El artista cerró su etapa Post Mortem en un show que tuvo todos los condimentos. Desde varios invitados hasta un repaso por toda su carrera.
Dillom se presentó en el Movistar Arena para despedir Post Mortem, su tan aclamado primer disco, que le dio la oportunidad de llenar cuatro Vorterix seguidos y un Luna Park, además de girarlo por todo el país y Europa. Ayer, le tocó mudarse al Arena para cerrar una etapa que lo puso en lo más alto de la escena actual, donde se fue de la manera que todos pensábamos: con un show a la altura y en el cual no falto nada.
Siguiendo el concepto de Post Mortem, Dillom entró en un cofre para salir como un rockstar y poner arriba al público con el tema que le da nombre al disco. Paso por “Pelotuda”, “Duo”, “Piso 13” y no faltó el mashup de “Una vela” con “Rili Rili”. Ya para los primeros 20 minutos de show la gente estaba completamente entregada y extasiada con todo lo que planteó el rapero arriba del escenario. Con una banda que nunca dejó de levantar y el cantante en modo aplanadora, demostró que salió a comerse a todos.
A partir de ahí empezaron a llegar los invitados: estuvieron desde Proyecto Gomez Casa con K4, hasta Muerejoven y Broke Carrey. Si para esta altura el partido ya estaba ganado, cuando apareció Miranda para cantar “Dos”, el público término de explotar, y todo el Movistar Arena se convirtió en una fiesta. La frutilla del postre fue el regreso del retiro de Fermín Ugarte y Luis Lamadrid a la Post Mortem Band, la cual estuvo acompañado de una leyenda del rock como lo es Andrés Calamaro, que entró a tocar junto al rapero “Output/Input”.
En el recital, Dillom juntó a los mayores exponentes del pop nacional y a un mítico del rock en un mismo escenario, demostrando su versatilidad musicalmente y representando la movida actual, en donde cada vez quedan más atrás los viejos dinosaurios, y se abre el panorama a un nuevo público que no tiene prejuicios ante ningún género musical. Lo que el artista demostró es que no importa que toques, si es bueno y se hace con pasión, el éxito ya está asegurado.
Ya para cerrar lo que fue una noche única, el cantante invitó a Saramalacara para cantar “Rocketpowers”, después paso a “Reality” y finalizó con una versión hermosa de “Amigos nuevos”. Punto y aparte para toda la organización de Bohemian Groove Corp, que mostraron una puesta en escena a la altura de cualquier show internacional, desde las luces, las pantallas hasta el detalle de la cruz de neón colgada en el techo. No se confundan, Dillom tendrá la personalidad de un rockstar, pero sabe como trabajar y como superarse día a día con un equipo de trabajo joven con visión de acá al futuro.
El artista se fue del escenario como entró, adentro del cofre y llevándoselo los amigos. La imagen perfecta para cerrar una etapa, un disco que marcará época y que sacó la palabra “género” del diccionario, mostrando que lo que importa es el amor a la música. Ayer Dillom se despidió de Post Mortem en un show que tuvo todo, desde los pogos más salvajes hasta lágrimas en más de una canción.
No se sabe que vendrá en el futuro del artista, pero lo que venga, será recibido con holgorio y alegría. Dillom representa una generación, una forma de trabajo y, lo más importante, nuestra música nacional. Tanto él como la gente en un futuro podrán tomar dimensión de todo lo que simbolizó Post Mortem.
