después lo invitamos a nuestros Nicetos a hacer “Departamento”. También despegó como productor de Dillom y lo empezamos a mirar como “acá hay algo” y nos empezó a atraer su manera de trabajar. Cuando surgió la idea de este disco, su nombre empezó a picar fuerte, tuvimos un par de charlas y la química fue instantánea. Incluso ya nos hicimos amigos y eso estuvo buenísimo.

G: De hecho, ahora se suma a la gira con nosotros como comodín arriba del escenario. Todavía no sabemos que va a hacer, pero algo va a hacer (risas). En cuanto a su trabajo de productor, él tiene una mirada distinta de la música, un abordaje diferente y eso nos trajo frescura en ese sentido, porque nosotros nos subimos a la Fermineta y le dimos el poder para que marcara el ritmo, armando equipo con Bernardo Ferrón de Telescopios como ingeniero y asistente de producción, que también hizo un aporte fundamental al disco.  

Yo creo que lo que nos trajo fue no casarnos con la primera idea. Volver a poner en duda el arreglo y el abordaje de la producción. Todo tenía la posibilidad de que dudemos y lo volvamos a hacer. En ese sentido me parece que estuvo bueno, porque no por eso se volvió calculado, sino que no perdió frescura y nos hizo salir de esta cosa que ya teníamos más instalada de cómo hacer, cómo grabar y cómo hacer sonar nuestra música. 

I: También nos ayudó con el concepto del disco. Desde elegir el repertorio de las canciones hasta compositivamente. Él como productor es muy 360° de cómo se involucra en el proceso. No es solo producción y arreglos, sino más general. Él nunca pierde de vista el concepto general del disco y qué querés decir. 

G: Incluso nosotros trabajamos con la parte más visual y estética del disco con Tomás Terzano y Delfina Kavulakian y él hasta participó de ese tipo de debates, armando un lindo equipo, entendiendo la estética, cómo íbamos a mostrar nuestra música y por eso terminó decantando en que sume a la gira, porque es un involucramiento muy profundo con la banda.

– ¿Qué referencias tomaron para este disco?

I: Hubo varias referencias a los albores del indie por el principio de los 2000, como esta cosa medio LCD Soundsystem con estos sonidos electrónicos, Empire of the Sun, Phoenix y después algunas cosas más ochentosas tipo Talking Heads, esa onda más new wave. Y no sé si tan directo, pero como esa actitud más punk y cruda para encarar algunas cosas.

G: Y después conceptualmente la referencia vino más del lado de que sea un Black album, esa idea de matar a la banda y jugar a ser otra completamente distinta. Aprovechar este ímpetu de cambiar y buscar algo nuevo, para hacer este concepto de kill the band y de repente somos Vándalos, pero con V.

– En “Mentira” hablan de una persona ficcional, pero que muestra el lado malo que tiene la industria musical. Ustedes que se manejan de manera independiente, ¿cómo se llevan con esto? 

I: Tenés que jugar el juego, no te queda otra. Pero bueno, toda la vida nos sentimos en el límite de la industria, como que vivimos coqueteando con eso. No estamos en el mainstream o en la discográfica, pero estamos ahí, ubicados en los márgenes. Entonces sí, esta canción es una sátira sobre lo que es la escena, de como todo se parece o que de pronto uno hace algo y todos después hacen lo mismo. Lo mismo con el tema de las nominaciones. 

G: Es un poco una crítica a esa parte más fea de la industria, en donde quizás nos hacen creer que nos gustó algo, y en realidad ahí empezás a ver los hilos y te das cuenta como te lo impusieron. Pero bueno, como dice Iñaki, a veces hay que jugar el juego y tratar de permanecer hasta donde uno le parezca ético. 

– Pasaron de ser una banda emergente a ahora ser los referentes de la escena actual. ¿Después de tantos años cómo es reinventarse como banda?

G: La verdad que es desafiante, de hecho tuvimos que parar el año pasado, veníamos de hacer entre sesenta y setenta shows por año, y ya el año pasado hicimos quince. Decidimos cortar un poco con la gira para encontrar en el silencio de casa y en las cosas cotidianas con tu pareja o amigos, poder encontrar nuevas inspiraciones, ideas y vivencias que te lleven a poder reinventarte. 

Fue necesario mirar para adentro. Nosotros cumplimos quince años como banda y llegamos hasta este lugar, entonces es ver cómo queremos seguir.

I: Para cambiar, primero hay que querer hacerlo. Nosotros supimos manifestar en este disco que queríamos cambiar haciéndolo así. Obviamente, después siempre querés seguir siendo vos, pero creo que se percibe esa vocación de cambio que trae este trabajo. 

– Hicieron un Movistar Arena en Pandemia y sin gente, ¿cómo se preparan ahora para tocar ahí lleno? 

G: La verdad es que se siente como un show consagratorio para la banda. Tocar en un lugar para 15.000 personas, encima en nuestra ciudad, es un hito y es un show re contra importante. Obviamente que es la presentación de Vándalos, pero también es llegar a un lugar, por eso también vamos a repasar las canciones de todos nuestros discos.

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