Indie Club habló con Axel Fiks acerca de su nuevo álbum, Abierto toda la noche: el proceso creativo, el recorrido por nuevos géneros, el trabajo sobre temáticas personales y sus proyecciones para el próximo año.
El cantante argentino Axel Fiks lanzó su nuevo álbum de estudio Abierto toda la noche. El mismo fue un proceso enriquecedor para el autor, el cual le permitió superar sus límites y descubrir sus capacidades de componer nueva música, por fuera de su zona de confort. Así, exploró nuevos géneros, desde el jazz al pop, pasando por el tango y sus prosas.
Además, este nuevo disco fue una oportunidad para Axel para canalizar sus emociones más profundas y personales. Con canciones donde habla de su familia, el amor y el miedo, el compositor buscó plasmar, a través de las letras, aquellos sentimientos que viven en su cabeza. Esta idea se refleja de gran manera en el videoclip, representando aquel espacio intangible donde habitan los pensamientos.
– Si tuvieras que definir Abierto toda la noche en una frase, palabra o concepto lo que significa para vos, ¿cuál sería?
Compromiso, de una manera. Porque siento que es la primera vez en mi vida que me pongo a hacer música de verdad y me lo tomo en serio. Ir al estudio metódicamente, sin parar, siento que es un poco el reflejo de eso.
– Es tu primer álbum conceptual. ¿Qué te motivó hacerlo de esa manera? ¿Cómo fue el camino?
Tenía ganas de que conversaran entre sí las canciones, pasar de una canción a la otra y que hubiera algo en común. En ese momento, estaba leyendo muchos poemas de tango y letra de Gardel y agarré mucho de ahí. Y surgió esta idea de plasmar todo el universo lírico, medio lunfardo y medio criollo.
Traté de adaptar un par de letras a ese estilo, aunque después me di cuenta que no quería hacer todas las canciones así, pero ahí había una señal de que quería por lo menos meterle un poco más de rosca. También por escuchar música, me pasó escuchar discos completos y decir “Este disco desde que empieza hasta que termina me plantea un mundo” y me dieron muchas ganas de que mi disco genere lo mismo. Por eso trabajé el concepto y demás.
– Sobre las canciones que tienen cierta influencia del tango argentino, ¿surgían por canciones que escuchabas de antes, por sus prosas?
Sí, más por la prosa tal vez. Este año me pasó de tener 24, 25 canciones hechas. Y lo bajamos a 9; iban a ser 10 pero terminaron siendo 9. Pero sí, estuve arrancando desde la escritura, más que desde la composición y todo lo que estaba compuesto lo intenté adaptar a las letras que vinieron. Ya tenía cosas hechas sin letra, las intentaba adaptar a las letras nuevas.
– ¿Cómo es tu proceso creativo a la hora de componer?
Y depende, por lo general, ya tengo algo escrito y después le hago música. Últimamente me funciona así, pero para la primera canción que abre el disco, “Lunático”, estuve como un mes y medio trabado porque no sabía de qué escribir. Tenía todas las melodías, tenía la música, tenía todo grabado, menos la letra. Para mí, era inconscientemente no querer soltarlo, porque en la que terminaba de grabarlo ya se terminaba el disco, sumada a la presión de que la canción abría el disco y tenía que estar buena.
– En las canciones trabajaste con temáticas más profundas de lo habitual: hablar de tu pasado con tu papá, del amor o ciertas decepciones o miedos que viviste y que pueden reflejarse en la vida del resto. ¿Qué sentís cuando trabajas estos temas tan personales?
“Hijo único” es la más íntima y es la canción que más dudé si sacarla o no. Porque pensaba que era muy personal la letra, no era necesario exponerse tanto, por qué lo hacía. Y no sé, te hace ruido, pero a la vez sabes que lo tenés que hacer, es terapéutico hablar de esas cosas y aparte a alguien le puede servir.
– “Ventisinko” ft. con Catalina Ammaturo es la única colaboración del álbum. ¿Eso fue por alguna decisión en particular?
Sí, en realidad yo no quería tener ninguna colaboración en el disco, pero ese tema lo había hecho por la mitad, había hecho todo mi parte y se lo mandé a ella y me gustó mucho el resultado y dije “Bueno, tengo que hacerlo”. Pero no me agarró la de buscar o pensar a quién le podía quedar bien tal tema. Porque son temas muy personales, muy propios, los escribo pensando en mí, no pensando en hacerle un lugar a otra persona.
En el caso de este tema con Cata, me pareció perfecto tener un solo feat. Está muy bien la verdad y aparte es un género que ella no suele hacer, pero se adaptó y la rompió.
– Se ve en el álbum que no vas por una misma línea, tocás distintos géneros, algunas influencias del jazz, del soul, después vas al tango y a lo último hay un cambio al pop. ¿Por qué surgió? ¿Por qué tomaste la decisión de no seguir con lo mismo en todo el álbum?
Me aburren un poco los discos que son 9 canciones de rock o 9 canciones de tal cosa. No es que fue una búsqueda a propósito, sino que o compongo desde la guitarra o compongo desde la compu haciendo bits, entonces ya de por sí no todas mis canciones pueden sonar igual. Puedo plantear distintas cosas, entonces no suena forzado de repente escuchar un beat medio trap en el medio de todo el disco.
Pero también por ejemplo “Su figura galán” pasó por un montón de procesos. Antes ese tema tenía otro tiempo, tenía otros instrumentos, tenía un bombo legüero, medio folklore medio de chacarera, y terminamos descartando todo eso para hacer otra versión. En medio de todas esas búsquedas surgieron los distintos géneros.
– Hablando del videoclip, ¿cómo fue trasladar todas estas ideas que vos planteaste en el álbum a la parte visual, para mantener la misma lógica?
Ahí me ayudó mucho Fran, que es mi manager, las directoras y mi vieja, con los personajes y demás. Yo sabía que quería hacer algo conceptual, pero no sabía cómo llevarlo a lo visual y lo dejé en manos de otras personas, confiando en que hicieran lo que quisieran.
– Es un trabajo súper interesante el querer representar el mundo psicológico e intangible en un espacio físico. ¿Esa es la idea, representar la mente?
Sí, total, lo que no existe y está en la cabeza.
– Después de que la gente escuche tu álbum, ¿con qué mensaje te gustaría que se queden?
Que lo escuchen abajo del sol, que sean felices. No quise repetir tanto la fórmula de mis otros temas, sentí que todos esos eran de un universo y no quise volver, por eso también distintos géneros y distintos sonidos. Me gustaría que se acerque a escuchar el disco gente que no tenga que ver con lo que yo hacía antes. Siento que te abre más la puerta a que de repente lo escuches, si escuchás otro género que no sea indie.
“Su figura galán” y “Hasta la luna” son canciones que tienen una letra un poco más tanguera, más lunfardo y me gustaría que la escuche un señor de 70 años. Me encantaría ampliar un poco la audiencia, no solo en cantidad, sino en rango etario.
– ¿Qué fue lo que más disfrutaste de este trabajo y proceso extenso?
Fue un año más o menos yendo constantemente al estudio… lo que más disfruté fue tener la disciplina de ir, tomármelo en serio y conectar mucho con Joaco, mi productor, y estar todo el día juntos componiendo. Ahora me dejó medio vacío haber sacado el álbum, o sea, estoy re contento, pero ya no tengo por qué ir al estudio todo el tiempo. Intento seguir conectado, haciendo beats y demás. Me quedo con el recuerdo de lo bien que la pasé este año.
– ¿Y notaste este año un crecimiento personal, además del compromiso que asumiste con el álbum?
Sí, descubrí que tengo más energía o capacidad para hacer cosas que no sabía que tenía. Simplemente forzándome, obligándome y estando tres, cuatro horas haciendo algo y recién a la hora cuatro encontrar cómo querer hacerlo. Pero sí, estar todo el tiempo haciendo música y haber descubierto y superado mis límites.
– ¿Alguna expectativa de este nuevo año del 2025, algún deseo por cumplir?
Sí, música nueva seguramente, shows en vivo con la presentación del álbum y espero girar mucho.