El Xirgu y el avance de una escena nacional cada vez más hermanada.
La cálida y primaveral noche de jueves contrastaba con el frío del Margarita Xirgu, típico de los edificios antiguos. A medida que ingresaba a la sala, el público volvía a ponerse los abrigos que descansaban sobre los hombros o en la mochila, y cada vez que salían, entre banda y banda, retornaban a esconderse.
El encargado de abrir la velada fue Gonzalo Nehuén con su impronta experimental, mezcla de rock con música progresiva y ritmos electrónicos. El oriundo de Mendoza repasó los temas de su disco debut, Las partes (2017), y sus lanzamientos más recientes, que lograron llamar la atención y despertar la curiosidad del teatro, que de a poco se iba colmando.
Tras terminar su set, de poco más que media hora, llegó el turno de La Otra Cara de la Nada. Con un recorrido corto, pero intenso, los misioneros supieron abrirse camino a base del vivo, donde sus canciones cobran una nueva significación y más se deja entrever su impronta; mezcla del más riffero Arctic Monkeys con un toque de post-punk y cierto aire al Soda Stereo de Nada Personal, con guitarras fuertes y arreglos sutiles.
Destacaron “Antes de sentirte bienvenido”, “Himno marea” y “Nada que ver”, donde Germán Vazquez Pedrozo se descalzó el bajo y saltó al frente con el micrófono, invocando con sus movimientos e impronta al mejor Julian Casablancas. Además hicieron un llamado de apoyo al pueblo chileno, que se encuentra atravesando uno de los momentos más críticos desde la vuelta a la democracia en 1990: “Un fuerte abrazo y mucha fuerza a nuestros hermanos chilenos. Que se vayan a la mierda Piñera, Macri, Bullrich y todos los fachos. Esta es nuestra humilde resistencia, la música”.
El cierre quedó a cargo de Guli, que con saco floreado y una Epiphone Sheraton salió al ataque con “No hay nadie” de Yate (2019) y “Mañana no”, “Cintas con vos” y “Arriba”. A medida que el show avanzaba, el público se dejaba soltar cada vez más por la música, dejándose llevar por el groove característico de las composiciones de Agustín Bucich.
“Hacemos los últimos tres temas y nos vamos re contentes”, exclamó el cantante en tono alegre. Las elegidas fueron “Ave Fénix”, “Lava” y “Fantasma del río”. Las luces del Xirgu se encendieron, las latas de cerveza se amontonaron a un costado y el auditorio se despidió, agradecido, por un corte de semana al ritmo de indie federal.
📷 Bianca Sifredi
