La cantante nos regala un EP cargado de emociones y nos recuerda que todo vuelve mientras despide a su último disco.
Reinventarse no es nada fácil. Las despedidas tampoco lo son, pero parece que Paz Carrara sabe cómo hacer ambas cosas, de una manera auténtica, genuina y con personalidad. En Todo vuelve, su nuevo EP, le entrega a su público quince minutos de innegable talento, en los que abraza al oyente y le agradece.
Acompañada por músicos en vivo, además de escucharla, ahora también podemos observar su magia en la live session que compartió en YouTube el pasado 11 de abril. Filmada en el Museo Superior de Bellas Artes Evita, en su provincia natal, tanto la arquitectura como los instrumentos y el vestuario hipnotizan la vista y el oído. La mezcla entre lo clásico, la inmensidad de ese hall principal y la serenidad y diversión con la que la protagonista se pasea por esas majestuosas escaleras de mármol mientras canta no hace más que conmover al espectador.
Con solo diez canciones, como si de una rayuela se tratara, su álbum Todo vuelve al punto de partida nos invitaba a bailar y a sentir, en un ambiente pop sin soltarle la mano a la sensibilidad y la inocencia. Lanzado hace poco menos de un año, Paz nos dejó muy en claro que la casualidad existe pero, como confiesa en su tema “Coincidir”, ella siempre es la que piensa demasiado. Tal vez es esa cualidad la que la llevó a abrir este disco con “Primer encuentro”, en colaboración con Gauchito Club, y terminarlo con una canción sumamente personal, que lleva el nombre del último día de la semana.
Todo vuelve cuenta con cuatro canciones, tres del más reciente trabajo de Paz Carrara. Al título original se le caen cuatro palabras, y esa es la medida justa de una recopilación que reivindica un disco hermoso y puro. Si se quisiera continuar la búsqueda de señales o coincidencias, los temas seleccionados son el primero, ya sin la banda mendocina, el tercero, “Perdón”, y el quinto, “Tenerte cerca”. De dos en dos, los primeros tres números impares se entrelazan y vibran entre los cuadros y pinturas de un palacio de ensueño.
Y para cerrar una etapa, qué mejor que hacerlo con la canción que concluye una de las obras musicales argentinas más preciadas llamada Clics modernos. Con este cover de “Ojos de video tape”, la fluidez de esa voz tan suave hace que sea imposible evitar soltar alguna que otra lágrima, o al menos cantar a la par. Hace dos años ya le había rendido homenaje a esta canción en Tecnópolis, en un gesto más que cálido para con el público y la música de nuestro país.
La temática de la despedida sigue presente, con “la valija sobre el diván”. Está claro que esta travesía en su carrera dejó una marca muy grande en la vida de la artista, y sin dudas planta en el público una sensación de intriga por lo que vendrá. Mientras tanto, solo queda soportar la incertidumbre hasta que lleguen las noticias cruzando el mar.
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