Luego de meses de espera, el viernes 20 de noviembre volvió a sonar una banda indie con público en CABA por primera vez desde marzo. Bandalos Chinos se presentó en la terraza del Centro Cultural Recoleta con un show acústico y único para un público con capacidad limitada, donde hicieron un setlist muy completo: un poco de Bach, un poco de covers y mucha Paranoia Pop.
Miércoles, cuatro de la tarde, todes en una compu y la página del Centro Cultural Recoleta, completamente caída. “Conseguiste?”, “Imposible boludx, no me carga ni el inicio”, “¡ME METÍ Y NO HABÍA MÁS!” fueron sólo algunos de los miles de mensajes que llegaban a los celulares de los fanáticos del indie que, desesperados, apretaban F5 con la esperanza de sacar entradas para ver a una de las bandas más importantes de la escena: Bandalos Chinos.
Estar en la terraza del CCR el viernes a la tarde era un planazo. No sólo por el solcito cayendo, las birritas y algún que otro porrito, sino que llegaba el día que miles de fans de la música estaban esperando, volvían los recitales.
Los afortunados de atender a este momento histórico fuimos pocos y la adrenalina del regreso triunfal se empezó a sentir desde la tarde del miércoles hasta que llegamos a la fila donde nos tomaban la fiebre para entrar.
Una vez en la terraza, mientras que todes se acomodaban en el piso señalado con cintas, Dj Piwi pasaba unos temas que tenían a todo el mundo moviendo la cabeza. Cuando el sol empezó a caer y una brisita empezaba a pegar, salieron los Bandalos en formato “power trío”: apareció Iñaki Colombo, el guitarrista; su hermano Salvador, el tecladista (y en unos breves momentos del recital, percusionista); y Goyo Degano, frontman y vocalista.
Empezaron con clásicos: “Vámonos de viaje” y “El club de la montaña”, dos de los temas más conocidos de su discografía. Sin embargo, no en las versiones que sus oyentes están acostumbrados a escuchar sino que, para la ocasión, adoptaron todas las canciones a versiones acústicas y lograron crear, así, el ambiente íntimo ideal que ameritaba la ocasión.
Siguieron con “Departamento”, en la que Goyo aprovechó para cantar en portugués y tirar un “ahre” apenas terminó, una de las pocas palabras que dijo entre los interludios: “tenemos muchas ganas de tocar la mayor cantidad de canciones posibles y tenemos poco tiempo”.
El recital continuó con “Demasiado” que mutó a “Cabildo y Juramento”, un tema icónico de otra de las bandas fuertes del indie, Conociendo Rusia, y siguieron con temas del último y nuevo disco, Paranoia Pop. La primera canción que se presentó del álbum fue “La herida”, luego “A la cabeza” (en la que se destacó Iñaki con un gran solo de guitarra) y “Mi manera de ser”.
Esta presentación del disco, por primera vez en vivo, sin embargo, fue interrumpida. En medio del show, Goyo anunció que “ahora toca hacer unos temas de otros artistas” y se lanzó a cantar “Que se acabe el mundo, por favor” del chileno Alex Anwandter.
En la lista siguió “Primavera”, el track más conocido de Ainda, que cuenta con un feat. de Jorge Drexler; “Mar”, de León Larregui, el cantante mexicano, fue la siguiente; y para terminar, un clásico del indie: “Agua Marfil”, de Usted Señalemelo, canción que nadie pudo evitar las ganas de empezar a cantar, más aún considerando que el guitarrista de esta banda Gabi “Cocó” Orozco se encontraba entre la audiencia.
Al terminar esta sesión de covers adaptados bellamente al estilo “Bandalos”, la banda reanudó la presentación de Paranoia Pop en vivo. Empezaron con “Los puntos”, grabada originalmente junto a los mexicanos Tei Shi y el David Aguilar, para seguir en línea con las canciones más lentas que venían haciendo hasta que llegó “El ídolo”, seguida por “Chu-chu” y empezó a aumentar progresivamente las ganas de bailar entre la audiencia.
Todo estaba fríamente calculado ya que para terminar de manijear a todos, empezó la canción homónima “Paranoia Pop”, y, cuando era la hora de los versos de Louta todos los miembros de la audiencia empezaron a mirar para todos lados esperando que James se acerque al escenario, ya que estaba también entre el público. Pero Louta nunca llegó y fue Salvador quien empezó a cantar “Yo no sé lo que yo quiero pero lo quiero ya…”.
El show, por lo menos el que habían preparado, había terminado. Pero la manija quedó. Los tres miembros del grupo miraron hacia los costados y le pidieron a los organizadores del CCR un tema más…que se terminó transformando en cuatro canciones extras para el setlist.
“¿Cual cantamos?” preguntaron los Bandalos y, así, estos últimos temas fueron elegidos por el público y nadie más. “Sin señal” fue la siguiente. Luego, un grupito pidió a los gritos “Super V”, continuaron con “Tema de Susana” y terminaron de cubrir Paranoia Pop, con la única excepción de “Fulnabis”, dando fin al show con “AYNMG (Así ya no me gusta)”.
Volvieron los recitales, pero el covid no se fue: el pogo fue reemplazado con movimientos de cabeza y aplausos, las piernas no se acalambraron por bailar sino, más bien, por estar sentadas en una colchoneta y los gritos fueron detenidos (un poquito no más) por el barbijo, pero nadie dejó de cantar ni un segundo.
Un show que iba a ser cortito se terminó convirtiendo en un recital de 20 canciones pero, ¿acaso se podía esperar menos de una banda que, en su mejor momento, tuvo que renunciar al encuentro con sus fanáticos por más de 9 meses? Y ni hablar de la manija, tanto de sus fans como de los artistas, de presentar y escuchar un álbum nuevo en vivo.
El show de Bandalos Chinos tuvo todo lo que tenía que tener, y un poco más también. Un hermoso inicio para esta nueva temporada de recitales, que luego de una larga pausa, generan más expectativas que nunca y, por suerte, tenemos un país que cuenta con artistas que logran alcanzar estas expectativas, superarlas y sorprendernos constantemente. Por eso, ojalá nunca nos vuelvan a faltar.