El grupo porteño transformó Niceto en un salón de cumpleaños para la presentación de su último disco.
Después de un buen tiempo sin presentarse sobre el escenario, Gativideo puso toda la carne en el asador para la presentación de Boutique, su último álbum. Para ello, hicieron un despliegue digno y dieron al lugar su inconfundible toque. Colorinche, bizarro y sorprendente, la entrada de Niceto repleta de figuras de globos y el escenario sacado del sueño de un niño.
El verdadero espectáculo, sin embargo, estaba por comenzar. Al momento de correrse el telón, el grupo deslumbró con sus vestuarios. El premio, fuera de dudas, se lo llevó Willy Fishman con su particular traje repleto de peluches adosados. Sobre la escena, más globos, figuras de neón y la banda en formato completo lista para comenzar.
“Agarren los pochoclos que arranca…”
Así inauguró Renzo Montalbano la noche. Acto seguido se encendieron las luces y el grupo abrió con “Vicios de medianoche”, de su primer disco, Colorama. Después dieron la bienvenida a algo más que un recital convencional, comenzaron el primero de varios momentos cuasi-standuperos. Con el humor que caracteriza al cuarteto, entre tema y tema se detenían a conversar entre sí o interactuar con el público, ya sea con chistes, secuencias improvisadas o adelantos de los temas siguientes.
Después de sentar el tono de Boutique con canciones que comportan tanto el espíritu del disco como “Caramelo”, “Choquemos copas” o “On point”, dieron otra pausa. “Ya me aburrí de tocar”, dijo Fishman. Lejos todavía el cierre del show, el público no supo qué esperar. “Hagamos otra cosa”, le contestó Renzo, “un compactito de Colorama“.
Así dieron pie a una faceta distinta, menos humorística quizás, pero totalmente bailable. Con clásicos del grupo como “Fantástico bailable”, “Disco Majul” o “Jazz Jackrabbit”, donde las coristas dejaron todo de sí y recorrieron brevemente su pasado.
Algo especial para esta noche
Después del detour, retomaron con Boutique pero no sin sorpresas. Renzo cedió brevemente el micrófono a Juan Pablo Fenu, trocándoselo por el bajo, para que pudiera cantar “Azul y solitario” a dúo con Francisca Estrach, corista junto a Sasha Conte. Así dieron un espectáculo de tango mientras el resto del grupo los festejaba. Vueltos a la formación usual, anunciaron a la primer invitada. “Un aplauso grande para Acus”, anunció Renzo con su impronta de showman a mitad de “Efecto Mandela”.
Sin embargo, las mayores sorpresas estaban reservadas para el final. Rozando el cierre, Renzo volvió a detener el show pero esta vez con un pedido muy serio. Quería que la gente abriera un espacio en la mitad del lugar. “Quiero pedirles que hagan un espacio en el medio, algo así como una pasarela…“, pidió a su público, que ya sabía qué se venía. Así, todas las personas que se sintieran orgullosas de su look, o que hayan ido vestidos como algún integrante de la banda, estaban invitadas a desfilar por el medio de Niceto mientras el grupo interpretaba “Pasarela”.
Para cerrar, Renzo se dio el lujo de sacar toda su faceta de galán telenovelesco e interpretar “Tiempo” por todo Niceto. Paseándose por los balcones y bajando al público para volver a subirse al escenario, rondó el lugar con toda la melancolía de la balada y la infaltable luz que lo seguía a donde vaya mientras el resto del lugar permanecía a oscuras.
El trencito del carnaval
Como cualquier fiesta que se precie, el festejo de Gativideo tenía que terminar bien arriba. Así, mientras el público pedía y pedía el tema más esperado, hicieron la falsa despedida para regresar, si, pero con un pedido. “Quiero que hagan el trencito”, reclamó Fishaman.
La condición quedó velada cuando comenzaron a hablar del siguiente tema. “Esta puede ser la última vez que toquemos la canción, porque como la persona a la que está dedicada, se retira”, dijo Renzo. “Está dedicada a todos los pelados, pero en espacial a uno…”, redondeó antes de comenzar con la canción más solicitada.
“¡No hicieron trencito!”, volvió a reclamar Fishman después de “Bruce Willis”. “Yo quería que hagan un trencito”, comenzó a quejarse mientras Renzo lo consolaba. Prometieron, entonces, hacer un último tema, si y solo si le cumplían el sueño a Fishman. Para eso dieron distintas luces y, lentamente, el público se prendió a distintos trencitos mientras el grupo cerraba la noche con “Flota flota“.
La despedida se alargó entre agradecimientos y chistes. “No tenemos más canciones, pero si quieren podemos hacer un show de stand-up”, dijo Fishman. “¿No vinieron a eso?”, respondió Renzo.
Podés escuchar Boutique y más de Gativideo en Spotify o a continuación.