El cuarteto ícono del indie nacional presentó su nuevo disco en la ciudad de La Plata con dos fechas el fin de semana
Bestia Bebé celebró la salida de su nuevo disco Vamos a destruir en La Plata. En una casa de amigos como lo es Casa Unclán, la banda oriunda de Boedo desplegó lo que más sabe hacer: agitar para que el público disfrute con un show cercano a ellos.
El festejo lo abrió Nina Suárez en formato acústico junto a Marky Canosa (Bestia Bebé) en guitarra. El público disperso fue acercándose para presenciar la presentación de Nina. Comenzó el acto con “El lado oscuro”. Aún con el formato íntimo, se notó la fuerza y emotividad de la banda que se puede transpolar bien en la fecha. Siguió recorriendo su disco salido en 2023, Algo para decirte. Canciones como la que le da el título al disco, “Batalla Naval”, “Corrida al arco” y demás. El factor central de su presentacion fue el poder de su voz y el despliegue que tiene.
Entre medias también tocó la emocional “Roto por dentro”. Para cerrar, eligió “Convicciones” de la gran Rosario Bléfari (y madre de la artista). Nina Suárez dejó el panorama listo para la salida de Bestia Bebé.
Mientras en el lugar sonaba “Destrucción”, de V8, dio paso al himno para la previas de la banda. Empezó a sonar “It‘s a Heartache” de Bonnie Tyler, o en criollo como la conocemos en estas tierras, “Jugadores….”, que da la salida para Bestia.
Sin mas preámbulos y todos ya posicionados en su lugar, Bestia Bebé inició con “El humo negro”. Con una larga introducción instrumental, en esta canción se dieron el lujo de poder experimentar con las atmósferas y los ritmos envolventes. Sin tiempo para nada, siguen con un repaso de su trayectoria y agite. “Luchador de Boedo”, que puso al público a levantar los brazos y moverlos, y “El podio del TC” y “Antártida Argentina”, que los hizo bailar.
Un parón corto para saludar y agradecer al público por su presencia y siguieron con más canciones del disco nuevo. “Cangrejal” muestra el positivismo mostrado en esta etapa de la banda y el nuevo trabajo que sacaron. Con una guitarra acústica que envuelve, un ritmo rápido y marcado de la batería, y las guitarras eléctricas más presentes en vivo. Entre lo nuevo, también mecharon canciones de anteriores discos; “Sabes!” del debut, con un gran despliegue de Tom Quintans en guitarra y “El fin del mundo (otra vez)”, de Gracias por nada (2020).
Ahora le tocabaa a uno de los ya conocidos singles que salieron en los últimos meses. Con la presencia de Lucas Jaubet de Hojas por el Barrio (antes Hojas Secas) en el escenario comenzó “El rock and roll pasó de moda”. Se narra una historia burlona sobre las modas y el paso del tiempo para el “rock” de forma irónica entre guitarras acústicas y eléctricas, “El rock and roll pasó de moda y no sé si va a volver / ¿Qué hago con toda esta ropa? / La tengo que vender”. El cierre de la canción fue con Jaubet al grito de “Y ahora me voy a escuchar los Rolling Stones / voy a llorar un rato en mi habitación / voy a prenderle una vela al cantante de los Doors / voy a tratar de entender por qué todo fracasó”. Toda la efervescencia que llegó hasta el público fue canalizada para los saltos y cantos en “Rondador Nocturno”.
Entre problemas técnicos por el acople que se solucionan rápido, la noche continuó con “Un gran día”. Sintetiza muy bien la vibra de su nuevo trabajo en pocas frases “Fue un gran día hoy / todo salió bien / todo salió bien”. En uno de los pocos momentos de calma de la noche, que paso de una parte minimalista a la póstuma explosion del cierre.
Con “Fiesta en el barrio” el público comenzó con los abrazos entre ajenos y el pogo necesario. Continuaron con “Montevideo”, del nuevo disco, que juega con los recuerdos y la nostalgia. Toda la energía se calma y sencillez de “¿Qué clase de ciudad es esta?”.
Esa calma se fue rápidamente con el inicio de los clásicos hits de la banda como “Lo quiero mucho a ese muchacho” y “Un documental sobre mí” que hicieron saltar entre sudor a la gente. Siguieron con“Vamos a Destruir”, que es una balada emotiva donde predomina la amistad y la unión: “Vamos a destruir todo lo que hay / cuando quieran yo lo vuelvo a armar / hagamos todo hoy y sin miedo a fallar / con ustedes estar siempre un rato más”.
Entre risas, Tom anunció una canción “viejita” para el gusto del público y dieron paso a “Patrullas del terror”. Con coros del público y abrazos, siguieron con otra de la época, “Tigre de metal”. Pausa para pedir aplausos para Tucu (Martin Caballero) que actuó como multiinstrumentista, tocando la guitarra acústica, el teclado y la pandereta. Luego la nostalgia vuelve a decir presente en “Hasta siempre amigo”. Es una canción que fue un clásico de la banda en su primera etapa, pero que no entró en el primer disco y que revivieron este año. Siguieron con el agite y ayuda del público en “Yo me la aguanto”, que con un poco de sonido de las guitarras, ya empezó a cantarla.
Con síntomas de cierre de la noche, Tom volvió a agradecer la presencia del público, anunciando la salida del disco horas antes. Entre un despliegue de luces al son de las guitarras, comenzó el himno a la añoranza de los viejos tiempos. “El Verano” rememora otras épocas de la vida, como el calor, los amigos y la música. Todo junto a un ritmo desenfrenado y guiños muy claros al heavy-metal, “Y ya está, ya pasó, solo quiero estar tranquilo / es así, por favor, no volvamos a lo mismo / si te digo que está todo bien / escuchame, no es mentira / solo quiero poder disfrutar”.
Para terminar eligieron los ya clásicos tradicionales de la banda. “Omar”, uno nuevo de Gracias por nada como “El descontrol”, y la siempre presente “Wagen del pueblo”, que nunca defrauda. Todo uno tras otro sin parar, dando por terminada la primera noche de festejo para Bestia Bebé.
La banda, luego de diez años, sigue estando más presente que nunca. Clara muestra es su último trabajo, Vamos a destruir. Con una mirada más optimista, que sana al que lo escucha, y con ganas de experimentar con su sonido. Este nuevo trabajo fue bien llevado al vivo y acoplado con los distintos temas de la banda en su setlist, que redondea una noche de calidad.