En un colmado Niceto, Lxs Rusxs nos hicieron sentir vivos de nuevo con su atrevida música y sus osados mensajes políticos.
Sobre la intersección de Niceto y Humboldt, el público de Lxs Rusxs Hijxs de Puta estaba apaciblemente esperando a su banda, ese reencuentro que tardó cuatro años y con un especial motivo, festejar los diez años de su EP debut Hola. En los comentarios había un acuerdo sobre la banda que teloneaba: “tengo ganas de ver a los pibes estos”. Quizás un poco alejado de la escena, “los pibes estos” son de las bandas emergentes más populares.
La banda elegida para abrir la noche fueron los Buenos Vampiros, quienes, extasiados por la invitación, brindaron un show muy fuerte y no pararon de agradecer como una banda influenciada por Lxs Rusxs.
En un show apresurado por los tiempos y otro por el estilo que nos dan los Vampiros, arrancó con un altísimo “Me paralicé”, cuando la gente aún se encontraba ingresando y encontrándose con un pogo ya iniciado, mosh y el agite de un público dedicado a ellos.
Con una modalidad que enamora a los exigentes de recitales, el tema a tema fue dándose casi sin pausa, como si una tormenta de fuertes vientos tomara los instrumentos y los retuviera por un largo tiempo. Nosotrxs, como espectadorxs, tuvimos el placer de ver a los músicos en una muestra excepcional, ver a la gente feliz, alegre y enamorada.
Las pausas se dieron, como mencionamos antes, para agradecer, pero también para anunciar invitados. En este caso, Alejo Kafmann, tecladista amigo para comenzar en “Momentos” y un íntimo “14 de febrero”.
Otra invitada, quien no tuvo presentación verbal, fue Melanie Williams que demostró en unos pocos minutos toda su destreza en la bata junto con Mora tocando “Tanques de guerra”. Momento frenético que nos regalaron los Vampiros antes de despedirse con “Verano”.
Todo lo que podamos llegar a escribir va a ser poco para la demostración que brindaron a continuación Lxs Rusxs. Un show con mucha interacción con su público, un público que devuelve el cariño con gritos y banderas bien representadas por la banda.
La ansiedad se cortó al momento de ver ingresar los guantes largos de Julián, seguido por el vestido rojo y al cuerpo de la Rusa (Luludot Viento), tan impactante como ella. Los gritos de alegría lograron un punto altísimo cuando ingresaron al mismo tiempo Flor y Santi.
“Tu mami” fue el tema para arrancar reventando todo, que, seguido de “Fancy”, fue la presentación del motivo: el aniversario número diez para Hola, disco que nos voló la cabeza y hoy en día identifica muchas vivencias actuales de la adolescencia.
En su posición, la Rusa cambió teclado por guitarra para cantar “Me caen todos mal”, con su voz tan melancólica y quejosa, bien acompañada por una guitarra con punteos sostenidos y en degradé, como si también cantara y relatara los sentimientos del tema.
A partir de acá la banda explayó su contenido intelectual y artístico de todas las formas posibles desde el escenario. Siguiendo esta línea, las interacciones con el público son continuas y con mucho contenido.
Flor ejerce de voz de conciencia para intervenir un poco y señalarnos lo mal que estamos como sociedad, hablarnos del contexto político y pedirnos que nos cuidemos. Tenemos que ver que el mensaje siempre parte desde el amor, desde cuidar a nuestro amigues y parejas o el entorno (haciendo referencia del avance de ultraderecha actual), y es clave destacar que las bandas como Lxs Rusxs Hijxs de Puta se mojen políticamente no es novedad, pero lo es cuando el mensaje se da en estos tiempos apolíticos donde la premisa de “todos son lo mismo” abunda.
Otro punto alto de la noche fue la primera intervención vocal por parte de Julián Desbats con “El sabor de lo nuevo”. A modo fiesta, la gente saltaba y festejaba el regreso de Lxs Rusxs. Para seguir con las sensaciones altas y esta calidad, se invitó a Lucy Patané para sumarse a guitarras en “Soy horrible”. Acá, el estruendo desordenado que identifica a Lxs Rusxs arrancó con el grito de Luludot exigiendo el “ruido más horrible que tengas”, pidiendo más y más mientras los gritos horribles de la gente retumbaban en Niceto.
Siguiendo la noche tuvimos la posibilidad de escuchar en vivo el tema nuevo y promocionado para esta fecha, “Llueve”, fiel al estilo ruso, atravesando por la experiencia de las voces a dúo, gritos agudos llevados a otro nivel: “Llueve / y yo dejo que me moje / y los pájaros me caguen / y que todo lo que cae / me caiga a mi”.
Al escenario subía Cartón Pintado, quien participa en el videoclip de La Piba Berreta, “Colchón”, para entonar y bailar “Nubarrón” y “Caramelo”, verdadero baile que sedujo a los que mejores vista tenia.
Otra invitada fue Sasha Sathya. La gran guitarrista estuvo a cargo de tocar en un enérgico “Poca cosa”, gran momento de ida y vuelta con el público. Las flores para con ella las dio Flor nombrando también a Lucy Patané: “Dos grandes guitarristas argentinas”.
De a poco nos fuimos acercando al final, y con esto, llegaron los temas que encuadraron grandes momentos de la banda: “La Federal”, himno a la represión policial y “Halloween” fueron de los últimos temas. Pero la canción que aglomeró todo este sentimiento guardado por poco más de cuatro años fue “Carmelo”, con ese mensaje tan auténtico, real y fiel a estos cuatro locos: “Y esas ganas de sentirnos libres / con tan poco”.
Acá todos los invitados de la noche estuvieron arriba del escenario mientras Juli iba y venía con el micrófono cantando y saltando, un poco emocionado y otro poco eufórico, siendo el espejo de la canción, pero también de la banda y el público.
Lxs Rusxs nos divirtieron y nos llenaron de ganas, sus temas nos llevaron al punto de sentirnos apretado en los costados, saltar por la inercia y la voluntad ajena y total del público. Las referencias de la banda a temas sociopolíticos actuales identificaron a la gente y nos hicieron creer en la rebeldía como forma de escape artístico.