La banda despidió su último álbum con un show sold out que confirmó su gran presente y dejó a todos con ganas de más.
Silvestre y la Naranja volvió a tocar en el Estadio Obras Sanitarias, en una noche que fue un viaje musical a través de su discografía. Despidiendo Sueño cítrico, desde el primer acorde de “Fiebre atemporal” la noche se tiñó de naranja. Seguido por “El ding dong” y “Loco por vos”, la banda marcó la pauta de lo que sería una noche inolvidable.
Obras explotaba con las plateas y el campo totalmente llenos. Sin embargo, el público hizo poco alarde del calor. Entre abanicos y vasitos de agua, la gente se iba preparando para una noche única. La conexión con los fans fue eléctrica y con “Amor sofá”, coreada por todos, la fiesta ya era un hecho. El show siguió con “Nunca te calmes” y una versión en vivo más extendida haciendo un final instrumental que dejó al público muy eufórico, elevando la experiencia a otros niveles.
Con una estética visual ochentosa y la banda luciendo unos looks con trajes blancos, el juego de luces en “Bailando a escondidas” dio inicio a la segunda parte del show. Justo, con su carisma y talento, se preparó para un momento más íntimo y le regaló al público versiones acústicas de “Amanece”, “Carta de amor” y “Playita”. Justo Fernández Madero, solo con su guitarra en el medio del escenario, demostró la potencia de su voz y la sensibilidad de sus letras.
La noche guardaba secretos. El anuncio de un nuevo disco y la presentación en vivo de “Prisionero perfecto”, el single que verá la luz en dos semanas, despertaron una ola de euforia. Pero la magia no terminaba ahí. La verdadera explosión llegó con Fabiana Cantilo: la invitada de lujo se sumó a la fiesta con “La era del dragón” y una versión de “Fue amor” cargada de nostalgia que transportó a todos a otra época. Fue un momento que le dio el cierre perfecto al momento icónico del primer obras de la banda, dónde interpretaron el cover de “Demoliendo hoteles” de Charly García.
El clímax de la noche llegó con hits como “Sos todo lo que está bien”, que desató un pogo inevitable, y “El instinto”, que fue una fiesta total. A lo largo de la noche del Obras Sanitarias, Silvestre y la Naranja demostró su versatilidad, recorriendo temas de Anim4les, como “Todas esas tardes”, y de Supersticiones, con una versión en vivo más ochentosa de “Intensidad”. Además, la colaboración con Zoe Gotusso en “Amores callejeros” fue otro punto alto del show. Fue la primera vez que cantaban juntos en vivo y el público enloqueció con esta nueva versión.
Entre solos de guitarra, vientos y las invitadas sorpresa, el concierto fue una experiencia completa que no dejó nada que desear. Ni el calor pudo frenar la energía de los fans, que disfrutaron cada instante. La banda coronó el show con un cierre icónico: una transición instrumental de “Fiebre atemporal” que desembocó en “Tu veneno”, dejando al público extasiado. El pogo fue inevitable y la noche terminó con la manija que se merecía.
Silvestre y la Naranja no solo repasó sus éxitos hasta Sueño cítrico, sino que demostró su constante evolución y la conexión genuina con sus fans. Con los característicos pasitos de baile de Justo, los solos de Luco y Fran y la entrega total de Ferla, la banda le regaló al público una noche que quedará grabada en la memoria colectiva. Fue un gran cierre para una gira que fue inolvidable, y la promesa de lo que se viene.
Impresionante el show de estos chicos que están en ascenso vertical ,tengo 65 años y lo disfruté a full!