massacre nueve

Massacre presenta su sueño número “Nueve”

Originado en los inciertos tiempos de pandemia, cargado de un sonido psicodélico, pop&rock y futurista y sumado a un inédito proceso de producción triple, la banda irrumpe con su propuesta más ambiciosa.


La primera impresión que nos queda al escuchar las canciones de Massacre refieren al viaje sónico y las fantasías al cual nos inducen. Transitamos emociones, recuerdos e incluso utopías en las nueve canciones que hacen, curiosamente, a Nueve, el noveno trabajo de estudio de una banda referente en nuestra música alternativa desde la década de los 80s. Entre lo numerológico y la inteligencia artificial, es así como los cuarenta minutos aproximados que tiene este álbum tríptico nos invita a cerrar los ojos y disparar nuestra imaginación, además de disfrutar todos los elementos presentes y colaboraciones que contiene.

Comenzamos el viaje con una potencia inesperada. Las voces desplegadas y sostenidas de Walas y Santiago Motorizado se fusionan de manera increíble en “La máquina del tiempo”, una reflexión sobre la necesidad de corregir los errores del pasado. Es que acaso, ¿quién no anhela revisar su propio pasado? Lo novedoso, además, consistió en que la canción trae grabaciones de la etapa inicial del grupo, durante Massacre Palestina, a través de recursos de la IA que despegaron la voz de las cintas originales y las incorporaron. Seguidamente, el trance comienza. Casi misteriosamente, como un enigma, “Ella va” nos introduce en el pico psicodélico y emocional del relato de una feminidad cuyo trayecto no cuenta con un destino cierto. Sólo Dios “quiera que pueda cruzar”.

Con “Mariposa” disfrutamos la segunda colaboración del álbum junto al reconocido y gran productor, Gustavo Santaolalla. Se trata, además, del primer trabajo en conjunto entre ambas partes. Unas armonías que, nuevamente, nos evocan la continuación del viaje sónico. De repente, escuchamos otra expresión de la banda. Una fuerza brutal y dominante se escucha en el primer grito de “La cita”. Una declaración y luego un resplandor. Guitarras poderosas, sintetizadores y una línea de bajo inquebrantable hacen al clímax tremendamente profundo que tiene la canción.

La tercera colaboración y muy especial que cuenta el álbum nos une con Goyo Degano por parte de los Bandalos Chinos. Se trata de “Insomnio”, último single que presentó Massacre antes del álbum y cuenta con un videoclip entre las dos estrellas glam. El juego de las voces tiene, obviamente, una mención destacada por su presencia y sensibilidad. Progresiones y “pájaros de insomnio” son los elementos que evocan, quizás, los segundos antes del sueño hacia el inconsciente y el contraste entre la oscuridad y lo diáfano que representa las voces. Seguidamente, “Medusa lunar” es la máxima exponente del estilo psicódelico de Nueve. Con la colaboración de Vicentico, la canción oscila por momentos de mayor potencia hasta la calma, siempre por etapas, mientras conectamos la imaginación con el sentimiento.

Con “Riesgo” también apreciamos el trabajo de Santaolalla en la producción. Grabado en los estudios Romaphonic, la canción es quizás la que con mayor sensualidad y desafío plantea el riesgo de entregar nuestro corazón. Explorando las dificultades del sentimientos y especialmente la conflictividad irresuelta, “Bajo la alfombra” expone esa psicología de los problemas que siguen y cómo nos afectan. Esa canción contó con la participación del reconocido trompetista Gillespi.

Para finalizar este viaje intenso y emocionante, el álbum cierra precisamente con “Viaje astral”, una síntesis de la propuesta que cuenta nuevamente con la producción de Gustavo Santaolalla y nos narra la historia de una persona que, luego de su despertar, quería regresar a su imaginación astral. Misma sensación que nos queda el final del viaje sonoro que nos propuso el sonido, las historias, referencias y etapas del álbum.

Nueve es sin duda un trabajo que refleja el momento de creatividad, vigencia y futuro que tiene Massacre en la actualidad, como así también su capacidad para fusionarse con referentes de nuestra música alternativa y lograr un sonido que, inevitablemente, impacta y teletransporta. Cadencias progresivas que oscilan en la imaginación desde su profundidad. En palabras del propio Walas, se trata del álbum con mayor inversión de presupuesto y recorrido, por las grabaciones en Texas y Buenos Aires, como también el proceso que incluyó hasta tres productores distintos. Con una experiencia contundente por el Vorterix previo a su lanzamiento, la banda seguirá su gira por Europa a partir de septiembre para expandir su sonido y representar una búsqueda que ya ha logrado más de 30 años de carrera.

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