La banda colmó Vorterix con un show alucinante, despidiendo con todo su último disco de estudio Supersticiones y abriendo paso a lo nuevo que se viene del grupo.
Silvestre y la Naranja brilló en la noche de viernes en un teatro Vorterix lleno, donde no sólo tuvieron una puesta de escena a la altura de cualquier artista internacional, sino que también mostraron la solidez que tienen como banda en su sonido. Además, le dieron al público todo lo que podían pedir, desde momentos bailables, otros más íntimos y hasta trayendo invitados a tocar con ellos.
Respetando un poco la consigna del recital, el grupo arrancó con todo con “Supersticiones”, tema que no solamente abrió el show, sino que también abre el disco. De ahí siguieron mechando entre canciones de su último trabajo con Anim4les, su tercer álbum. El primer momento bisagra de la jornada fue el lujo que se dieron de tocar “Promesas sobre el bidet”, de Charly García, canción que ellos mismos reversionaron en época de cuarentena.
El show además contó con invitados: en “Todas esas tardes” invitaron al escenario a Clara Cava, la cual como nos tiene acostumbrados, no falló, y en “Canción para que vuelvas” también tuvo una gran participación Mia Zeta, que después siguió acompañando a los chicos en coros y con guitarra acústica.
Uno de los momentos clave fue cuando tocaron “Debajo de la superficie”, donde el cuarteto hizo un despliegue total, no solo por estar todos los músicos arriba, sino también por la solidez del grupo, regalándonos un cierre instrumental digno de una banda consagrada hace años.
Por suerte Silvestre nunca dejó de sorprendernos en el recital. Nos regaló momentos acústicos e íntimos, con “Disfraces” (tema que tocaron por segunda vez en vivo) y “Para Felisa”, en donde Justo tomó la batuta solo, y con una guitarra acústica puso a cantar a todo el público con él. Pero la montaña rusa de emociones no paro ahí, pusieron en más de una ocasión a todo Vorterix a bailar, regalándonos una versión de “Hasta desaparecer” más candombera y bailable. Y obvio que el gran cierre del recital fue la seguidilla de dos de sus más grandes éxitos, “Todas esas Tardes” y “El instinto”, generando que la gente se vaya del show en un éxtasis total.
Cuando hablamos de Silvestre y la Naranja ya no estamos hablando del futuro, ya son el presente. Una de las bandas más instaladas del ambiente indie demostró todo su nivel en un recital impresionante, desde el sonido hasta la estética de ellos y el escenario. Ver a la banda en vivo rememora esa vieja semilla que plantaron grupos como Virus y Los Abuelos de la Nada, con algo diferente y marcando una música propia. Ahora, habrá que aguantar la ansiedad mientras esperamos los primeros adelantos de su quinto álbum de estudio, que fue grabado en Chile con el acompañamiento de Mateo Rodo, guitarrista de Lucas & the Woods.
