Si hay algo que nos despierta la cuarentena es la nostalgia: ese constante pensamiento de que todo en el pasado fue mejor. Así, llega “Misiones” de Jazmín Esquivel, una canción que rebalsa de nostalgia y de la mejor, la de los largos días de verano.
“Misiones” es el segundo single que estrenó Jazmín Esquivel en lo que va de la cuarentena. Esta canción, junto a “El chico de la película” y “Que mierda” (en versión acústica), formarán parte del segundo disco solista de la artista que se lanzará en septiembre; un disco que promete mostrar una faceta totalmente diferente de la artista.
La canción inicia con unas melodías muy tranquilas en manos de la tecladista Florencia Iribarne. En el mismo tono, aparece la voz de Jazmín que canta: “Hoy creí estar dándote una seca en el monte” y así, construye en el oyente la imagen de los relieves del interior del país, imágenes de un verano en compañía, dónde se va a desarrollar la narrativa de la canción.
Sin embargo, el recuerdo es destruido rápidamente en la siguiente línea: “Olvide la distancia que se nos interpone”. Si bien la canción no fue ni escrita ni grabada en cuarentena, ese sentimiento de extrañar, de distancia entre dos personas, llega en su mejor momento. Jazmín lleva al oyente a las montañas para después devolverlo a la realidad y deja un gusto nostálgico: de pensar en el pasado, en los amores de verano y de la separación inevitable cuando los veranos se terminan.
En la misma línea de los sentimientos que afloran en cuarentena, continúa: “Hoy perdí total noción del cuándo y del dónde estaba mi cuerpo/ Que no era en Misiones” y a medida que presenta estas nuevas emociones, nuevos sonidos en manos de los productores Diego Acosta y ella misma, empiezan a aparecer. Los arreglos se complementan perfectamente con las melodías de las teclas y dan como resultado una especie de beat de hip-hop que va a introducir el estribillo de la canción.
“Fuego para mi, fuego para vos/ Sabes que te estoy pensando/ no me quemo, no me estresó/ Ya sé, disfruto lo que tengo”, canta en el estribillo y se suman las guitarras de Jazmín y Martín Insua para darle capas más eléctricas y hasta oscuras a este single. La canción avanza, las guitarras se van y llega un momento más Púrpura, en el que “Misiones” empieza a plagarse de sonidos que caracterizan a estas zonas selváticas, más parecido al concepto del primer proyecto de la artista.
Así como en la primera línea generaba en el oyente la imagen del monte, ahora termina por trasladarlo definitivamente a él con sus sonidos más exóticos, una percusión dinámica que invita a bailar en manos de Mauro Fernández Arizzi. De pasar de moverse en pleno día al ritmo de la selva, Jazmín vuelve a bajar: llegamos al atardecer, el sol cae, se escucha una guitarra solitaria y empieza a prepararnos para la noche, donde finalmente se juntan todas los ritmos e instrumentos para repetir, por última vez, el estribillo.
Los cambios de ritmos prevalecen durante toda la canción, intercalando momentos más calmos, más folk-rock, con momentos eléctricos y bailables que dejan en evidencia un nuevo costado pop de Jazmín Esquivel. La artista nunca para: crea música constantemente y evoluciona con cada estreno. “Misiones” es sólo una muestra más de esto: llega en un momento en el que la nostalgia se hace parte de nuestros días y las ganas de bailar acumuladas encuentran una manera de descomprimirse. Una canción, que sin querer, se convierte en un gran himno de cuarentena.
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