La banda estrena su segundo disco, donde reflejan su madurez desde la nostalgia en forma de sonido y sus formas de ver las relaciones.
Una vez iniciado el fuego es el nuevo y esperado disco de Sakatumba. La banda redobla y trata de superar su apuesta con más romanticismo y nostalgia. Oscuro y con mucha carga emocional, nos adentran en su mundo.
Sakatumba rebosa de personalidad, se sienten y se saben diferentes, una de las cartas que juega a su favor, aportando en sus presentaciones en vivo o en el estudio. Pertenecientes a la camada de bandas alternativas que surgieron en los últimos años, supieron unir conceptos de manera homogenea en sus anteriores trabajos. Una vez iniciado el fuego se siente una búsqueda más madura desde diferentes puntos.
Musicalmente, crean una amalgama de géneros que adoptan y van dibujando sobre la marcha. Un poco de post punk por acá, tintes de gótico, dream pop y más. Eso sí, en la producción se vio un claro progreso respecto a trabajos anteriores. Las letras comienzan a madurar por sí solas, entre la fantasía que crean alrededor y que chocan con la realidad. Comienzan a ser más nostálgicos, viendo hacia atrás un pasado y cantándole a él.
El inicio es con “Para olvidar”, un comienzo fuerte entre redoblantes que dan partida de que algo está por suceder. El sonido sigue la línea de ese sentimentalismo extremo que tiene la banda, un lamento palpable que se siente en cada acorde. Golpea fuerte en el estribillo cortando la dinámica y cerrando con el melodioso final del teclado.
“Lo-cura” expresa ese perturbado dolor de “Para olvidar”. Con una atmósfera más pesada y mágica, las líneas de bajo se despliegan con los violines y guitarras (participación especial de Agustina Abril Lemos e Ignacio Perrotta en los respectivos instrumentos). En estas canciones vemos un pasaje del olvido a la soledad, al próximo deseo de volver. “Te voy a volver a ver” es tétrica: el teclado crea una atmósfera oscura y se suma a la participación constante del saxofón de Ian Ink muy al estilo Gulp!: “Perdón por decirte la verdad / a mí me gusta pensar / que te voy a volver a ver”.
“En peligro estás”, llena de dulzura y deseo fantasioso, vuelve luminoso el ambiente por un momento. “Tiene que haber una última vez / que te haga creer / que esto es real”. El punto de inflexión del disco es “Ultraviolenta”, una voz con otro semblante, rasposa y directa que nos narra una historia dramática de amor. Una introducción sombría aclimata esta canción llena de tragedia y dolor: “No hay ningún futuro / ni un final feliz / para la ultraviolenta / si la tengo que dejar ir”.
Una vez iniciado el fuego toma una forma más cruda, “rockera” y a la vez teatral en“Inyección” y “Última canción letal”, que son directas y viscerales, mas parecidas a Puro teatro (2023). “Tu vodoo” vuelve al estado más calmado, aunque hay momentos de mucha fuerza, una expresión juvenil canalizada: se toman el tiempo para armar historias cada vez más grandes y generar diferentes secciones y ambientes.
El redoblante del inicio del LP anticipó lo que estaba por venir, y la canción final, “El descontrol”, comienza con unas solitarias notas rompiendo con las voces de Renata Bade y Octavio Baez que se entrelazan. Nos entregan su oda al amor desgraciado, con el solo de guitarra que da por terminado el disco, un final agridulce: “Sin rencor / vi incendiados los recuerdos que hizo nuestro amor / yo creía que era diferente / pero era un descontrol”.
El fuego de Sakatumba volvió a prenderse. Luego de su LP debut, su segunda entrega reafirma su lugar en el nuevo panorama alternativo. Una vez iniciado el fuego llena de sentimientos y dramatismo su visión nostálgica del fantasioso amor.
Sakatumba presentará Una vez iniciado el fuego en el C. C. Matienzo y podés conseguir tus entradas vía Passline. Escuchá el disco y más lanzamientos del 2024 en nuestar playlist de Spotify.