mujer cebra entrevista

Mujer Cebra: “El rock tiene que transformarse todo el tiempo”

La banda de Capital despide de a poco Clase B y trabaja en lo que va a ser su próximo disco. Indie Club charló con ellos en la previa del nuevo ciclo Alerta Rock.


Mujer Cebra fue una de las punta de lanza de una generación de bandas que luego de la cuarentena se esparcieron por todos lados. Sonidos alternativos que ahora están en boca de muchas más personas y que algo había cambiado. Luego de su segundo disco Clase B donde reforzaron su sonido y estilo, hoy la banda se encuentra en la búsqueda de nuevos horizontes y lugares para su siguiente trabajo largo.

Indie Club pudo charlar con el guitarrista y cantante Santiago Piedra y el baterista Patricio Garcia Seminara en el marco del nuevo ciclo Alerta Rock. Siendo este el volumen número uno de una serie de fechas que se realizan en Vorterix. La primera será el próximo domingo 24 de agosto.


– Este año están tocando menos en Capital. ¿Cómo es siempre reencontrarse con ese público?

Patricio García Seminara: Es la primera vez que hacemos un parate tan largo.

Santiago Piedra: Sí, veníamos tocando hace cinco años más o menos muy furiosamente. Te diría que fueron pocos los fines de semana que no tocamos. Veníamos un ritmo medio infernal, necesitábamos también parar para armar cosas y también encontrarnos un poco.

– Pasó ya un tiempo desde la salida de su disco Clase B. ¿Cómo lo ven a día de hoy y lo que significó para la banda?

PGS: Hoy estaba pensando en cómo lo voy a ver el día de mañana en realidad. Porque medio ya estamos trabajando en el disco que sigue y me divierte pensar en cómo van a convivir los dos discos anteriores (Mujer Cebra de 2021 y Clase B de 2023) con lo que estamos haciendo ahora.

SP: Y aparte, lo único actual que uno siente es el momento que está viviendo con la música. Porque vas también armando secuencias sobre las cosas que vas viviendo. Entonces no sólo es el disco, sino también todo lo que sucedió durante el disco. Ya se siente como algo que pasó.

¿Se quedaron antiguas algunas de las canciones?

SP: No antiguas porque no las sienta actuales, sino más bien porque ya sucedió hace tres años. Y ahora, haciendo un nuevo disco, estamos en una etapa nueva también.

Además, el anterior disco salió en un contexto muy caldeado en el país. ¿Hoy como lo ven?

PGS: Presentamos el disco antes del balotaje y estaba todo muy ferviente. Me acuerdo que nuestro amigo (Juan) Ruffo, de Blender, me contó que durante el show decía “qué ganas tiene la gente de votar mañana”. Y bueno, creo que el resultado no fue… Se sintió el post de eso.

SP: Para mí hay momentos donde se sienten como un cambio generacional. Estamos en un momento donde hay un montón de tecnología y cosas nuevas que se sienten como si estuviese recién saliendo internet y el mundo se estuviera yendo de las manos. Y de repente ya es un mundo que te ves ajeno y dejas de entender. En ese momento quizás no teníamos las palabras para decirlo, pero sí se sentía así. Clase B es un disco que curiosamente para mí tiene mucho menos enrosque mental porque lo hicimos rápido. Y ahora tenemos mucho tiempo también para reflexionar, para hacer un parate, para tratar de pensar o de repensar el mundo en el que vivimos.

PGS: Sí, además es distinto porque yo creo que hace dos años la coyuntura realmente era completamente distinta a la de ahora. Uno no se podría haber imaginado que el mundo iba a cambiar tanto.

¿Y cómo repercute eso en el mundo en el que viven las canciones?

SP: Es muy loco porque es muy directo. Nosotros no hacemos música de modo muy literal y buscamos que se mantenga así. Para mí la música tiene que ser un escape, un paraíso de uno y no sé si la búsqueda es transformarlo en algo tan literal. Pero se transforma literal todo el tiempo porque siempre que estás haciendo algo, la emoción termina siendo más fuerte. La verdad es que repercute todo el tiempo porque todo lo que está pasando te pega emocionalmente.

¿Y en qué parte del proceso está el nuevo disco?

SP: En todos al mismo tiempo (se ríe). Porque estuvimos preproduciendo de una manera muy extraña, el lugar donde ensayábamos cerró e hicimos como todo un poco junto. Siempre le damos mucha rosca a esa parte, es la que más disfruto: la de producir el disco, armarlo y grabar. Estuvimos los últimos dos o tres meses haciendo eso. Y muy sorprendido porque tenía como expectativas altas para un disco que de repente siento que está siendo exactamente lo que quiero.

¿Y en qué se diferencia de los dos anteriores discos?

SP: Tiempo, experiencia. Nosotros somos bastante herméticos y es el momento también donde te das cuenta de muchas cosas. Cuando frenás la pelota también es cuando podés ver el mundo o la vida con más claridad y creo que es un disco más claro.

¿Sienten que el tiempo y el reloj les jugó a favor o en contra esta vez?

SP: Muy a favor y muy en contra también por momentos distintos. Creo que la vida hoy te lleva a hacer las cosas muy a los tirones. Por suerte a nosotros no nos corre nadie con el tiempo y lo estamos haciendo al ritmo que nosotros queremos. Eso no es necesariamente bueno para la carrera de uno. Sentís que hay una aguja que te está corriendo y no podés demorar años en hacer algo. Así que ahora estamos tratando de terminarlo.

¿Y qué características va a tener en el sonido? ¿Es continuista con lo que hacen?

SP: No, es bastante disruptivo en lo que hacemos nosotros porque uno va armando una fórmula que empezás a saberla y sabés que te resulta. La verdad que nosotros del primer disco al segundo ya tratamos de romper eso. Este para mí es mucho más thrash y no tiene como muchos de los yeites que sabemos que funcionan, tratamos de inventar otros. Aparte de mezclar cosas que antes no hubiésemos podido hacer con la calidad que siempre tuvimos, para mí tiene más vertiente de estudio. De contar lo que nosotros queremos contar desde la producción, que es lo que aprendimos y estuvimos aprendiendo. Hace que sea más orquestal en ese sentido y todo lo cinemático que pueda tener.

En una nota hablaban que este es un disco más moderno de Mujer Cebra. ¿Por qué lo dicen y en qué se basa eso?

SP: Creo que tiene que ver mucho con la filosofía que uno tenga. Me parece que toda nuestra camada de músicos tenía como una cuestión muy de estar en contra de muchas cosas que estaban pasando artísticamente y eso es un motor muy grande de armar algo nuevo. Pero creo que tenía que ver también con traer muchas cosas de antes y eso está muy bueno hasta un punto donde te empieza a encapsular. Y ahora nos amigamos con muchas cosas, incluso desde la producción, incluso con la digitalidad. No querer el calor analógico todo el tiempo pegándote.

PGS: Sí, también con influencias más nuevas. No recurrir tanto al pasado. Igual siempre se recurre a lo histórico.

¿Qué tipo de referencias están teniendo ahora últimamente?

SP: No sé, me pasa mucho con el cine incluso con herramientas. Tenés por ejemplo la inteligencia artificial que es como una especie de disparo. Creo que es una temática quemada. No es que pase por ahí pero si en las imágenes. Como cuando un formato te da el código de época y vos ves una foto con un flash contra el espejo de una cámara digital y decís, “estos son los locos 2004”, porque te lo acordás. Y ahora creo que hay como un código de época que quizás está más difuso porque lo estás viviendo pero tiene que ver con una cuestión muy digital.

¿Repercute lo urbano en la música de la banda? Hablando de urbanización y de la ciudad.

SP: Tiene y tratamos de mostrarlo. Es como que para nosotros esta es nuestra ciudad y es con toda la locura que es como un paisaje.

PGS: Además los primeros dos discos los compusimos en nuestra ex sala de ensayo y es la primera vez que el proceso de composición sucede en otro lugar. Es una oficina de microcentro y algún que otro viaje que hemos hecho afuera para componer y grabar ideas. Estamos como con eso en la cabeza y yo al principio estaba escéptico y ahora me parece alucinante que eso vaya a quedar plasmado en un disco.

¿Cómo están para tocar el domingo del Ciclo Alerta Rock en Vorterix? ¿Va a haber una sorpresa?

PGS: Todavía no estamos preparando un show, estamos muy metidos en el disco. La idea es que haya cosas nuevas. Ojalá que lleguemos y que estén. Queremos tocar temas nuevos.

¿Y qué sienten al ver y estar en estos ciclos con artistas más alternativos?

PGS: Me encanta. Es muy parecido al Festival Nuevo Día que pasó en Vorterix, que para mí fue uno de los grandes antes y después de esta movida. Y es un poco celebrar eso nuevamente con una camada nueva. Me gusta que toque Sunlid, que toque Daniela Milagros, nombres con los que creo nunca tocamos.

Y el ciclo se llama Alerta Rock. Si yo les digo “rock”, ¿qué se les viene a la cabeza y qué piensan en eso?

SP: Es una palabra que se bastardea mucho. Tratamos de resignificarlo de alguna manera. Nosotros venimos también de ese palo. No es tampoco para mí tirar por tirar. Pero sí cuando se transforma en algo que es encapsulador más allá de que tenga la fachada de querer romper algo pero estás haciendo todo lo contrario y estás como en realidad encerrando todo el mundo en el palo que a vos te conviene o te sirve a tu relato, para mí es una mierda. Tiene que ser algo que se transforme todo el tiempo. No es romper las cosas que tenés al costado sino tratar de romperse a uno. Es la única manera de construir algo.

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