La banda liderada por Anabella Cartolano recargó sus energías en Niceto antes de su gira por Europa.
Ya había pasado el indie pop de Isla Mujeres y su preciso show. También había terminado La Otra Cara de la Nada, con su shoegaze y su frontman mezcla de Kevin Shields y Julian Casablancas. Con el telón todavía bajo, ya se había empezado a escuchar una versión 8bit de “Peces en el mar”, el primer videoclip del segundo disco de Las Ligas Menores, ganador de un Premio Gardel 2019, y la gente lo había empezado a corear como si la voz de Anabella Cartolano fuera un sintetizador chiptune.
Las cortinas se abrieron y arrancó la música en vivo con el segundo tema que sobrepasa el millón de escuchas en su Spotify, “Reanult Fuego”, perteneciente a su primer álbum, que le da el nombre al grupo. La furia de la autopista ya se manifestaba en la muñeca derecha de Pablo Kemper, guitarrista principal y ocasional cantante, y la noche se mantendría prendida fuego por una hora y media más.
Al arrancar los primeros acordes de “Europa” se presentó la incógnita: ¿Quién prestaría la voz principal? La ex bajista y cantante “Luli” Zamtlejfer dejó la banda en muy buenos términos y Angie, la nueva integrante, no tenía un micrófono. En este caso, Anabella fue la encargada de cantar uno de los temas más sentidos por el público, que al terminar aplaudió agradeciendo la inclusión del mismo en futuros setlists.
El disfrute de la propia Ana al tocar en vivo es genuino. Basta ver el primer pogo de la canción que esté sonando para que esboce una sonrisa que le dificulte poder concentrarse en la letra y podamos verla plena, feliz de la recepción que tienen sus temas que logran el descontrol que ella y todos les integrantes desean. Por momentos las influencias musicales de Las Ligas Menores cobran vida y se convierten en la propia escena estadounidense de garage, noise e indie de finales de los 90s: es una imagen repetida ver personas saltando la valla y subiéndose al escenario para después tirarse en un mar de gente. Mar de gente en el que también muchos hacen mosh, y los que no lo hacen ni mantienen a los surferos tiran prendas de vestir o latas al escenario.
Promediando la noche Anabella presentó “con mucha vergüenza” un tema nuevo cuyo nombre no fue mencionado. “Está a punto de llover, lo sentís”, se escucha después de una corta introducción arpegiada por parte de Nina Carrara, tecladista y corista. Mientras transcurren los segundos, la canción toma tintes intensos de Weezer y Sonic Youth. Reconfortada, la líder de la agradece la cálida recepción del track debutante.
“¿La están pasando bien? ¡No es por compromiso! Les pregunto en serio”, aclaró con franqueza la neuquina. “Ahora vamos a tocar ‘a 1200 km’ así que pueden acercarse… o quedarse atrás, como quieran.” La banda no se pone en un pedestal para charlar con su público, así como hace unos años ellxs se encontraban del otro lado, la vanidad no es una de sus cualidades. Tal es así que el quinteto se toma el tiempo para cantarle el feliz cumpleaños a uno de sus fans y agradecerle por pasar su día en su show; o bien para explicarle a otro muchacho que estaba equivocado en el buzo que reclamaba de vuelta (“¿Éste? ¡Éste es mío!”, exclamó Cartolano)
El escenario quedó vacío por menos de diez minutos y los integrantes reaparecieron para hacer cinco bises, cerrando con “De la mano”, su último lanzamiento. Habiendo recargado fuerzas en su CABA local, Las Ligas Menores encarará una nueva gira por España (habían viajado a fines de 2018) donde estarán presentándose en el histórico BBK Festival de Bilbao.