martina flores entrevista

Martina Flores: “El Animal Andino es una manera de federalizar la música”

La cantautora sanjuanina desembarcará junto con el festival en Capital Federal el 19 de noviembre. Ella es una de los tantos artistas que pasarán por el escenario a compartir los sonidos de su provincia.


Martina Flores empezó su carrera de manera temprana. En 2016, con diecinueve años, sacó su primer disco, Desperté, y desde entonces no dejó de producir. El mismo año que publicó el álbum Pies a la deriva (2017), se viralizó en YouTube su participación en el homenaje “Cantata de puentes amarillos” a Luis Alberto Spinetta. La voz de Martina con garra y dulzura se luce en esa versión de “Durazno sangrando”, que lleva más de un millón de visitas.

Eso fue lo que le permitió telonear y compartir escenario con grandes de la música: Joan Manuel Serrat, Jorge Drexler, Kevin Johansen, Alejandro Lerner e Hilda Lizarazu, por nombrar algunos. También representó a su provincia en “Las voces del vino” en la celebración del Día Vino Bebida Nacional, donde también participó Pedro Aznar. Fue la primera vez que Martina pisó la Sala Sinfónica de La Ballena Azul, en el Centro Cultural Kirchner (CCK).

En conversación con Indie Club, Martina contó cómo fueron esas experiencias y cuáles son las expectativas para el Festival Animal Andino, que con entrada libre y gratuita busca expandir y dar a conocer la diversidad cultural de la música cordillerana.


Tu primer disco Desperté (2016) lo sacaste de chica, ¿cómo fueron esos inicios con la música?

Ese disco lo saqué cuando tenía 19 años. Hoy en día es como un demo, porque uno va creciendo, se va escuchando y dice “oh, qué mucho le faltaba”. Igual siempre me pasa, con todo lo que hago. Pero sí, a esa edad saqué mi primer material con canciones propias. Y fue la puerta de entrada a mi carrera solista. Hasta ese momento cantaba covers y cantaba en barcitos pero no con este carácter de “voy a sacar mis canciones”. Eso fue en 2016 y a partir de ahí no pude parar.

¿Cuáles fueron las primeras influencias por aquel entonces, tanto a la hora de cantar como a la hora de componer?

En ese momento, tanto en Desperté como en lo que siguió después que fue Pies a la deriva, mi gran influencia fue Natalia Lafourcade. Me pasó que escuchándola a ella dije “oh, mirá, las mujeres pueden cantar, componer, llevar adelante sus proyectos”. Y en castellano, porque yo había estado muy influida por mujeres cantantes norteamericanas o inglesas. Con Natalia dije “puedo hacer una canción en castellano que suene bien, que sea fina”, empaticé con su música. Un poco Natalia, un poco Loli Molina, Julieta Venegas toda la vida, que hace poco la conocí porque la teloneé, fue muy loco.

No solamente teloneaste a Julieta Venegas, también estuviste compartiendo escenario con un montón de artistas, ¿cómo se da todo eso?

El otro día hablaba con una amiga sobre esto de que el tren pasa una vez. Yo no creo que el tren pase una vez pero sí creo que cuando pasa hay que subirse porque eso hace que después las puertas se vayan abriendo. Desde chiquita siempre fui manija con la música y fui de decirle sí a todo. 

Ahora un poquito menos, selecciono más dónde quiero estar. Pero en esos comienzos era ir de un lado para otro, hubiera pago o no. Supongo que algo de eso fue. El hecho de estar en otros lugares, con otra gente, con otras personas. En mi caso que vivo en San Juan, conectar con gente que produce acá en San Juan. Y meterse en ese ambiente que no es tan del indie, sino más de productores locales. Eso fue abriéndome puertas, siempre decir que sí y subir al tren y seguramente ese tren te va a llevar a otro. Confío mucho en eso. 

Creo que el primer evento así grande que tuve fue en 2016 creo. Ese primer año tuve que abrirle el show a Alejandro Lerner en un show multitudinario en la legislatura y ese mismo año me pasó que teloneé a Kevin Johansen y años después canté con él. Antes de la pandemia, canté con él y con Hilda Lizarazu.

He sido muy afortunada, porque la carrera del músico emergente es remarla en dulce de leche y de repente te pasa algo así y todo cobra un poco más de sentido y es donde más aprendés. La última teloneada grande que tuve fue la de Julieta Venegas y Zoe Gotusso y fue soñado. 

¿Te parece que esa apertura de puertas se dio después de haber grabado el homenaje a Spinetta?

Sí, definitivamente. Siento que sí. Sobre todo cuando canté en Las voces del vino, que fue el evento donde cantaban Kevin, Pedro (Aznar), Nadia (Larcher)… yo no entendía qué estaba haciendo ahí, siendo franca. No entendía nada. Conocí el CCK yendo a cantar a La Ballena Azul… fue muy shockeante y muy fuerte. Me acuerdo todavía de estar entrando al escenario, me temblaban las piernas y yo dije: “acá me mato”. Estaba con unos tacos así (hace señas con ambas manos para señalar unos diez centímetros y se ríe).

Por suerte salió bien. Pero ese video del homenaje de Spinetta yo sé que fue el que llegó a la mano de los productores, así que me seleccionaron por ese video como representante sanjuanina. Por eso digo que de repente llega un punto donde está todo entramado y todo tiene que ver con todo.

El año pasado sacaste Salvar al recuerdo (2021), que tiene varias colaboraciones y fue producido por Sir Hope, ¿cómo fue ese proceso?

A finales del 2019 le escribo a Sir Hope, porque yo escuchaba su música, me gustaba lo que hacía. Le escribí para que produjeramos un tema en marzo del 2020, previo a que se fuera todo al carajo. De hecho cuando anuncian que iban a cerrar todo yo estaba en Córdoba así que me volví. Produjimos un tema que no está dentro del disco, que se llama “Que vuelvas por mí”. 

Pero ese fue el puntapié inicial porque después de ahí empezamos a trabajar durante un año en este disco que fue Salvar al recuerdo. Que yo no sabía que iba a ser un disco. Single va single viene le dije “hagamos un disco y atravesemos la pandemia así”,  porque me iba a volver loca si no. 

Y fue básicamente eso. En 2021 lanzamos cuatro singles y en 2021 salió el disco con cinco temas más.

¿De dónde sale la inspiración para hacer las letras?

No tengo un método, no sé muchas veces de dónde salen. En ese disco había canciones viejitas, otras canciones que fueron saliendo en el momento. Pero estoy escribiendo cada vez más. Antes escribía por mero juego o por decir: “ay, quiero hacer una canción en este estilo”. Entonces jugaba a hacer la canción en esa dirección.

Creo que hoy en día escribo una canción cuando me cae una ficha en mi vida. Pero siento que el principal componente para hacer una canción, que puede ser obvio pero no lo es, es tener ganas. Tener ganas de decir algo, parte de ahí. Si no siento esa chispa no hago canciones. A veces paso meses sin hacer una canción.

Sí tengo un método para buscar la inspiración cuando estoy media cortada que es salir a caminar escuchando un disco que me inspire. Ese es un método que siempre me funciona: caminar, airearme, mirar cosas nuevas, salir de la casa, del celular y de la computadora me ayuda.

¿Qué estás escuchando actualmente?

Actualmente estoy escuchando el último disco de Taylor Swift, claramente Natalia Lafourcade, estuve escuchando Mercedes Sosa, Corinne Bailey Rae y Daniel Caesar un montón. 

¡Cuánta variedad!

Sí, así es mi vida. Siempre fue así. Me encanta la música. Estuve escuchando a Bad Bunny… Si me gusta, me gusta. No lucho contra eso. Intento no tener prejuicios.

¿Y la escena sanjuanina cómo la ves? ¿Te parece que hay cierta influencia con la música de Mendoza?

Yo creo que la escena mendocina un poco a todas las provincias nos hizo decir “ah, mirá, se puede.. puede pasar esto”. Lograron que todo el país mirara a Mendoza, creo que a todos nos despertó algo. Inclusive a la Capital Federal.

Cuando empecé, acá en San Juan nadie sabía cómo subir un disco a Spotify, era un misterio. Había muchos músicos, cantautores, compositores y bandas pero no estaba esta pata de la profesionalización, por decirlo de alguna manera, de empezar a sacar discos, tenerlos en Spotify, empezar a hacer videos. Creo que fue algo que se fue gestando en estos años. 

Hoy en día hay un boom de músicos sanjuaninos y están todos creando, pensando música. Hay artistas muy buenos y muy diversos. Hay una gran variedad, atravesados por las mismas cosas porque vivimos en el mismo lugar. Te podría mencionar a Juanchi, que va a estar en el festival, Bhae, la Kbsonia y Géminis, que es del palo de los DJs. Después tenés bandas como Mazunte y Esha.

Uno siempre tiene la ilusión de que suceda algo parecido a lo de Mendoza, que el país de a poquito mire lo que está pasando acá. Creo que en algún momento puede suceder. 

Ya que lo mencionás, el 19 de noviembre vas a estar en el Festival Animal Andino, ¿cuáles son las expectativas?

El festi Animal Andino ha ido evolucionando a través de los años. Los chicos todos los años han sabido adaptarse a las instancias. Está bueno el aporte de los chicos y del festival a San Juan, porque buscan potenciar los artistas locales, vincularlos con artistas de afuera. 

Hacerlo en Capital Federal me parece que es una manera de federalizar la música y que nosotros podamos ir allá a mostrar lo que hacemos y a la vez, conectados con otros artistas del interior y de Buenos Aires. Creo que ahí está la riqueza, en crear comunidad, crear vínculos.

Estoy super contenta de que vamos al Centro Cultural Recoleta, me encanta ese lugar. Y va a estar bueno porque va a ser muy diverso, va a ser muy gozable. La expectativa es disfrutar y que vaya mucha gente para dar a conocer lo que hacemos.   

Este año sacaste “El monstruo”, una canción que habla de perder el miedo. En el video se ve a una Martina grande y una Martina de niña en su habitación, ¿qué le dirías a esa nena?

Uh, tantas cosas. Que no tenga miedo a ser quien es, a mostrarse auténtica y a seguir su corazón. Pasa que fui la hija mayor en un contexto medio extraño, entonces hubo mucha expectativa puesta en mí. A veces los papás hacen eso de proyectarte cosas… las frustraciones, qué se yo. 

Pero siempre tuve muchas inseguridades, siempre luché mucho con el pánico escénico y con el qué dirán. De hecho empecé a hacer teatro a los catorce o por ahí, porque yo quería cantar en público pero cada vez que estábamos en una reunión familiar y me decían “cantate algo” yo terminaba llorando. Era súper autoexigente y perfeccionista. Ese ingrediente que tengo me ha hecho perderme de disfrutar muchas cosas.

Recién ahora estoy aprendiendo lo que es disfrutar, porque antes todo tenía que estar perfecto en mi imaginario. Entonces hace un tiempo empecé en esta búsqueda de voy a disfrutar de lo que estoy haciendo y lo que está pasando sin manipular todo el tiempo lo que está sucediendo, especular para que salga todo perfecto y darse un cuenta un poco de que la perfección es una ilusión y que no existe, así que yo creo que le diría eso. 

¿Estás trabajando en algún proyecto ahora?

Sí, el 2 de diciembre va a salir una nueva canción. Estoy ansiosísima. La idea es que salga con videoclip así que estamos trabajando en eso, que también va a estar muy divertido. Es como saltar con un domingo siete porque en este track me animé a saltar y hablar de otra cosa completamente opuesta a “El monstruo”. De hecho, el beat juega con un reggaeton lento con un afrobeat, y se va a llamar “La excepción”.


El sábado 19 de noviembre, Martina Flores compartirá escenario con Galean (Buenos Aires), ENDLRG (Mendoza), DJ Géminis (San Juan), Bhae (San Juan), Solo Juan (San Juan) y Kbsonia (San Juan). Su formato será acústico y repasará temas de su último álbum Salvar el recuerdo. El festival, de entrada libre y gratuita y sin inscripción previa, tendrá lugar en la Sala Villa Villa del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930) desde las 15 hs.

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