El grupo se presentó en el primero de sus dos arenas y deslumbró a todo el barrio de Villa Crespo con una jornada trascendental llena de funk y soul.
El jueves por la noche la gente se congregó en el barrio de Villa Crespo para celebrar nuevas melodías, sin dejar de rendir tributo a las viejas e históricas. Con toda esta carga emocional y musical se presentó Nafta en el primero de sus dos Movistar Arena, que con su propuesta brindaron un show lleno de funk y soul, deslumbrando con su talento a las más de 17 mil personas presentes.
Cuando la ansiedad ya se empezaba a sentir en el recinto, alrededor de las nueve y media de la noche entró la orquesta compuesta por once cuerdas y comandadas por Rafael Villazon para dar inicio a una noche que quedará para la historia de la banda. No tardó mucho en empezar a sonar los primeros acordes de “Vos no” y de presentarse el grupo completo, llegando a ser más de veinte músicos arriba del escenario.
“A salvo” terminó de asentar a la gente y con solo ver a Magamo agarrando la flauta ya comenzó a resonar “Hasta que te vas”, que lejos el cantante de parar ahí, en “Menos mal” tomó la postura de guitar hero y fue al frente demostrando su maestría con el instrumento. Además de la parte musical, hay que hacer un punto y aparte para la iluminación y estética que eligieron para acompañar el evento, con un juego de luces y tarimas de pantallas led que lograron destacar a cada miembro de la banda.
Para “La vida que soñé” entró Guillermo Avender e invitaron a “Papacho” Valentino, un amigo de la casa, a que los acompañará desde los vientos para terminar de darle forma a la fiesta. En “Un milagro” el protagonismo fue solo para las voces de An Espil y Abril Olivera. Cuando resonó “A mí Dios no me oye / a mí Dios no me escucha” el Movistar fue envuelto por un manto angelical, mostrando el poder y la potencia que tienen las frontman.
Con un intervalo instrumental que rememoraba aquel Gran Rex de 2021, donde presentaron su primer disco de estudio y lograron afianzarse en la escena, continuaron con “El enrosque”, “La espera” y “La carta”, con este último coreado por los miles de personas. El bloque lo cerró un mashup liderado por Abril y An, tocando “Por el bien de los dos” de Olivera y “Loca” de Espil. La frutilla del postre la puso el solo de saxo de Avender.
El pase estuvo protagonizado por la orquesta, que durante toda la noche se encargó de aportar arreglos lumínicos llenos de épica y gloria. Y qué mejor intro que esa para cantar “Monumento”, que vino acompañada de una dedicatoria a todas las madres de la banda presentes en la Arena. “Unos días más” tuvo el acompañamiento del Auelo, cantante de Militantes del Climax, que se dio el lujo de cerrar con unas barras de “Casio”, canción de Nueva sangre, el último trabajo de estudio de la agrupación que comparte integrantes con Nafta.
El resto de la jornada fue una montaña rusa de emociones. Desde gritos de desahogo con “Andate” hasta la sensibilidad de “Duele” con todos los celulares iluminando el Movistar Arena. Porque la síntesis de las letras de Nafta son eso. Una letra simple, concisa y que entra justo en el corazón, yendo del amor al odio en un solo paso e interpretando la esencia humana de una forma única.
Tampoco faltó el clásico de An y Abril combinando “En algún lugar” e “Ilusión”, demostrando que las amigas ya juegan de memoria arriba del escenario. El momento íntimo de la noche lo regaló “Perderte”, qué obvio incluyó más de una lágrima por parte del público. Asomando el final, otra de las grandes partes del show fue “Potra”, con todos los reflectores apuntando a Simon Groover mientras desplegaba magia en los teclados con todo el grupo rodeándolo, casi como una veneración a uno de los integrantes clave.
Para finalizar una jornada histórica le dieron el mando a Brian Vainberg desde el bajo, quien también fue el encargado de marcar el ritmo y el groove durante toda la noche, para que dé rienda suelta a los primeros acordes de “Quiero verte”, desbordando de funk el Movistar. El punto final lo puso “Y el mundo sigue andando” con un cierre instrumental epopéyico.
Por si faltaba alguna duda luego del lanzamiento de su segundo álbum Nafta II, el primer Movistar Arena de Nafta, que fue agotado en solo 10 días, pone a la banda en el lugar que se merece: en el centro de la escena musical nacional, convirtiéndose en una de las máximas referencias del funk y el soul argentino. Así, el grupo sigue dando pasos agigantados, demostrando que no tienen techo y siendo influencia para una nueva generación de músicos.
Felicitaciones por tanto talento combinado con trabajo y esfuerzo sobre y detrás del escenario !
Una banda que llega con acordes de calidad e interpretación maravillosa.
La descripción que hicieron en la nota fue tal como se sintió.
Por más noches de magia musical como la que vivimos con NAFTA en El Movistar!
Felicitaciones!!!
Me une un cariño. admiración y orgullo especiales.
A brillar brillante!!